Estudian violencia criminal en América Latina a través de historias de vida de sus ejecutores - LJA Aguascalientes
15/11/2024

  • Se pretende dar voz a personas consideradas peligrosas y ver el lado humano de la violencia
  • Los estudios cualitativos nos permiten ver a las personas con rostros y no sólo como si fueran cifras, entender por qué lo hace y cuáles son las recompensas por meterse en el mundo criminal: Laura H. Atuesta

 

 

Los hechos violentos y asesinatos en México y América Latina pueden estar vinculados a diferentes contextos como el narcotráfico y el ajuste de cuentas con otros grupos criminales, o situaciones como un asalto que sale de control, un feminicidio o un asesino serial que ha dejado a un número considerable de víctimas.

Todas estas muertes son registradas en las cifras de criminalidad y violencia. Sin embargo, ¿qué es lo que impulsa a las personas a realizar estos actos y normalizarlos? En el libro La muerte es un negocio. Miradas a la violencia criminal en América Latina ―coordinado por los doctores Laura H. Atuesta y Javier Treviño, profesores de CIDE Región Centro― se indaga en la naturaleza de las acciones y en quienes cometen los hechos criminales.

El objetivo del libro es analizar cómo se forman los profesionales de la violencia, cómo se normalizan estos actos y también explicar cómo funcionan las diversas organizaciones criminales. Se pretende dar voz a personas consideradas peligrosas y ver el lado humano de la violencia.

Los objetos de estudio analizados son fenómenos de violencia que aparecieron en México, Colombia y Perú. En entrevista, la Dra. Atuesta explicó que estas tres naciones tienen una historia que los vincula y explicó “lo que se hace en políticas públicas y en materia de seguridad en un país afecta directamente a los otros y estos tres países se han entrelazado a lo largo del tiempo por sus políticas de seguridad. Solo para poner un ejemplo, cuando cerraron el puente aéreo entre Perú y Colombia para que no se exportara coca en esta ruta, las organizaciones criminales colombianas tomaron la decisión de sembrar ellos la coca y después llevarla a los laboratorios, esto generó un cambio en las organizaciones criminales en Colombia’’.

Los estudios sobre violencia generalmente recurren a la metodología cuantitativa, donde las grandes cifras son la base en el diseño de políticas públicas. En contraste, la investigación presentada por académicos del CIDE aplica métodos cualitativos como la entrevista a profundidad y la observación etnográfica. La aplicación de estas herramientas permite ubicar contextos y particularidades de las circunstancias para entender mejor a quiénes realizaron actos criminales.

“Los estudios cualitativos nos permiten ver a las personas con rostros y no sólo como si fueran cifras, entender por qué lo hace y cuáles son las recompensas por meterse en el mundo criminal”, explicó la Dra. Atuesta y agregó que el uso de estas técnicas da información importante para que las políticas públicas puedan tomar en cuenta esas situaciones y tratar de solucionar directamente las causas que están generando violencia en los países.

 


Ejes de la violencia criminal en Colombia, Perú y México

Algunos de los hallazgos de la investigación se condensan en cuatro hipótesis. La primera sostiene que en la mayoría de los casos los adolescentes son víctimas de la violencia, pero también la ejercen. La segunda idea radica en el Estado ausente, ya que sus políticas estatales generan más violencia, donde crecen las organizaciones criminales.

La tercera hipótesis sostiene que el consumo de drogas y los delitos no tienen necesariamente una relación de causalidad. El último hallazgo expone cómo las organizaciones criminales crean normas sobre la sociedad cuando el Estado y las instituciones se encuentran débiles.

Algunos de las historias que se abordan en el libro son cómo funcionan las extorsiones en Perú, los rituales criminales de los Caballeros Templarios en México y el microtráfico en Cali, Colombia, entre otras. Otros de los investigadores que contribuyeron a la construcción del libro fueron: Froylán Enciso y Daniel Zizumbo, ambos profesores investigadores del CIDE Región Centro.

Laura H. Atuesta es coordinadora del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Región Centro. Es Doctora en Economía Aplicada por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Sus líneas investigación están enfocadas en temas de economía regional y urbana, el crimen organizado y la evaluación de las políticas de seguridad.

Javier Treviño Rangel es Doctor en Sociología y Maestro en Derechos Humanos por la LSE. Es cátedra Conacyt y profesor investigador en el Programa de Política de Drogas en el CIDE Región Centro. Sus investigaciones académicas están vinculadas a la sociología de las atrocidades, justicia transicional, violaciones de derechos humanos en México y abusos a migrantes en tránsito por nuestro país.

 

CIDE


Show Full Content
Previous Precio de las principales mezclas de petróleo, a la baja
Next Continúa IEA entrega de becas a estudiantes de educación básica
Close

NEXT STORY

Close

Entregan plazas a docentes y asesores por Concurso de Oposición

18/08/2017
Close