- Antes de señalar viable una iniciativa es necesario un diagnóstico previo
- Es necesario fortalecer acciones encaminadas a la prevención
El pretender responsabilizar, a través de una reforma en la ley federal, a los padres o tutores por las faltas que cometan sus hijos menores de 18 años o endurecer las penas a quienes los involucren en hechos delictivos requiere de un estudio profundo de la sociedad en cada entidad y contar con un panorama general antes de hacer una propuesta, externó la magistrada presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Gabriela Espinosa Castorena.
Al ser cuestionada por la prensa respecto a la propuesta del senador Juan Antonio Martín del Campo de proponer una modificación de ley para que los padres de familia se hagan responsables de las faltas o delitos que cometan sus hijos menores de edad, la magistrada expuso que para señalarlo como viable primero es necesario un estudio profundo antes de emprender cualquier iniciativa, sobre cómo se encuentra la sociedad, cuáles son los problemas, las incidencias, además de un panorama general: “No tengo las herramientas suficientes para darle una respuesta en ese sentido, respecto de la viabilidad, porque cada vez que pretendemos hacer una acción, tenemos que hacer un diagnóstico previo”.
Recordó que recientemente asistió a un foro académico en donde este tema dio pie a una amplia discusión, pues por un lado están los derechos de los menores y por el otro el de la sociedad a tener paz y tranquilidad, pues si bien existe una serie de derechos que deben protegerse y cuidarse, lo complicado es determinar cuál derecho se debe proteger más: toda la sociedad tiene derecho a vivir con tranquilidad, los menores tienen derechos porque son menores, porque se desprende de instrumentos internacionales que no tienen la capacidad de comprender bien la situación que viven.
“Estamos en una situación donde los jóvenes están tal vez viviendo una vida acelerada, más bien me iría por el lado de la prevención, en las escuelas, en casa, en la familia; creo que los valores que nosotros inculquemos son muy importantes, me iría por el lado de la prevención, pero para el otro tema hacer estudio muy profundo”, reiteró Espinosa Castorena.
Recordó que con base en su experiencia como juez penal durante diez años, se enfrentó en más de una ocasión que al momento que va a dictar una sentencia se tiene contacto con el inculpado, con el menor, y no se sabe lo que está viviendo ese joven,; pues como sociedad a es fácil cuestionar y criticar, pero cada caso es complicado, “no sabemos la vivencia que tiene el menor en su casa, escuela, familia, ambiente social y que los orilla a cometer ese tipo de acciones”, apuntó.
Dijo saber que en este tema hay una diversidad de puntos de vista, pues hay para quienes es poco aplicar la medida considerada por ley a un menor que mató a otra persona, más cuando se trata de la familia de la víctima, al considerar que finalmente son temas subjetivos en los que no hay respuesta adecuada.