Ya no entendí… Se construye infraestructura, se compran patrullas, se capacita al personal, se levantan armatostes como el que muestra la imagen, todo ello para que nos sintamos seguros, y aún así cada vez nos sentimos más inseguros.
Por todas partes han surgido postes como este, altísimos, con ramificaciones, dotados de lo que parecen ser cámaras, etc., que de seguro para algo servirán. De lo que no me queda ninguna duda es que ensucian el paisaje urbano; afean la ciudad.
¿Será importante esto último? De seguro me equivoco si digo que sí, y también por creer que un lugar feo, sucio, carente de gracia, se convierte en un elemento depresivo para las personas; algo que influye negativamente en su ánimo, como las casas en serie de los fraccionamientos de oriente.
A esto contribuye este tótem de la seguridad; a afear la plaza, obstruir la contemplación de la catedral, como un cuerpo extraño que daña el cuerpo humano.
Quizá fuera mejor… Eso que se invierte en tanta seguridad, transferirlo a la educación. Educación en valores, en el respeto del prójimo, de la comunidad, etc. para, de esta forma, no necesitar de estos artilugios.
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