¿Qué sentido tiene escribir sobre lo obvio; que el coronavirus ha trastocado nuestras vidas de modo radical?. Ninguno, salvo el acto de dejar evidencia para el futuro; para cuando alguien quiera acercarse en espíritu al sentimiento que nos invade a muchos en estos días aciagos que también son de esperanza. Con la emergencia, conforme trascurren los días, vamos dejando de hacer cosas que en el pasado reciente formaban parte de nuestra saludable y tranquilizante rutina, como la conmemoración del Día Internacional del Teatro, el 27 de marzo. Pero obviamente este es un mal menor, de cara a la catástrofe social, económica, y quizás política, que se nos viene encima, y sin embargo a mí me importa porque, como dice Alan Santacruz, “ante un mundo atroz, la cultura nos salva”. La imagen procede de la celebración del año pasado, en la Casa de la Cultura de Rincón de Romos. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].
Lo que hemos perdido con el coronavirus / Imágenes de Aguascalientes
