Con la mirada ensangrentada y el corazón roto dejé de ver o leer noticias de feminicidios, me basta con los encabezados para saber que esto está fuera de control y que no podemos soportarlo más.
En los últimos años las mujeres experimentamos violencia de género, en las calles, en el trabajo, en casa. Dudo mucho que alguna mujer, en algún momento de su vida no lo haya sufrido o no lo vaya a padecer. El hecho es que mientras más crecemos como sociedad, mientras más avances tecnológicos hay, menos encontramos la manera de vivir dignamente.
En mi cabeza, en su estructura, mientras más conocimiento hay, más evolución e igualdad deberíamos vivir, pero no es así. Sufrimos aún por el hecho de ser mujeres: puertas cerradas en empleos, salarios menores, desconocimiento, segregación y desdenes.
No recuerdo cómo fue que la semana pasada encontré la invitación de cambiar la foto de perfil de Facebook por la imagen #yosítecreo, me pareció impactante pues eso necesitamos las mujeres cuando queremos denunciar violencia de género. Descargué la imagen y comencé a compartirla por WhatsApp y Messenger, al llegar la hora pactada, las 23hr me sentí conmovida al ver que muchas chicas cambiaban sus perfiles y nos uníamos a algo que no sabíamos llegará (si, en futuro) tan lejos el 9 de marzo.
En un instante más supimos del paro del 9 de marzo de 2020 (#9M) miré a mi esposo y con la conciencia de que me descontarían el día, tomé la decisión de no asistir a trabajar y juntos hablamos sobre convencer a nuestras compañeras y alumnas o unirse al paro.
Poco a poco las universidades y empresas comenzaron a unirse, algunas asegurando que no descontaran al personal, otras simplemente permitiendo que falten, quizá para muchos es poco el no registrar la ausencia, pero para quienes como yo hemos luchado de una u otra manera por nuestros derechos, así como los de nuestras mujeres es un avance enorme.
Después, otro día una amiga de Facebook me invitó a participar en un grupo a nivel nacional UN DÍA SIN MUJERES (Protesta Nacional) y ahora somos miles las que estamos unidas y decidas a hacer un cambio y dejar huella ante la poca o nula atención de las autoridades
La idea es arriesgada pero muy precisa. Intentamos hacer conciencia sobre qué pasaría si a alguna de nosotras no nos ves, no nos encuentras, tal como pasa con las chicas que han desaparecido y jamás las volvemos a ver con vida. El impacto económico de no consumir por quedarnos en casa en realidad es la consecuencia de no aplicar la ley como es debido.
No es momento de ponernos en contra o hacer un anti-movimiento al #9M, nosotras, nosotras tenemos que apoyarnos y avanzar juntas, si las marchas no funcionan, los paros económicos sí, pues así es como el gobierno pierde verdaderamente y esperamos que gracias a ello volteé a ver a las víctimas y familiares para poder hacer algo al respecto.
Estamos cansadas de pedir protección, trato igualitario y no ser escuchadas, respetadas al momento de denunciar y queremos que nuestros casos no sean carpetazos pues eso, también es violencia.
Me pregunto si algunas de las mujeres que rehúsan apoyar el movimiento, aun teniendo las posibilidades, no lo hacen porque sufren violencia y están negadas a aceptarlo. En ocasiones tratamos de salir de la violencia y no podemos entonces fingimos que es normal, que es incorrecto mientras en el fondo saben que algo no anda bien. No es criticarlas, sino sólo una observación pues algunas de ellas sé lo que vivieron de niñas y en el fondo esperaba que se unieran pero algo tan grande e histórico no las motiva a dar un paso hacia la libertad, de sí mismas y de nadie más pues erradicar la violencia es un acto que inicia en el pensamiento y el hábito no únicamente alejándose del victimario.
Nuestro deber como mujeres, una vez que superarnos nuestro pasado o estamos en tratamiento es ayudar a otras mujeres en su proceso. Solas es imposible salir adelante necesitamos acompañarnos y estar cuando una de nosotras requiere seguridad, credibilidad y paz.
Si no te gustan las marchas o algún acto que hagamos las mujeres para manifestarnos no nos critiques, apoya desde tu trinchera a tu manera de forma positiva sin que resuene la negatividad. De todas formas, en algunas acciones no estoy de acuerdo, pero estoy segura que defendería hasta la última instancia y recurso, cual fuese para hacer valer los derechos de alguien de mi familia.
Charles Bukowski asegura “Supongo que el único momento en que la mayoría de la gente piensa en la justicia es cuando les sucede a ellos”, así que si afortunadamente no has tenido la oportunidad de conocer o perder a alguien que haya sufrido y padecido por causa de la violencia de género no juzgues y súmate para evitar que tu familia y amigos sean afectados por este mal que devora almas y vidas.
A nosotras nos queda unirnos, no luchar en contra, respetar y si decides ir a trabajar no te pavones por hacerlo, mejor súmate vistiendo morado y evitando el consumo. Si nos unimos piensa que es también por ti que estás en contra pues todas, todas corremos peligro.
Itzel Espinoza acertadamente comenta “Si nos sancionan por faltar al trabajo ¡será la sanción de nuestra historia! como mexicanas habrá valido la pena”.
Hoy te invito a que te sumes, a que respetes ¡somos todas o ninguna! Y aunque estés en nuestra contra lucharemos por ti, porque estés viva, entera, emocional y físicamente.
Hoy no escribí para hablar de estadísticas, no tiene caso, por ellas llegamos al #9M sino para hacer conciencia de que juntas lograremos lo que ahora ha sido imposible, unidas somos poderosas y somos libres.
¿Y usted qué haría por la mujer que ama? Yo por mí, me voy a paro.
Laus Deo
@paulanajber