- Después de haber negado los delitos que se le adjudicaban, la exregidora priista aceptó la culpa y se le sentenció a 2 años y tres meses de pena
- “Sabemos que esto es un tema meramente de persecución política, de violencia política de género, que no tiene ningún sustento y venimos a demostrar que no hay ningún sustento jurídico”, dijo Hazel Montejano en enero, antes de entrar a comparecer
En audiencia de procedimiento abreviado, ayer 30 de marzo se dio a conocer que la exregidora Hazel Montejano, quien en primera instancia había dicho que los delitos por los que estaba siendo imputada eran una “persecución política”, fue sentenciada a 2 años 3 meses de pena, con una multa de $7,926.00 y con una inhabilitación de 6 años 6 meses. Lo anterior después de que la ex funcionaria municipal emanada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se declarara culpable por los actos de corrupción ligados a abuso de autoridad y ejercicio indebido del servicio público. Según información del Poder Judicial y de la Fiscalía General del estado, la sentenciada compurgará su libertad.
En un acto incongruente, la exregidora aceptó su culpabilidad sobre dos presuntos delitos de corrupción: ejercicio indebido del servicio público y abuso de autoridad, mismos que alguna vez excusó como un ataque de ciertos actores políticos hacia su persona. Como se leyó en la nota Soy perseguida política: Hazel Montejano, firmada por Claudia Rodríguez Loera, la ahora sentenciada declaró: “Sabemos que esto es un tema meramente de persecución política, de violencia política de género, que no tiene ningún sustento y venimos a demostrar que no hay ningún sustento jurídico”.
En aquel momento, Hazel Montejano fue acusada ante el Primer Partido Judicial por los presuntos delitos de fraude, abuso de autoridad y ejercicio indebido del servicio público; de los dos últimos aceptaría la culpa en un procedimiento abreviado. En lo que respecta al fraude, el 19 de marzo la fiscalía dio a conocer que las siete personas físicas que fueron víctimas del fraude mismo de otorgarle el perdón a la imputada a través de una reparación del daño; el pago que se le hizo a estas personas fue de $566,350.00.
Más allá de los arreglos a los que se hayan llegado en el caso Hazel Montejano, cabe resaltar que en primera instancia se estaba negando que éstos en verdad hayan sido realizados, luego, después de la prisión preventiva, en un acto de cinismo que deja mucho qué pensar, la imputada acepta su culpabilidad con una sentencia apenas mayor a los dos años.