- La caída del peso y de la mayoría de las divisas se debe a un regreso de la percepción de riesgo a los mercados financieros globales
- Se mantiene la perspectiva al alza hacia la zona de 26 pesos por dólar
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El peso cerró la semana con una depreciación de 7.16% o 1 peso y 67 centavos, cotizando alrededor de 25.01 pesos por dólar, colocándose como la segunda divisa de mayores pérdidas en la canasta de principales cruces del dólar, por detrás del rand sudafricano que se depreció 8.04%. La caída del peso y de la mayoría de las divisas se debe a un regreso de la percepción de riesgo a los mercados financieros globales, pues se publicaron indicadores económicos negativos que sugieren que el impacto por el coronavirus será severo.
A nivel global se publicaron los indicadores PMI de manufactura y servicios, los cuales cayeron a niveles no vistos desde la Gran Recesión. En particular, los PMI de servicios alcanzaron mínimos históricos por debajo del umbral de expansión de 50 puntos, destacándose Italia (17.6), la Eurozona (26.4), Francia (27.4) y Alemania (31.7).
En Estados Unidos se publicó la nómina no agrícola de marzo, que mostró una destrucción de 701 mil empleos durante el mes, caída no vista desde 2009. Es probable que la destrucción de empleos sea mayor, pues el Departamento de Estadísticas Laborales utiliza datos al 12 de marzo y no capturan los datos de la segunda mitad del mes. Cabe señalar que las solicitudes iniciales de apoyo por desempleo superaron los 6.6 millones en la última semana completa de marzo, ubicándose en un nuevo máximo histórico que es 10 veces el máximo de la Gran Recesión.
En la semana se observó una recuperación de los precios de petróleo, con el WTI mostrando un avance de 33.84% a 28.79 dólares por barril, ante la especulación de que Arabia Saudita, Rusia y Estados Unidos, podrían llegar a un acuerdo para limitar su producción petrolera. Sin embargo, esto no evitó que el tipo de cambio alcanzara de nuevo un nivel de 25 pesos por dólar, pues se percibe una mayor percepción de riesgo sobre la economía mexicana. Lo anterior se debe en parte a que el gobierno de México no ha anunciado medidas de política fiscal expansivas para respaldar a las empresas ante la crisis del coronavirus, que se espera lleve al cierre de operaciones a varias industrias durante al menos dos meses, siendo el sector servicios el que se espera sea más afectado.
Al cierre de la semana, la agencia calificadora, Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de Pemex de BB+ a BB, manteniendo una perspectiva negativa. De igual manera, la calificación de la deuda de Pemex en moneda nacional bajó de AA(mex) a A(mex). Cabe señalar que la calificación de Pemex por parte de Fitch ya se ubicaba por debajo de grado de inversión, por lo que la reacción del mercado fue moderada. Sin embargo, de darse un recorte a la calificación de Pemex por parte de Moody’s, se podría acelerar el ritmo de salidas de capitales, generando presiones al alza para el tipo de cambio hacia un nuevo máximo histórico.
Del punto de vista técnico, los movimientos observados esta semana sugieren que la apreciación del peso observada durante la semana anterior fue una corrección parcial y que el tipo de cambio continúa firmemente en su tendencia alcista. Será de suma relevancia observar el comportamiento del tipo de cambio en las resistencias de 25.00 y 25.46 pesos por dólar, siendo este último el máximo histórico del peso. Por ahora, se mantiene la perspectiva al alza hacia la zona de 26 pesos por dólar.
En la semana, el tipo de cambio tocó un mínimo de 23.3436 pesos y un máximo de 25.0475 pesos. El euro-peso alcanzó un mínimo de 25.6689 y un máximo de 27.1028 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.0773 y un máximo de 1.1167 dólares por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 24.2600 pesos por dólar, 1.2269 dólares por libra y en 1.0801 dólares por euro.