Estimado lector, debo confesar que hoy 5 de marzo de 2020, romperé mi promesa de no escribir más sobre el personaje del que todos hablan, efectivamente marca la agenda de la nación, pero desde mi óptica no encuentro razón de ser en su selección de temas ni en su comportamiento como primer mandatario legítimo y redentor…
De verdad traté de hacer caso omiso a sus declaraciones, a sus hechos, intenté por todos los medios alejarme de las noticias que hablaran de este señor, dejé pasar mensajes por WhatsApp que incluyeran memes, frases célebres, ilustraciones o cualquier provocación que me hiciera voltear a verlo, hice ayuno, pedí fuerzas para no caer en la manipulación mediática que orquesta don presidente para llamar la atención pero no pude más, el hecho en Macuspana consiguió vencerme y mire que no es por buscar tener la razón sobre los errores o aciertos que comete este señor, ni siquiera quiero que le vaya mal, no le deseo ninguna desgracia, no tengo mala vibra hacia su persona, simplemente me parece que el cargo le quedó grande y no lo ve; sigue construyendo sin cimientos sólidos, sobre las ruinas que le dejaron, por lo tanto lo que quiere edificar no es sólido, parecieran los mismos errores de siempre, la misma farsa, el lobo disfrazado de oveja, la idea del cambio sin fundamento pero con arrebato.
En fin, lo siento por los píxeles que se van a gastar y la tinta que se va a derramar en estas páginas impresas con temas como estos, de verdad lo siento, considero que mientras menos cobertura mediática mayor presión para generar el cambio o por lo menos la petición que enderece el rumbo porque así no vamos a llegar a ninguna parte, qué pasa en las “mañaneras” están lo que tienen que estar, los medios que lo adulan, a los que puede manipular la prensa no fifí es la que está ahí, los que comulgan de alguna manera con la línea y los que no, pero hacen acto de presencia son tratados de manera diferente, en fin, así las cosas con este gobierno y su forma de manejar la información.
Le comentaba de Macuspana y una de las frases que le gusta utilizar al señor que despacha desde Palacio Nacional, “fuera máscaras”, la usa para evidencias a los corruptos, a los neoliberales, a los enemigos del país, a sus enemigos propios; como poseedor de la verdad absoluta el blindaje mediático debe ser perfecto, la logística impecable.
Es sabido por todos que en los mítines de los presidentes municipales, gobernadores y obvio los del presidente de la República la gente que asiste son personas seleccionadas, son grupos conformados por individuos que llevan una instrucción clara y un beneficio, es el montaje de un evento donde los presenten representan a una sociedad conforme y el orador se convierte en el gobernante perfecto, con la retórica impecable y clara, se escenifica una comunión extraordinaria entre el orador y su pueblo sabio; pero, siempre existe un pero, qué pasa cuando el selecto grupo de invitados a convivir con el señor se comporta de manera diferente ¿Se infiltraron colados, acarreados de la mafia del poder que persigue día y noche al presidente? ¿Qué pasó? Por qué los abucheos y la no conexión con el pueblo sabio que lo cuida, lo protege, pero sobre todo lo entiende, ¿Por qué?
El hecho abordado por muchos, analizado en medios electrónicos, impresos y digitales, no es el abucheo per se, en algún momento iba a pasar y tampoco será la primera ni la última vez que veamos esto, salvo que los medios lo omitan o la señal no se transmita, es claro que en un mundo real donde existen personajes como el que ahora analizamos, un buen día sus índices de aceptación y popularidad bajen, lo cual no quiere decir que eso esté mal, es un comportamiento natural de la sociedad hacia los políticos, gobierna para todos los que están de su lado y los que por más que queremos ni siquiera le damos por su lado, de verdad no es sensato, no para un presidente de cualquier nación el afirmar que el día que no lo quiera el pueblo dejará todo y se irá a llorar a su rancho.
“Les digo esto porque sin el apoyo de la gente no se puede, el día que el pueblo no me quiera, ese día voy a llorar y me voy a ir allá a Palenque, que decía el presidente Juárez, decía, `con el pueblo todo, sin el pueblo nada´”. Pero bueno, como le comentaba estimado lector, no son los abucheos, ni lo que dice, fue la reacción, la comunicación no verbal acompañada del regaño o reclamo al respetable que estaba en el mitin. Los cartones de los caricaturistas no se hicieron esperar, se enfatizó en las dos caras del personaje principal, fuera máscaras y qué es lo que nos ofreció, material para hacer un análisis del cual definitivamente no sale bien librado; qué mensaje mandó. Yo observé a una persona que le desagrada no tener la razón, es un poseedor de la verdad absoluta, por lo tanto los demás deben asumir que su retórica es la acertada y la única, sinónimo de autoritario, también dejó ver que no es tolerante, le molesta que no se respete a las autoridades como él mismo lo expresó, aunque en sus tiempos de “caudillo” muchas veces ignoró la autoridad y causó serios problemas, recuerda aquel plantón en Reforma cuando era el presidente legítimo. Nos dejó ver que no es tolerante, que es autoritario, que no le gusta perder, que piensa que es dueño del pueblo; que se comportó como un dictador, que no lo es, pero pareciera que el lado oscuro de la fuerza lo domina.
No tengo una propuesta, no planteo una solución para corregir este hecho, solamente lo identifico y prendo mi foco amarillo, porque en lo particular no me gustaría tener un presidente, berrinchudo, retrógrada, terco, mal informado, mal preparado, necio, burlón, por eso, sólo por eso estimado lector le seguiré los pasos a este personaje para conocer su comportamiento y estar al pendiente porque no quiero que llore y se vaya triste a Palenque, mejor que le tupa porque un presidente tiene mucho trabajo por hacer.
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