La feria tradicional de Aguascalientes se remonta al año 1828, cuando se celebraba de manera mercantil, y a partir de este suceso se contemplaban infinidad de actividades que engalanaban a esta gran fiesta nacional, en el libro Una aventura llamada teatro. Aguascalientes en el siglo XIX, se relatan estos eventos presentados durante el siglo XIX:
Por primera vez se celebró esta festividad previa solicitud al Ayuntamiento de Zacatecas –del que la Villa dependía políticamente–. Para celebrar anualmente esta feria, de carácter mercantil, se construyó el Parián en la Plazuela de San Diego y de 1837 a 1839 se suspendió ante las protestas de la “gente decente”, alarmada por los escándalos, inmoralidades y corrupción de las buenas costumbres. En 1840 se estableció un reglamento para evitar y frenar los disturbios de la feria; para ese año, una peste cobró la vida de 12 mil habitantes y las autoridades nunca impidieron la afluencia de sus concurrentes, muestra de la importancia de dicho evento para la ciudad, en donde había corridas de toros, peleas de gallos, mesas de juego y carpas.
En 1852 las autoridades reubicaron la feria en el Jardín de San Marcos –según actas de cabildo se le registra todavía en el año de 1861 como la función de San Marcos–, y se establece para su realización el mes de abril en lugar de noviembre. Precisamente fue ese año cuando se introdujo la celebración de piezas industriales, agrícolas y mecánicas; a partir de entonces Aguascalientes fue considerado precursor de exposiciones nacionales.
Esta festividad era considerada como la máxima diversión para todos los lugareños, por lo que compañías de género lírico, dramático, circos y otros espectáculos aprovechaban su temporada para presentarse en la ciudad, aunque se enfrentaban a la falta de espacios en el paseo de la feria, lo que ocasionó que muchos de ellos no fueran vistos, sin importar su calidad. Los entretenimientos eran amenizados por diversas orquestas; una de las más solicitadas era la de los maestros Carrillo y Hernández.
La fiesta más hermosa y alegre que se celebraba cada año seguía siendo la de San Marcos, a la que concurrían multitud de familias de los alrededores, como Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, León, Lagos y Encarnación de Díaz, Jalisco. Su jardín público, donde se verificaban las fiestas, se vestía de gala en esos días con el aroma embriagador de las flores, el alegre cantar de los pajarillos, y la infinidad de puestos de dulces y frutas que desde entonces presentaban un aspecto bellísimo, poetizado por los acordes de la música, de las serenatas que diariamente se dejaban escuchar. Este Jardín de San Marcos contaba con un” gigantesco ramillete de flores”, considerándosele entonces como una de las más hermosas del país.
Varios hechos relevantes se suscitaron en el Teatro de la Primavera; uno de ellos fue cuando se anunció la derrota de los conservadores, el 24 de abril de 1860; en ese momento los liberales escuchaban en el teatro la famosa canción popular La China, interpretada por Sofía Calderón. La euforia hizo que esta melodía se convirtiera en una especie de himno de guerra y venganza, e hicieron que la intérprete la repitiera en diversas ocasiones.
La verbena abrileña era la máxima atracción pública, con sus ya tradicionales corridas de toros, peleas de gallos y partidos de albures; otra atracción que se unió a esta festividad fue la Exposición de Artes, Agricultura, Minería y Objetos Curiosos, en la cual se otorgaban premios a lo más destacado de cada categoría – que consistían en medallas de oro y plata acompañadas del diploma respectivo–. Esta exposición continuó realizándose anualmente por muchos años, hasta 1891 que fue el último.
Durante la clásica temporada se daban lides de gallos, corridas de toros, carreras de caballos y toda clase de juegos permitidos por la ley. Asimismo, se daban cita varios circos algunos de ellos: Ortiz (1884), Rea (1883, 1887), Alemán, Valderrama y Barreras (1885) y Continental (1886)
Sin duda, también las funciones teatrales ya fueran líricas o dramáticas eran parte de los divertimentos de la feria dando funciones las siguientes compañías en el Teatro La Primavera: Dramática Estrella (1870), Dramática Busto (1874), Zarzuela Rea y Buislay (1875); o bien en el Teatro Morelos con la Dramática Solórzano (1886), Dramática Baladía (1887) y la Zarzuela Fernández Canal (1890).
La Feria Nacional de San Marcos, símbolo del estado de Aguascalientes, nos ha brindado una gama de eventos artísticos a lo largo de los siglos del XIX al XXI. En la próxima entrega más acerca de esta verbena a inicios del siglo XX.
Fuente consultada: Una aventura llamada teatro. Aguascalientes en el siglo XIX. Clara Martínez y Julieta Orduña. Escenología, México, 2005.