La columna abordará temas relacionados a gadgets, computadoras y plataformas tecnológicas, con un enfoque vinculado a los negocios y los nuevos esquemas de economía compartida, su aprovechamiento en la educación, así como ciencia e investigaciones recientes en beneficio de la humanidad en materia de reducción de la desigualdad social, acceso al agua, salud, acceso a internet, sustentabilidad, energías alternativas y ciudades inteligentes.
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Los 10’s de la primera centuria de los 2000 fueron una década de impresionantes y muy lucrativas innovaciones tecnológicas y científicas, que lograron alcanzar la preferencia de los consumidores en medio de una oleada de transición de los teléfonos móviles a los smartphones y las aplicaciones, que pasaron de comunicarse por medio de GPRS a 3G y finalmente a 4G, con 5G por entrar en el mercado, abriendo paso a nuevos productos en el sector tecnológico empresarial y de consumo.
En un mundo que pasó de ser digital a un mundo conectado un simple tweet de un presidente logra desestabilizar los mercados financieros y encender las alertas a kilómetros de su ubicación, una aplicación logra transformar los esquemas de negocios hacia un modelo de economía compartida donde, algún bien puede generar liquidez debido a la demanda de comprarlo o rentarlo y las fronteras ya no existen para la comercialización de productos de toda índole. Las formas de entretenimiento ya no están limitadas a la disponibilidad de las grandes empresas que determinaban horarios para la transmisión de producciones televisivas, ahora el usuario “consume” el contenido de entretenimiento donde quiere y cuando quiere, realizando sus pagos a empresas que se encuentran del otro lado del mundo en cuestión de segundos.
Nuestro día a día de desarrolla en un universo de pantallas planas, tabletas, smartphones, streamings y servicios digitales para el cuidado de la salud. La vía de comunicación entre ciudadanos y políticos se ha transformado, aunque en la mayoría de los casos se trata de expresiones unidireccionales en las que el ciudadano no encuentra respuesta a sus demandas y derechos.
En este contexto, durante la primer semana de enero el Consumers Electronics Show 2020 presentó al mundo a más de 4500 empresas expositoras de nuevos productos en los sectores de movilidad, entretenimiento, cómputo, productividad, energías alternativas, salud, reducción de emisión de gases de efecto invernadero, belleza, y muchos dispositivos que apenas y podíamos imaginar.
Las tecnologías con mayor presencia y atención por parte de los visitantes fueron quizá las referentes a la movilidad; automóviles autónomos y nuevos medios de transporte individuales y colectivos de cero emisiones captaron la atención de asistentes de los cinco continentes, así como las fuentes alternas de energía. La vasta diversidad de productos principalmente asiáticos demostró la esperanza de crecimiento comercial para 2020 y la década que inicia en 2021, en la que la tecnología ya no solo representará consumos de comodidad, lujo, entretenimiento y confortables medios de transporte, ahora la humanidad será capaz de resolver grandes problemas con la ayuda de la inteligencia artificial y los robots. Seremos más sanos gracias a las nuevas tecnologías de la salud, accederemos a nuevos servicios y oportunidades de negocio gracias a la conectividad 5G. El cambio climático y el veloz crecimiento demográfico nos obligará a repensar la urbanización de las ciudades, los medios de transporte más eficientes y menos contaminantes, buscaremos garantizar el acceso al agua apta para el consumo humano, o al menos esto es algo que debiera ser de alta prioridad para gobiernos y sociedades.
Los 2020’s estarán marcados por la necesidad de resolver problemas apremiantes para la humanidad y es posible y necesario que nos enfoquemos en aprovechar la ciencia y la tecnología para crear ciudades inteligentes, capaces de un mejor aprovechamiento de los recursos y ciudadanos más conscientes de su realidad gracias al acceso a mayores fuentes de información y medios de expresión, así como nuevos esquemas de educación más personalizada y adecuada a las necesidades colectivas y los nuevos retos globales.
El exponencial consumo de servicios digitales han generado un estratosférico flujo de ingresos a empresas que en tan solo unos años han alcanzado ganancia multimillonarias gracias a consumidores fuera de sus fronteras y han abierto el mercado a nuevos oportunidades para emprendedores alrededor del mundo, ejemplo de ello son los servicios de streaming que se han convertido en plataformas para productores de cine y series de televisión. Este modelo de consumo ha traído consigo un alto riesgo para el flujo y la entrega de datos críticos y medios de pago, lo cual seguramente debiera impulsar una mayor regulación por parte de los gobiernos para la protección de datos personales y de consumidores frente a las políticas de empresas que continuamente se protegen más asi mismas, al menos en latinoamérica.
Sin duda alguna México es un país que ante todo, cuenta con un nivel de acceso a la educación considerable para disponer de mentes generadoras de productos y servicios de calidad, con oportunidades de impulsar manufactura y desarrollo en territorio nacional para consumo global, así como crear soluciones que se enfoquen en resolver las necesidades de los mexicanos en materia de agua, salud, educación y desarrollo sostenible.
La tecnología ha transformado al mundo día tras día, el reto es impulsar ideas y emprendedores que podrían ser generadores de cambios sociales y crecimiento económico para México.