- Propuestas buscan el regreso de prácticas como la tortura, el arraigo y el “dedazo”
- Serían un retroceso porque regresaríamos al sistema inquisitivo: magistrado Ponce Sánchez
Las reformas penales que se pretendieron presentar en el Congreso de la Unión para el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, representan un retroceso al regresar prácticas que se creían desterradas como la tortura, el arraigo y la designación de jueces y magistrados por “dedazo”, manifestó Juan Manuel Ponce Sánchez, magistrado de la Sala Penal y ex magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE). Consideró necesario dejar madurar el nuevo procedimiento.
Expuso como otra regresión la designación de jueces y magistrados, cuya decisión recaería directamente en los integrantes de los Consejos de la Judicatura, sin que se requiera que los interesados pasen por un examen de oposición para avalar conocimientos y habilidades para el cargo, lo cual ocasionaría que fueran politizados los nombramientos y eso acabaría con lo que se conoce como carrera judicial.
Tras recordar que el Sistema de Justicia Penal Acusatorio tiene poco tiempo de haberse implementado, agregó que es un trabajo complejo que no se hace de la noche a la mañana y requiere de desarrollo y perfeccionamiento; el magistrado lamentó el contenido del paquete de reformas que se pretendían presentar ante el Legislativo federal por parte del Gobierno Federal y la Fiscalía General de la República, cuyos borradores fueron filtrados y trajeron reacciones desfavorables por parte de expertos y activistas, quienes las consideran violatorias de los derechos humanos y en contra de los principios del novel sistema penal.
Explicó que estas violaciones significarían un retroceso para el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, ya que podrían regresar las confesiones obtenidas a base de tortura e incluso el arraigo, las cuales requirieron de una gran labor para ser desterradas por todas las implicaciones que se han dado a conocer, inclusive en este estado y que han sido motivo de encabezado en los diarios locales.
“Sí representaría un retroceso porque regresaríamos al sistema inquisitivo, el cual fue el tema fundamental por el cual se decidió principalmente cambiar el sistema, pues propiciaba situaciones graves en la persecución de los delitos…uno de los grandes vicios que se tuvo durante ese periodo fue el abuso de la obtención de la confesión por medios indebidos como la tortura; se busca dar valor en el proceso a pruebas que lleguen a ser obtenidas aún de manera ilícita, entonces eso permitiría nuevamente tener la confesión durante la fase de averiguación, que actualmente ya no se permite”.
Subrayó que el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio representa una evolución importante, por ello consideró que no es correcto que a los pocos años de implementarlo se quiera regresar al anterior, mismo que dejó de operar porque dejó mucho que desear en cuanto a impartición de justicia y derechos humanos, pues además se atentaría contra la presunción de inocencia, principio básico de dicho sistema, evitando con ello que el proceso jurídico se pueda llevar en libertad.
El magistrado manifestó la necesidad de dejar madurar el sistema de justicia penal actual, que al haber sido implementado muy recientemente, requiere perfeccionarse: “No, en este momento no es sano ni conveniente modificarlo, ya que tiene poco tiempo de ser implementado… no es correcto que a pocos años queramos regresar a un sistema anterior, que obviamente se quiso quitar porque había dejado de funcionar”.