- Es necesario erradicar el regateo a los productos de artesanas y artesanos, así como empezar a construir una cultura que les dé su lugar en la sociedad.
- “Quienes se están beneficiando más son personas que vienen de otros países, que los detectan en los tianguis, en las ferias y entonces los hacen sus proveedores pero a costos muy bajos”.
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La negociación para que se baje el precio de un producto elaborado por un artesano es una realidad tangible en cualquier ciudad de la República Mexicana, aprovechándose así de las necesidades de los artesanos y malbaratando un trabajo que desde distintas perspectivas no sólo es funcional o un accesorio, sino que se le vincula con arte. La doctora Virginia Peñaloza Peña, directora y fundadora la Red Nacional de Artesanos de México (Rendart), explicó que el regateo es una de las situaciones que más les afecta, no solamente por no ser remunerados correctamente, sino que tampoco dignifica su trabajo y no se le da el espacio que debería tener en la sociedad.
La representante de la asociación que busca impulsar la producción, el mercado y especialmente la defensa de los derechos de los artesanos, señaló que existe otra problemática que va más allá del regateo y que consta de la participación de extranjeros que compran los productos a los artesanos a un bajo precio y que se lo llevan a otros países para venderlos a mejor precio, quedándose así con las ganancias. “Hay muchos intermediarios: quienes se están beneficiando más son personas que vienen de otros países, que los detectan en los tianguis, en las ferias y entonces los hacen sus proveedores pero a costos muy bajos. Entonces ellos -los artesanos- dicen bueno, no hay otra opción, al menos sale para la leche y para el pan”, detalló Virginia Peñaloza Peña.
Lo que se busca que es que se acabe el regateo a las artesanías y se comience a construir una cultura que dignifique los trabajos que vienen desde las costumbres indígenas más antañas de la sociedad. Virginia Peñaloza Peña agregó que para poder abonar en el respeto de los trabajos artesanales, se está proponiendo la creación de un sindicato para artesanos en el que, como en otros sindicatos, exista una representación que defienda sus derechos laborales.
La discusión actual, según dijo la presidente de Rendart, se basa en que al pertenecer a un sindicato perderían su condición de independientes, sin embargo, la necesidad que existe para que se escuche la voz de los artesanos cada vez se hace más fuerte. Por lo pronto esta propuesta se pondrá en una mesa de diálogo y se espera que pueda proceder.
Caso similar es el de los pepenadores quienes también trabajan independientemente; actualmente en México sí existen sindicatos de pepenadores, de hecho, en Aguascalientes, una aglomeración de pepenadores está afiliados a un sindicato de Servicios Varios por parte de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Aguascalientes, por lo que pensar en un sindicato para los artesanos no parece algo inalcanzable.
La dignificación de las artesanías no sólo se reduce a su valor monetario, sino también al cultural, sólo falta recordar la exposición que actualmente se encuentra en el Museo Espacio “Anillos Concéntricos”, la cual recopila trabajos artísticos fabricados con recursos o técnicas ligadas a la artesanía.