De alguna u otra manera sabíamos que la actuación de Joaquín Phoenix como el Joker lo llevaría a ganar el Oscar como mejor actor en 2020. Hubo muchas buenas interpretaciones, pero ninguna tan certera y emotiva como ésta.
No era una actuación sencilla, un personaje lleno de matices, se necesitaba un hombre muy histriónico para que su rostro pudiera manifestar todos los trastornos que su enfermedad le hacía padecer a fin de que los espectadores pudiéramos conmovernos con esos detalles tan penosos que se padecen en una enfermedad mental.
Lo más difícil de interpretar a una persona con un padecimiento como el del Joker es la mirada, pasar de la perturbación, a la desilusión, a la depresión, a la desorientación, entre otras etapas que pueda experimentar, de manera concatenada y casi sin parpadear, así fue como Don Joaquín nos convenció de que su actuación fue tan real como impecable.
Su personaje nos permite observar el como un hombre es despreciado e ignorado por tener un trastorno, se burlaban de él por sus risas incontrolables y sumado a sus problemas familiares y emocionales vivía una profunda depresión.
En depresión, con sentimiento de abandono viven un sin número de personas que de alguna manera u otra quisieran que sus problemas fueran escuchados o solucionados y no me refiero a problemas mentales sino a todo aquello que como sociedad nos aqueja.
Quizá el sufrimiento del Joker fue un parte aguas en Phoenix para dar un mensaje tan emotivo y certero o ya estaba él en un proceso de introspectivo de cambio, de sensibilización personal ante todo lo que ocurre en el mundo, no podemos deducirlo, lo que sí percibimos es que eligió las palabras justas para alzar la voz en pro de las minorías.
Hemos escuchados muchos discursos en la entrega de los Oscares, algunos con un impacto mediático y otros social. Pocos trascienden, pero el de la noche del domingo será recordado durante muchos años, permanecerá en tendencia pues la impunidad nunca termina.
Cuando dieron a conocer que en la cena después de la premiación la cena sería vegana y que estaba promovida por Phoenix imaginé que al ganar su discurso sería en pro del veganismo únicamente, pero la causa social con la que entregó su descontento por todos los aspectos donde las minorías luchan por conseguir un cambio y ser escuchados.
Su lucha contra la injusticia, centrado en la “idea” (como la concepción de…) nos habla de la ruptura de paradigmas para dejar atrás los hábitos nocivos que se convirtieron en costumbre y por los que padecemos todos los días pues la corrupción, la desigualdad, la violencia de género, la denigración son el pan de cada día.
“La idea” se concibe como todo lo que el poder ha creado en pos de un beneficio para una riqueza sin causa que nulifica los derechos a manifestarse de manera libre para ser oprimidos y olvidados.
Durante su discurso habla de la desigualdad de género, racismo y derechos de los animales, si los unimos podemos ver que esos tipos de violencia incurren en, como bien lo dijo, la injusticia. Pareciera exagerado pero la explotación de los pollos para su rápido crecimiento y venta ocasiona problemas de salud en las personas pues su organismo no puede procesar o desintoxicar al cuerpo de las hormonas del crecimiento a las que las aves son sometidos y producen tumores, cáncer, entre algunas otras enfermedades. El producto final de la explotación animal es la enfermedad y eso impulsa el sector farmacéutico, todo un círculo nocivo de injusticias.
Respeto, quizá puede ser la palabra con la que podría definir el discurso de Phoenix, pues fue incluyente, respetuoso y muy directo.
La unidad, el respeto, la justicia, el apoyarnos mutuamente no tiene que ver con religión alguna sino con el sentido de la humanidad y el equilibrio con los seres vivos.
Escuchamos un discurso breve, directo, sincero y muy bien pensado que llegó al profundo del entendimiento y nos identificamos en diferentes aspectos, mi esposo y yo pensamos de inmediato en el vegetarianismo, pues es nuestro estilo de vida, pero al volverlo a oír pudimos reflexionar sobre muchos más aspectos que solo la alimentación sustentable.
En el mundo necesitamos más Joaquín Phoenix con nosotros, primero porque es un hombre muy talentoso que nos hace vibrar con sus interpretaciones y como esos se necesitan mil en el cine, segundo porque es un hombre sensible que inteligentemente impacta sobre sus convicciones y tercero porque todos necesitamos aceptar y pedir perdón para poder trascender y llegar a donde él en donde nos desarrollamos.
Seguramente otros Jokers vendrán en la historia del cine pero sin duda alguna el intérprete de 2019 será inolvidable.
Y usted ¿por qué causa levantaría la voz?
Laus Deo
@paulanajber