- Jorge Sinclair, hijo del pintor panameño, donó al Centro de Rotarios de Aguascalientes dos trabajos de su padre: Ofrenda de Reyes y Los precaristas
- Cada una de ellas se valúa en 3 mil dólares y serán subastadas para realizar programas sociales y para remodelar la Casa Club de los rotarios de la entidad
En su visita al club Rotario Aguascalientes, el maestro Jorge Sinclair, hijo del reconocido y prolífico pintor panameño, Alfredo Sinclair, considerado como uno de los pioneros latinoamericanos en explorar y trabajar la corriente del expresionismo abstracto, hizo una donación de dos ejemplares insignes de su padre a la asociación altruista para que ésta las subaste en el estado y, con el dinero obtenido, puedan apoyar a la realización de más programas sociales, así como a la remodelación de su Casa Club.
En la conferencia que dio Jorge Sinclair sobre el pintor, se dieron detalles íntimos y remarcables dentro de la vida de su padre, hechos por los cuales fueron inspiradas obras para la posteridad. Alfredo Sinclair llegó a Buenos Aires, Argentina, para estudiar arte con tan sólo unos ahorros y ropas para vender; cuando estos insumos se le terminaron, el gobierno lo becó por su resaltable desempeño y, derivado de ello, pudo irse a Nueva York, donde conocería la corriente expresionista abstracta por la cual fue reconocido.
Las dos obras que llegaron a Aguascalientes y que fueron realizadas por el artista que murió de 99 años, y que su último trabajo lo hizo a los 94, tienen un valor de aproximadamente 3 mil dólares respectivamente; pero, más allá del valor cuantitativo, Jorge Sinclair explicó que éstas fueron realizadas después de que su padre hubiese explorado el expresionismo abstracto y que hubiese experimentado en otras corrientes que terminaron por consolidarlo.
Una de ellas se titula Ofrenda de Reyes, realizada en 1996, misma que denota la inclinación religiosa del pintor a través de un homenaje a la historia de los tres reyes magos. La otra, de una perspectiva más social y humana, fue titulada Los precaristas, misma que fue dedicada exclusivamente a la gente más vulnerable económicamente; a aquellos que no contaban con techos y que históricamente han sido discriminados y olvidados. Los precaristas fue pintada en 1986 como manifestación de un sentimiento de solidaridad con todos los panameños que se quedaron sin hogar tras la invasión perpetrada por Estados Unidos al país latinoamericano.
Ambos trabajos fueron inspirados en los sentimientos que Alfredo Sinclair reparó después de haber recorrido una larga trayectoria artística, son el reflejo entero del humanismo y del fortalecimiento de su fe y son una de las tantas facetas que se pueden encontrar en sus pinturas.