- Reportes de personas agresivas o sospechosas, accidentes de tránsito, incidentes de violencia familiar, emergencias médicas y alarmas activadas son las más comunes. Las llamadas de broma van a la baja.
EMEEQUIS/Patricia Tapia
911 ¿Cuál es su emergencia? En 2019 se atendieron menos llamadas totales respecto a 2017, cuando entró en operación a nivel nacional. Se observa una disminución en las improcedentes, pero en contraste, las reales han ido en aumento. Lo que más se recibe son casos de seguridad y médicos.
De acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el año pasado los Centros de Atención de Llamadas de Emergencia (CALLE) recibieron 75 millones 222 mil 524 llamados de la ciudadanía, 33% menos que en 2017 (112 millones 460 mil 767).
Sin embargo, las llamadas procedentes (reales) se han incrementado, pues el año pasado fueron 16 millones 44 mil 138, mientras que en 2017 fueron casi 14 millones (15% más). En estas se engloban las de seguridad, médicas, asistencia, protección civil y servicios públicos.
En estas, la de mayor crecimiento fueron las de asistencias a emergencias en un 158%, las de protección civil lo hicieron en un 22%, las de seguridad en un 11% y las médicas en 9%.
La disminución en números totales
Las entidades donde se presenta la mayor caída de llamadas totales son Veracruz y Oaxaca, en cada una se han desplomado en 66%. En San Luis Potosí, 57%; en Nayarit, 54%, y en Baja California Sur, 51%.
Destaca que de las más de 282 millones que se han atendido entre 2017 y 2019, solo 16% fueron procedentes, es decir, fueron verdaderas emergencias y 84% no lo fueron.
El proyecto fue impulsado por la administración de Enrique Peña Nieto. En 2014, el Ejecutivo propuso un número único de emergencias para todo el país, por lo que el SESNSP Implementó el 911 para brindar un servicio más ágil y que permitiera agilizar la respuesta de las autoridades. En 2016 se puso en marcha en 16 entidades y para 2017 la cobertura ya era nacional.
Menos llamadas improcedentes
Las cifras muestran que las llamadas improcedentes, que se clasifican en: muda, incompleta, broma de niños, de no emergencia, jóvenes o adultos jugando, transferencia, insulto u obscena y de prueba se redujeron 40%, al pasar de 98 millones 523 mil 93 en 2017 a 59 millones 178 mil 386 en 2019.
Las llamadas que han descendido de manera importante en este rubro son las de bromas de niños y las mudas en un 77% y 67%, respectivamente.
En algunas entidades del país el hacer llamadas de broma o falsas al 911 está penado con cárcel. Como es el caso de Monterrey, que ha sentado precedentes, en el tema. En 2018, un hombre fue notificado de su sentencia de ser encarcelado en el Penal de Topo Chico por cuatro meses, derivado de una llamada falsa que realizó en 2016 alertando una emergencia en la casa de su expareja.
A detalle
De las llamadas “reales”, las de seguridad son las que más se realizan. Entre 2017 y 2019 se hicieron 9 millones 870 mil 475 en promedio al año, esto representa 65% del total de procedentes.
Más de la mitad de estos asuntos están clasificados como el “resto de incidentes de seguridad pública”. En los que sí están detallados, en primer lugar, se encuentran los reportes de persona agresiva, el segundo es de persona sospechosa, el tercero es accidente de tránsito sin lesionados, le sigue violencia familiar y alarma activada de emergencia.
El otro tipo de incidentes con mayor demanda de atención son los médicos, estos en promedio fueron 2 millones 123 mil 902 de las llamadas reales, que significan un 14% del total.
En estos también la mitad de ello se registró como “resto de incidentes médicos”, mientras que los definidos están encabezados por urgencia por enfermedad, después están los accidentes de vehículo con lesionados, personas inconscientes, caídas y percances médicos clínicos.
Falta mejorar
De acuerdo con una investigación de la Organización No Gubernamental Causa en Común, en su evaluación de los CALLE, indica que los servicios de emergencia en México no mejorarán si no se desarrollan y profesionalizan sus instituciones en seguridad y si, como país, no se asume la importancia de construir un buen servicio.
En el estudio se valora la infraestructura física, organización, recursos humanos, operación, indicadores de evaluación de la llamada, tecnología y normativa, con base en una escala de cero a -100, en donde si el número se acerca más a cero, menos es el incumplimiento, y si se acerca más a -100 es mayor.
En el ámbito nacional, la variable que tiene menor calificación es la de indicadores de evaluación de la llamada con -46. En los hallazgos está que, por ejemplo, 21 estados no contestaron si tenían registros de incidentes debidamente tipificados.
Además, 22 entidades no contestaron el porcentaje de incidentes que cumplieron los protocolos de atención conforme a la Norma Técnica para la Estandarización de los Servicios de Atención de Llamadas de Emergencia.
En las observaciones finales de esta variable, la ONG apunta que es común que las Secretarías de Seguridad Pública conozcan sólo las estadísticas de llamadas procedentes, improcedentes y tipos de incidentes detectados, sin que profundicen en el análisis de la información que les pueda brindar el CALLE.
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