- Industriales de la masa y la tortilla mantienen precios sólo durante la pandemia
- Profeco no puede cerrar tortillerías al no haber un precio oficial
Los industriales de la tortilla tratan de mantener los precios más bajos posible a pesar de que las materias primas subieron un porcentaje considerable durante el último mes y traen como consecuencia que queden márgenes mínimos de ganancia, aseveró Héctor Pérez Santillán, presidente del grupo de Industriales de la Masa y la Tortilla en Aguascalientes.
Explicó que mientras que el costo por una tonelada de maíz es de seis mil 200 pesos, antes costaba cinco mil 800; mientras que la tonelada de harina se encuentra en 11 mil 650 pesos y antes se pagaban 10 mil 800; el incremento de precios comenzaron a sufrirlo hace un mes.
Para el consumidor el costo promedio por kilogramo oscila de entre 14 y 19 pesos, sin embargo, debido a la pandemia el gremio ha buscado mantener los costos para no afectar a sus clientes; aunque descartó que esta situación se mantenga una vez que pase la emergencia sanitaria.
Respecto a las dos tortillerías que suspendió la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recientemente por incrementar el kilo del producto en 19 pesos, recordó que la dependencia sólo puede apercibir a bajar el precio más no cerrar el negocio, esto a pesar de que no existe un costo oficial para las tortillas desde el 2000 que les fue retirado el subsidio federal, la industria se encuentra dentro del mercado libre, de la oferta y la demanda.
Si bien la Profeco prometió “poner en cintura” y alinear a los monopolios de Grupo GRUMA y Minsa, esto no sucedió y por el contrario el producto subió considerablemente; igual sucedió con el maíz con las compañías expendedoras.
“Obviamente en esta situación que prevalece -ante la pandemia del coronavirus- estamos conscientes y de buena voluntad de estar dando el precio más bajo que se puede, aunque muchos de ellos no pueden porque trabajan con empleados y hay que darles todas las prestaciones, algunos podrán hacerlo si trabaja solo la familia”, externó.
El representante de los tortilleros expuso además otra problemática que tienen que enfrentar: la competencia desleal de quienes vienen de otros estados y venden tortillas en las tiendas de abarrotes, al no hacer directamente en el mostrador de un local, al asegurar que son tortillas de mala calidad porque la reciclan.
“Yo le digo al comprador que lo mejor es que compren sus tortillas directamente al establecimiento, pues las tortillas de las tiendas todos meten las manos; entonces lo mejor llevar su servilleta y ahí los despachen”, reiteró. En Aguascalientes operan cerca de 700 tortillerías que generan alrededor de dos mil 500 empleos formales.