Siguiendo el estudio de Mariano Ferretti Ramos y Mariano Arreola Calleros de la Universidad de La Salle Bajío, existe en la actualidad una cantidad significativa de áreas intervenidas en la ciudad de Aguascalientes, destinadas a vivienda de interés social en las que se puede verificar la ausencia de espacios que permitan una mejor y más eficiente relación de comunidad no solo dentro de sí sino en sus puntos de contacto con el entorno circundante. Por otra parte, el crecimiento desmedido de la mancha urbana y una falta de planificación y control en los modelos de crecimiento han provocado una sistemática fragmentación del espacio público en la ciudad.
En su exposición sostienen que la ruptura en el tejido físico, implica también un deterioro en su tejido social si entendemos que el soporte de las relaciones que nutren y dan existencia a la vida comunitaria en las ciudades, son los espacios de convivencia, de cruce de las diferentes realidades que hacen que una comunidad con sus caracteres se exprese como tal. Son lugares de soporte de nuestra cotidianeidad y que aseguran también otras propiedades vitales como la seguridad, la pertenencia y la identidad. Las repercusiones que esta problemática tiene en la calidad de vida de sus habitantes es una realidad que es necesario conocer desde el estudio de sus síntomas e interpretarlos para poder proponer posibles soluciones a escala humana.
En Aguascalientes, nueve de las 20 unidades de focalización concentran a dos de cada tres unidades económicas de la ciudad. Menos de la mitad de las 20 unidades de focalización urbana concentran, según el tema, dos de cada tres unidades económicas, como el comercio al menudeo, los servicios de salud, los educativos, los de la industria manufacturera o el de alojamiento y preparación de alimentos y bebidas entre otros.
El tejido urbano, el entramado físico producto de la acumulación en el tiempo de las realidades sociales entre grupos y de ellos con el territorio; es sobre todo el grano de definición necesario para comprender las otras realidades mayores pero también es la huella digital del mayor o menor grado de salubridad del tejido social que sostiene la dimensión humana. Es la escala necesaria a tomar en cuenta cuando se pretende realizar un análisis sobre aspectos más generales como el de segregación espacial, fragmentación física, expansión urbana o dispersión.
A escala humana es ideal que las personas que habitan en un lugar, cuenten con la posibilidad de resolver sus necesidades más previsibles a un kilómetro de distancia o 20 minutos a pie. Es decir, que la escuela de los hijos, un centro de salud, espacios culturales, de convivencia y deportivos, así como unidades económicas propias de un clúster natural como farmacia, tiendas de abarrotes, expendios de perecederos, cárnicos y lácteos; amen de servicios profesionales y de oficios, puedan tenerse a la mano como un buen centro de trabajo, sobre todo si el sistema de transporte no es tan eficiente como para resolver las demandas más inmediatas, sin tener que trasladarse al otro lado de la ciudad para emplearse.
Un adecuado factor a considerar es el del emprendimiento, consistente en reconocer cuántas unidades económicas se tienen por habitantes, que en Aguascalientes, en promedio, es de 1 UE por cada 20 personas. Para entenderlo: en buffer de un kilómetro se presentan 1,500 unidades económicas destinadas para 30 mil habitantes. También conocer que la miscelánea de ellas puede cubrir un amplio espectro de necesidades humanas y familiares. Desde luego que empresas manufactureras, de servicio de alojamiento o de actividades gubernamentales, se instalarán en zonas adecuadas para esos giros y no siempre las tendremos a la vuelta de la esquina, pero sí otras de carácter comercial o financiero que se hacen necesarias de manera recurrente.
En algunas zonas cercanas a parques industriales el número de unidades económicas crece y el de habitantes es mínimo, como en la zona de Bona Terra, que con menos de dos mil habitantes cuenta con tantas industrias manufactureras como comercios al por menor. Al final existen tres habitantes por unidad económica pero no tienen a la mano giros muy demandados a escala humana y su segregación del resto los hace más vulnerables.
Hay sitios como Loma Bonita, atrás de la UVM, que han desarrollado cientos de unidades económicas, no solo para atender sus propias necesidades, sino también por estar rodeada de cotos, donde por política vecinal no tienen actividades económicas al interior, pero sí demandan bienes y servicios con regularidad.
En Aguascalientes proliferan zonas que se destinaron a vivienda de interés social, pero quedaron en ayunas en materia de equipamiento urbano, comercial, cultural y de servicios; y aunque la densidad poblacional es alta el número de unidades económicas es bajo y en muchos casos los espacios físicos quedaron cortos como para contar con la cantidad y variedad necesaria de unidades económicas que se requieren. En oposición a otras donde se han dado una amplia dotación de servicios al punto de ser atractivas para otras aledañas que encuentran en ellas lo que no se tiene a la mano.
Con una emergencia como la actual del Covid-19, se valora ampliamente contar con un clúster natural lo suficientemente desarrollado que permita no tener que buscar a grandes distancias los satisfactores más elementales como una botellita de alcohol, una ensalada de verduras o quien aplique una inyección. Tenemos que revisar en casa y en el vecindario que contemos con lo más elemental para la escala humana y que ello haga posible con mayor naturalidad una asociación física y un agrupamiento humano natural, es decir, la presencia de un espacio vital propio para un sano tejido familiar y social.
Ciudad de Aguascalientes: comercio al por menor
Fuente: Denue 2019 de Inegi
Ciudad de Aguascalientes: servicios de salud y asistencia
Fuente: Denue 2019 de Inegi
Ciudad de Aguascalientes: servicios educativos
Fuente: Denue 2019 de Inegi
Ciudad de Aguascalientes: industria manufacturera
FUENTE: Denue 2019 de Inegi
CIUDAD DE AGUASCALIENTES: ALOJAMIENTO, ALIMENTOS Y BEBIDAS
FUENTE: Denue 2019 de Inegi
Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte SCIAN