- Una nueva evaluación de la OIT reveló que la crisis económica y laboral provocada por la pandemia del Covid-19 podría aumentar el desempleo mundial en casi 25 millones de personas
- En el caso de las mujeres, ellas tienden a predominar en los empleos de baja remuneración y están sobrerrepresentadas en los sectores más afectados
Por la desigualdad laboral, en el acceso a la seguridad social y la precarización del trabajo, las mujeres enfrentan más riesgo que los hombres de perder el ingreso o hasta el empleo por las medidas de mitigación para el coronavirus, pronostican expertas y organismos internacionales.
Una nueva evaluación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reveló que la crisis económica y laboral provocada por la pandemia del Covid-19 podría aumentar el desempleo mundial en casi 25 millones de personas, especialmente –precisó el organismo– para quienes tienen trabajos menos protegidos y mal pagados, que son en particular las personas jóvenes, adultas mayores, las migrantes y las mujeres.
En el caso de las mujeres, ellas tienden a predominar en los empleos de baja remuneración y están sobrerrepresentadas en los sectores más afectados, como los servicios, pues en el ámbito mundial 58.6 por ciento de las mujeres empleadas trabajan en ese sector, explicó la OIT.
Otra razón por la que las mujeres se verán afectadas de manera desproporcionada o diferenciada en su empleo por el coronavirus, es que ellas están sobrerrepresentadas en la primera línea que tendrá que lidiar con la pandemia. Un ejemplo, dijo la OIT, es la enfermería, donde las mujeres son el grupo mayoritario.
A esto se suma, dijo el organismo internacional, que las mujeres tienen menos acceso a la protección social y tendrán un carga desproporcionada en la economía del cuidado, en el caso de cierre de escuelas o sistemas de cuidado.
A fin de mitigar este impacto, la OIT propuso mejorar la provisión de equipos de protección (especialmente para personal de salud y aliados, voluntarios y otras personas en contacto permanente con personas), fomentar arreglos de trabajo flexibles y apropiados, como el teletrabajo; prevenir la discriminación y exclusión relacionadas con Covid-19; mejorar el acceso universal a servicios de salud financiados colectivamente para todas las personas, incluidas las personas trabajadoras no aseguradas y sus familias.
Las mexicanas
Para el caso de México el panorama para las mujeres es más atroz, ya que en nuestro país ellas enfrentan una importante desigualdad en el empleo por razón de género, violaciones a sus derechos laborales y se ocupan especialmente en trabajos precarios o informales.
Durante la emergencia por el coronavirus, se han observado casos en los que cadenas de empresas conocidas están enviando a su personal al confinamiento pero sin goce de sueldo y que las empleadas del hogar están siendo despedidas por discriminación y prejuicios, observó en entrevista para Cimacnoticias la economista feminista, Carmen Ponce.
La economista señaló algunos datos: de cada 100 trabajadoras 57 no tienen seguridad social, esto quiere decir que no tienen derechos laborales; de todas esas, 29 por ciento se dedica al comercio ambulante; 2.2 millones son trabajadoras del hogar remuneradas; y (sin datos específicos) quienes realizan la limpieza de las oficinas y dependencias de gobierno son principalmente personal de intendencia femenino.
En este contexto, las medidas de mitigación por el contagio que ha impulsado México no son adecuadas a la realidad del país, pues no es sostenible que las personas no reciban un ingreso durante todo un mes, su sistema de salud está quebrado y no hay garantía de servicios mínimos básicos, como agua, explicó la economista.
Por ello, dijo Ponce, entre las medidas que se tomen por la emergencia, debería ser obligar a las empresas a garantizar los derechos laborales del personal y, en caso de que el sector privado no pueda costear, contribuir financieramente al ingreso familiar.
Aumento de la pobreza
La pandemia del coronavirus impactará en una economía mundial ya debilitada, esto podría hacer crecer el número de personas en condición de pobreza en la región al pasar de las 185 millones actuales a unas 220 millones, sobre un total de 620 millones de habitantes; asimismo, el número de personas que viven en la pobreza extrema ascendería de 67 millones a 90 millones, de acuerdo con datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La Cepal estimó que se puede producir una contracción del Producto Interno Bruto regional (PIB) de -1.8 por ciento que podría conducir a un aumento de la tasa de desempleo de hasta un 10 por ciento.
Aunque no se aportaron datos desagregados por sexo, la Cepal reconoció que el impacto económico será más profundo para las mujeres. “Mientras más desigual sea un país, los grupos más vulnerables soportarán el peso de las repercusiones económicas de la pandemia y dispondrán de menos recursos para combatirla. Se debe prestar especial atención a las mujeres por su doble función de trabajadoras y cuidadoras”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Por su parte, ONU Mujeres publicó un material informativo con una serie de propuestas para que los centros de trabajo tomen medidas por el Coronavirus en el ámbito laboral pero basadas en la perspectiva de género.
ONU Mujeres destacó que el contexto de emergencia sanitaria, la carga de trabajo no remunerado en los hogares para el cuidado de las personas –que en un contexto sin contingencia representa 59 horas de trabajo sin paga– aumenta por el cierre de escuelas y guarderías, la coordinación logística del hogar en cuanto a las tareas de limpieza y la educación y las actividades de entretenimiento de la infancia; la contención emocional de las personas de la familia: y el cuidado de personas enfermas o adultas mayores.
El organismo recomendó a los centros de trabajo reconocer estas dobles jornadas para las mujeres, establecer una lista de este personal, dividido por áreas, y solicitar una repartición de tareas que tome en consideración este nuevo contexto; también sugirió revisar los objetivos de trabajo para reducir el horario laboral, y no afectar el ingreso de las personas con estos ajustes.
Y en el caso del personal de limpieza que sólo puede realizar su trabajo en las instalaciones laborales y no puede hacer teletrabajo, adoptar medidas especiales como autorizar días de incapacidad con pleno goce de sueldo y sin necesidad de certificado médico.
Cimacnoticias cuestionó al Secretario de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa sobre un plan de mitigación con perspectiva de género; aunque el funcionario aseguró que éste existe y que lo coordina el Consejo General de Salubridad, este último no lo ha dado a conocer a esta agencia de noticias.
Angélica Jocelyn Soto Espinosa | Cimacnoticias