Estimado lector, buen jueves, no pude evitar la tentación de parafrasear aquella campaña publicitaria automotriz donde el padre, hombre de campo orgulloso, mostraba la inmensidad del territorio de la familia a su primogénito, haciéndole ver que algún día todo eso sería suyo, la gracia o el chiste del spot era cuando el pequeño le preguntaba sí también la camioneta le iba a pertenecer y el papá fingía demencia. Alusión también a la película animada de Disney El Rey León cuando Mufasa le muestra el reino a Simba advirtiéndole que no se vaya a las tinieblas, y bueno, esa ya es otra historia.
En nuestro contexto, el cuestionamiento es más que claro ¿y los abrazos? Dónde quedaron. Inmersos en un discurso jocoso provocado por la figura presidencial, una situación permisible a todas luces y hasta cotidiana, desde esa óptica entonces estoy en la posibilidad y el derecho a preguntarle al jefe supremo cómo debo aplicar o entender la frase, su frase, abrazos, no balazos.
La opinión pública, los periodistas y reporteros que acuden valientemente a la rueda de prensa que se lleva a cabo todas las mañanas, le cuestionan constantemente sobre la pertinencia de continuar con su estrategia para combatir la violencia en todo el territorio nacional, y la respuesta siempre es la misma, no se va a cambiar, porque él está convencido que es la mejor manera de parar este cáncer social que nos consume de manera acelerada.
Qué le parece si para mantener al pueblo bueno, al malo y al feo entretenido o desenfocado de la realidad lanzamos otra ocurrencia, una aún más jocosa, divertida, absurda e imposible de llevarse a cabo; es el maestro de la distracción, el gurú del espectáculo político mediático, el tiempo de exposición en medios que utiliza el presidente de México no lo tiene nadie, ningún otro mandatario ni de países industrializados ni de los llamados emergentes, de cualquiera de los continentes, nadie echa mano de tan mortífera herramienta persuasiva como el señor que cerró la residencia oficial de Los Pinos. Con tantos temas relevantes en la agenda nacional, de pronto nos topamos con que el líder supremo quiere rifar el TP01, lo cual, sin duda ocasionó lo que él quería, distraer nuestra atención, como se dice por ahí, el chamaco es risueño y le hacen cosquillas… así somos; los memes no tardaron en salir, la opinión pública se volcó hacia la ocurrencia, hasta los medios internacionales cayeron en la trampa, y cómo no iba a suceder eso, si el señor Andrés es el maestro de la cortina de humo. En fin, mientras revisábamos memes, otros tantos se ofendían por la ligereza en que se abordó el tema, el resto pensamos con qué postre acompañar la broma, vamos, hasta un diputado local por Morena en Querétaro se atrevió a decir que con lo que se recaudara de la rifa se podría pagar la deuda de México y sobraría para los chicles; mientras eso pasaba, se daban a conocer las cifras de homicidios durante 2019, obviamente comparado contra 2018, de entrada le adelanto que el incremento de los números no es culpa de don Andrés, sino de Calderón y Peña, que seguramente y desde lo oscurito siguen gobernando esta patria libre y soberana.
Creo que a todos nos queda claro que desde que México dejó de tener generales presidentes, el último de ellos, Manuel Ávila Camacho, las cosas no han sido del todo buenas para la sociedad; el apellido que se le venga a la cabeza, Díaz Ordaz, De la Madrid, Calderón, Peña, ninguno de ellos vio por el pueblo, sí en cambio por sus intereses personales, sin duda esto hoy por hoy no abona a la reestructura de la nación, pero también es cierto que la 4T hasta el momento, lo que ha dejado ver no presenta una verdadera opción de cambio.
En cuestión de seguridad, los números son fríos y no mienten, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) informó que, durante 2019, se contabilizaron más homicidios que los reportados desde hace 22 años, es decir, desde 1997 no habíamos tenido un año tan violento como el último de la década.
Durante el primer año de gobierno del señor López, se contabilizaron 35 mil 588 muertes, de estas 34 mil 582 fueron homicidios dolosos, de esta última cifra 24 mil 420 se dieron por disparo de arma de fuego. Apenas el lunes pasado se dio a conocer el informe del SESNSP, el cual también incluyó cifras sobre feminicidios, durante el mismo periodo, es decir en los 12 meses de 2019 fueron asesinadas mil seis mujeres, de las cuales 218 víctimas fueron por disparo, 220 por arma blanca y 512 por causa de otro componente.
El total de homicidios durante 2019 fue de 36 mil 594, las tres entidades recurrentes son Estado de México, Baja California y Guanajuato.
Con relación a secuestros, el reporte del SESNSP identifica a mil 614 personas, cifras que superan a las víctimas de este delito en 2018, la cual fue de mil 559.
Coronavirus, un avión que se pretende rifar, el desaire de López a Sicilia, el problema de desabasto de medicamentos en los centros de salud de todo el país, los migrantes, la presión de los gringos para que México detenga a los migrantes, el Insabi, la Guardia Nacional, la agenda nacional por sí misma, la transformación que nomás no comienza del todo.
El beneficio de la duda, la esperanza, la confianza, los buenos deseos para que esto funcione, nadie dijo que la rifa del tigre iba a ser miel sobre hojuelas; nada más no se pregunte, don Andrés, por qué los periodistas y reporteros que lo cuestionan ganan premios nacionales e internacionales y no los que lo adulan y le rinden pleitesías… tal vez porque los últimos no son auténticos.
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