- La pandemia sigue avanzando, registrando hasta la fecha más de 214 mil casos confirmados y 8.73 mil muertes
- Esto ha llevado a países europeos y asiáticos a tomar medidas de contingencia que han detenido la actividad económica, haciendo probable una recesión
En la sesión continuó la percepción de riesgo en los mercados financieros globales. Como ha sucedido desde el 20 de enero cuando inició la propagación del coronavirus, la percepción de riesgo está relacionada con las consecuencias que traerá al crecimiento económico global.
La pandemia sigue avanzando, registrando hasta la fecha más de 214 mil casos confirmados y 8.73 mil muertes. Esto ha llevado a países europeos y asiáticos a tomar medidas de contingencia que han detenido la actividad económica, haciendo probable una recesión.
Bajo este contexto, los principales bancos centrales y gobiernos comenzaron políticas monetarias y fiscales expansivas, que buscan la estabilidad del sistema financiero e incentivar el crecimiento económico. Sin embargo, los mayores estímulos no han ayudado a mejorar la percepción de riesgo; de hecho, lo han incrementado. Esto se debe a que el mercado considera que las medidas que se han tomado son derivadas a la situación económica delicada y ante la posibilidad de que esta situación podría empeorar.
Lo anterior llevó a la mayoría de los metales industriales a cerrar la sesión con pérdidas, pues el entorno económico actual sugiere que existe una destrucción en la demanda por dichos metales.
Ante esto, el cobre cerró la sesión cotizando en 4,729.5 dólares por tonelada métrica, lo que equivale a una reducción en su precio de 7.78%, siendo esta su mayor contracción diaria desde octubre del 2008. Adicionalmente a la expectativa de que la economía global pueda caer en recesión, la amplia reducción se dio en gran parte porque los inventarios en el London Metal Exchange incrementaron en 5.82% a 233,150 toneladas. Hay que mencionar que, durante la sesión anterior, los inventarios crecieron en 22.59%. El incremento apunta a que existe un desequilibro en la oferta y demanda de dicho metal.
El zinc y el aluminio cerraron la sesión cotizando en 1,846 y 1,626.25 dólares por tonelada métrica con contracciones de 1.34% y 0.25% en su precio. En la sesión, el zinc tocó un mínimo de 1,814 dólares por tonelada métrica, no visto desde mayo del 2016, mientras que el aluminio tocó un precio 1,602 dólares por tonelada, no visto desde octubre del 2016. El precio del níquel se contrajo en 3.27% y cerró cotizando en 11,395 dólares por tonelada métrica. En la sesión, el metal industrial tocó un mínimo de 11,305, no visto desde enero del 2019.
El precio del oro cerró la sesión con pérdidas, cotizando en 1,485.65 dólares por onza, lo que equivale a una disminución de 2.79% en su precio. Si bien el oro es un activo refugio cuyo precio típicamente incrementa en escenarios de alta incertidumbre, esto no se está observando. Hay que mencionar que el temor relacionado con el coronavirus ha llevado a los participantes del mercado a buscar liquidez para responder a las llamadas de margen para cubrirse de las pérdidas de los mercados de capitales.
Hay que mencionar que los acontecimientos globales han llevado a la volatilidad del oro a tocar niveles no vistos desde la crisis en Europa del 2013, por lo que se hace más evidente que la actividad económica puede acercarse a una recesión.
Los productos agrícolas continuaron mostrando resultados mixtos. La soya y el trigo siguieron ganando terreno en la sesión, pues las compras de oportunidad continúan. Hay que mencionar que la demanda de estos granos incrementó pues la propagación del brote del coronavirus podría llevar a mayores medidas de contención en el futuro. Ante esto, los consumidores parecieran estarse preparando comprando los granos con anticipación.
Esto llevó al trigo a cerrar la sesión cotizando en 5.08 dólares por bushel, lo que equivale a un aumento en su precio de 1.80%, mientras que el precio de la soya se aumentó en 0.15% y cerró cotizando en 8.25 dólares por bushel.
Por el contrario, el maíz cerró la sesión cotizando en 3.35 dólares por bushel, lo que equivale a una reducción de 2.54% en su precio. Las presiones a la baja para el precio del grano se dieron a la par de una caída en el precio del petróleo, pues el mercado espera que la producción por etanol se reduzca ante una menor demanda. Es importante mencionar que alrededor del 40% del maíz cosechado en Estados Unidos se utiliza para la producción de etanol, por lo que una reducción en la demanda del energético significaría una menor demanda por el grano. Lo anterior llevó al precio del maíz a tocar un mínimo de 3.32 dólares por bushel, precio no visto desde septiembre del 2016.
Gabriela Siller