“En la política, no en la economía, encontramos la creativa dialéctica de los opuestos: la política es la prudencia temeraria, la unidad diversa, la conciliación armada, el artificio natural, contemporización creativa y el juego serio del que depende la civilización libre”, Orwell.
Aguascalientes es un estado atípico en muchos sentidos, es una entidad que tiene un porcentaje pequeño de población nacional, pero que en aportación al PIB representa un número considerable, con una sociedad que aún es considerada conservadora y en donde se presume un buen nivel de vida. En el contexto político también se puede visualizar como un caso poco común a nivel nacional. El Estado y municipio capital, son gobernados por el PAN, la mayoría en el palacio legislativo también es panista, no obstante la vida interna de cada partido advierte los futuros y porvenires. El hecho de que en este momento exista dicha mayoría, no significa que sea garantía y que se traduzca en una permanencia absoluta.
Como bien dice el dicho “Quién no conoce su historia, está condenado a repetirla”. Carlos Castillo Peraza siempre expresó que el peor enemigo del panista es el propio panista, y que también cuando en el partido sus militantes se alejan de sus principios, siempre pierden. Mucha complejidad existe cuando los partidos llegan a poder, una cosa es la vida interna y otra muy distinta es poder gobernar de manera eficaz y eficiente. Sin duda alguna, administrar las crisis conlleva un gran esfuerzo y del mismo modo se refleja la cosecha, pero para administrar el poder se necesita una estructura y una sensatez inefable.
Es evidente que la contienda interna en el PAN ha comenzado, existen 5 liderazgos que aglutina la gran mayoría de la militancia, el gobernador Martín Orozco, el vocero del CEN Fernando Herrera, la alcaldesa Tere Jiménez, el senador Toño Martín del Campo y Arturo González. Existen diversas combinaciones hipotéticas que se pudiesen presentar, tanto a modo de alianza, como en la propia dinámica que se deberá definir para la selección de los candidatos. Todos tienen presencia, estrategia, visión y equipos que están trabajando en generar las posibilidades.
“Quienes están cómodamente instalados en las estructuras creadas por ellos para beneficio de los menos, no se preocuparán por cambiarlas”, Efraín González Luna.
Los resultados en la política son multifactoriales, en muchas de las ocasiones las circunstancias externas sobrepasan a las intenciones o las estrategias que se desarrollan, en un análisis sobre la situación en la que se encuentran los demás partidos políticos en la entidad, se puede apreciar que el PRI aún tiene un desgaste en cuanto a su marca se refiere, no existe un liderazgo estatal que haya cubierto el espacio de Lorena Martínez o el del exgobernador Carlos Lozano, tienen pocos espacios y la disputa sigue por conservar los cotos de poder que aún tienen como partido. El otro partido que está en condiciones de ser competitivo para la siguiente contienda electoral en el 2021 es Morena, sin embargo, los conflictos internos parecen no terminar, la tesitura nacional de su dirigencia se ve reflejada en Aguascalientes, no se percibe una buena dinámica entre los liderazgos, y como factor adicional el presidente por primera vez en 18 años empieza a mostrar una baja considerable en aceptación, datos proporcionados por Consulta Mitofsky de Roy Campos, ubicaron a AMLO en 56 puntos. Evidentemente el preámbulo externo puede facilitar la continuidad del PAN.
Los partidos políticos son instituciones vulnerables, en donde se presentan diversas patologías, en todos existe la arrogancia elitista y tecnocrática, las cuotas de liderazgos y los sacrificados, no obstante, cuando se procura la sensatez y la diplomacia, los proyectos pueden aglutinar a todos y con esto mismo tener mayor posibilidad.
La lucha partidista a veces es más feroz que la que se libra con otros partidos. Hay un arma que ha funcionado: el conocimiento de la doctrina del partido, de su historia y de sus documentos fundamentales, ese conocimiento da autoridad y reconocimiento, extiende jerarquía y respeto para construir acuerdos; la vida interna del PAN no se puede entender de manera individual, de tal modo que la continuidad estriba en sembrar y cosechar afectos con los correligionarios para que la lucha externa esté acompañada y no comploteada. La disciplina es fundamental para someter el interés particular al bien general.
Si el PAN logra reconocer, dialogar, construir e incluir mucho más allá de los rencores que tuvieron origen en las infatuaciones, entonces podrá tener continuidad.
“Nunca nos derrotó la derrota, que no nos derrote ahora la victoria”, Luis H. Álvarez.
IN SILENTIO MEI VERBA, LA PALABRA ES PODER.