- Pobre e insulsa participación de las diputadas del Congreso “de la Paridad”
- Ningún diputado se pronunció por el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo sin ser criminalizadas
- Oportunistas y perpetuadores de estereotipos, los diputados varones que se posicionaron en torno a la paridad y género
- Elsa Amabel Landín se limitó a lamentarse que Aguascalientes encabece los índices en el ámbito nacional de violencia comunitaria, escolar y en el hogar
- De risa, Luis Enrique García López se pronunció por la conversión a una “sociedad matriarcal”
Aseguran los diputados del Congreso del Estado que se consideró como “eje rector” las políticas públicas integrales, transversales y que propicien los principios de equidad de trato y oportunidades para mujeres y hombres en la nueva Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Estado de Aguascalientes, propuesta por el Grupo Parlamentario del PAN-PRD, y que fue aprobada por el Pleno de la LXIV Legislatura, durante la primera sesión ordinaria de este jueves 5 de marzo.
En el boletín de prensa que remitió el Congreso, se lee que el dictamen que emitió la Comisión de Equidad de Género e Igualdad Sustantiva contempla que toda acción o programa gubernamental deberá emprenderse con perspectiva de género, con medidas que inhiban cualquier tipo de violencia, respeto a los derechos humanos, cumplimiento de obligaciones y el establecimiento de situaciones paritarias para ambos géneros en los ámbitos social, político, cultural y económico.
La diputada priista Elsa Landín Olivares manifestó su beneplácito por impulsar la actualización del marco legal, tras lamentar, como generalmente hace desde tribuna, que de acuerdo con cifras oficiales, Aguascalientes encabeza los índices en el ámbito nacional de violencia comunitaria, escolar y en el hogar.
Landín Olivares aprovechó para hacerle un llamado al Gobierno Federal para que recapacite y dé marcha atrás al recorte de alrededor de 2 mil millones de pesos de presupuesto que estaba destinado a programas de atención a niñas y mujeres víctimas de violencia, situación que ya generó un “incremento del 9 % en este tipo de casos”.
La legisladora del PRI afirmó que las acciones que no están acompañadas de presupuesto, de sanciones y de políticas públicas, de nada servirán para erradicar esta problemática social, por lo que pidió hacer a un lado los “intereses partidistas, los mitos y las tonterías” sobre este delicado tema, lo que deja ver que para ella las sanciones son necesarias para “erradicar” el problema estructural de la violencia de género. Sobre las políticas públicas en prevención no se lee absolutamente nada el boletín.
El legislador Luis Enrique García López dijo que la igualdad entre mujeres y hombres, más allá de ser consagrada como un derecho o una obligación del Estado, debe ser concebida también como una convicción ideológica y como una expresión de lucha que sea parte de nuestra cultura, pero como acostumbra el legislador, sólo realizó declaraciones sin propuestas.
El representante popular del PAN afirmó que “la educación en el hogar, la formación en el aula, además del diseño políticas públicas eficaces que atiendan la problemática de fondo, que propicien el cambio de mentalidad, es como se logrará un verdadero cambio”. Habría de considerar quién cree que se encarga de la educación en el hogar y cómo repercute esto en la repetición y perpetuación de estereotipos que de facto considere a las mujeres como las cuidadoras; en cuanto al diseño políticas públicas eficaces, hasta el momento, Luis Enrique García no ha realizado ningún trabajo de investigación para esto, sin embargo, le bastó mencionarlo para sentir que se logró “un verdadero cambio”, para continuar su perorata con la puntualización de que “esta lucha no sólo es de heroínas o héroes, sino de personas que a diario busquen la consagración y respeto a los derechos de mujeres y hombres”, declaración por demás ridícula y romántica de la grave situación que sólo demuestra las graves omisiones en su trabajo en torno a los derechos humanos de las mujeres.
Pero no le bastó a García López continuar con su obscena y grosera participación: se pronunció “por la conversión a una sociedad matriarcal, en la que se fomenten desde la familia, los valores del respeto, de la no discriminación y de la confianza”, en la que otra vez refuerza los estereotipos de cuidadoras y de obligatoriedad de las mujeres por el ser el sostén de la familia, mientras la figura del padre ausente va en incremento en Aguascalientes.
La legisladora Patricia García García sólo tuvo a bien tomar el micrófono para dar a conocer estadísticas de la ONU, tampoco sin trabajo legislativo de fondo. La legisladora del Congreso de la Paridad de Género se limitó a una intervención insulsa de lectura de datos: “En México, 6 de cada 10 mujeres son o han sido víctimas de algún tipo de violencia; y en el mundo, son ultimadas 9 mil féminas a diario”, y esto le bastó para considerar que “un buen paso para combatir todos los tipos de violencia, es la regulación del marco jurídico y la aplicación de un presupuesto que refuerce las acciones del Estado”.
La diputada panista, al sentir que de esa manera se hace oposición al gobierno en turno, se limitó a señalar “como un error el recorte que hizo el presidente de México al presupuesto para atención a víctimas de violencia de género”, al considerar la obviedad de que sin recursos económicos es complicado hacerle frente a esta problemática que va en alarmante aumento, sin propuestas que respalden esta exigencia al Gobierno de México.
En la sesión, fue avalado el Punto de Acuerdo que presentó la diputada Mónica Jiménez Rodríguez, a través del cual se establece que la LXIV Legislatura se suma de manera formal al Paro Nacional del día 9 de marzo, denominado Un Día Sin Nosotras, con el que se exige un alto a la violencia de género. Con este documento las mujeres del Congreso del Estado que determinen de manera libre sumarse a este movimiento nacional, les serán respetados sus derechos laborales. El Punto de Acuerdo también exhorta a los tres órdenes de gobierno e instancias de la administración pública, a sumarse a este movimiento, con las mismas prerrogativas en favor de las servidoras públicas.
Sobre este Punto de Acuerdo, la diputada del PRI, Margarita Gallegos Soto señaló que este movimiento es un grito de protesta que ha unido al pueblo de México por los altos índices de violencia contra la mujer, al revelar que el 66% de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia, aunado a que a diario son asesinadas 10 mujeres. Ni Margarita Gallegos ni Mónica Jiménez Rodríguez han realizado trabajo legislativo que frene la violencia contra las mujeres.
Sin vergüenza alguna, el cinco veces diputado plurinominal, Sergio Augusto López Ramírez, agregó que este movimiento significa el rechazo rotundo a la discriminación, a la violencia y a las injusticias que sufren las mujeres día con día. De manera absurda comentó que la representación en su partido presentó en la Cámara de Diputados la propuesta de pena de muerte a quien cometa feminicidio, planteamiento que reconoció como polémico, pero que busca disuadir a hombres que potencialmente pudieran ejercer ese delito. En su ignorancia, el diputado no sabe que el sistema punitiva nunca ha frenado los delitos, y que en el caso de la violencia contra las mujeres, violencia específica y de otro orden, menos.
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