- Se anticipa que el ritmo de expansión de la economía mundial comience a repuntar a partir de principios de 2020
- La ratificación del T-MEC en el Senado de Estados Unidos podría mejorar el panorama para la inversión
El Banco de México (Banxico) prevé una recuperación modesta en las perspectivas de crecimiento económico de México en 2020, según la opinión de la mayoría de miembros de su Junta de Gobierno.
A la sesión de la Junta de Gobierno asistieron Alejandro Díaz de León Carrillo, gobernador de Banxico; los subgobernadores Irene Espinosa Cantellano, Gerardo Esquivel Hernández, Javier Eduardo Guzmán Calafell, Jonathan Ernest Heath Constable; Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público; Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público; y el secretario de la Junta de Gobierno, Elías Villanueva Ochoa.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento, la mayoría de la Junta de Gobierno apuntó que éstas se han revisado a la baja. Un miembro consideró que es previsible que la inversión siga débil, ya que esta suele ser más sensible a un entorno de elevada incertidumbre que a uno de tasas de interés bajas. Añadió que las condiciones financieras más relajadas, más que conducir a una mayor acumulación de capital, propiciarían un aumento en el apalancamiento de empresas y hogares, lo que podría incrementar las vulnerabilidades financieras, especialmente en los segmentos menos regulados. Otro señaló que, durante las últimas semanas, algunos indicadores oportunos han comenzado a sugerir un posible cambio de tendencia. En este sentido, la mayoría coincidió en que se anticipa que el ritmo de expansión de la economía mundial comience a repuntar a partir de principios de 2020. Uno apuntó que esta previsión se sustenta en la expectativa de que, a la par del estímulo provisto por las medidas de política implementadas, la actividad económica global se verá apoyada por el desvanecimiento gradual de los efectos de algunos factores que la han afectado. Añadió que la recuperación económica sería gradual, mientras que otro agregó que sería heterogénea entre regiones.
Entre los factores de la recuperación destaca la aprobación inminente del tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y la baja probabilidad de que se repitan eventos negativos ocurridos en 2019, señalaron los miembros en la minuta de política monetaria divulgada este jueves. La junta señaló que “en un entorno de marcada incertidumbre”, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja, aunque destacó que la misma se ha reducido ante la próxima ratificación del T-MEC.
Esta ratificación del T-MEC en el Senado de Estados Unidos podría mejorar el panorama para la inversión, sin descartar los retos “no triviales” para su implementación, por lo que no es evidente que en el corto plazo se reactive la inversión privada.
Además, algunos miembros de la junta sostuvieron que se prevé una recuperación moderada del consumo privado, impulsada por la confianza del consumidor, los ingresos por remesas y la masa salarial.
A partir del 1 de enero de 2020, en México el salario mínimo aumentó un 20 por ciento y pasó de 102.68 a 123.22 pesos (de 5.4 a 6.5 dólares).
La mayoría de los miembros de la Junta del Banxico indicó que las expectativas de inflación para 2020 subieron ligeramente de 3.46 por ciento a 3.5 por ciento, de acuerdo con información conocida antes del aumento al salario mínimo.
Respecto a los riesgos internos, la Junta del Banxico destacó la incertidumbre acerca de la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya potencial pérdida del grado de inversión tendría en las finanzas públicas y la deuda soberana.
El grado de inversión de Pemex se ha mantenido y disminuido su prima de riesgo debido al apoyo del Gobierno Federal, a las operaciones de refinanciamiento y recompra de deuda y al incremento en la producción petrolera. Además, consideraron necesario reforzar las perspectivas crediticias de la empresa.
Como riesgos al alza para el crecimiento, un miembro de la Junta de Gobierno indicó que los fundamentos del consumo privado, como las remesas, la masa salarial real y la confianza del consumidor, permanecen fuertes. Señaló también que el objetivo de la política fiscal será un menor superávit, lo que permitirá un mayor gasto público. Señaló que los factores que típicamente provocan una desaceleración al inicio de cada sexenio ya no estarán presentes y comentó que los Programas Nacionales de Infraestructura y de Vivienda comenzarán a operar el próximo año. Asimismo, algunos miembros apuntaron que es posible que una postura monetaria menos restrictiva contribuya a una recuperación de la economía. Uno de ellos mencionó que se reactivaría paulatinamente la inversión y el consumo.
Para guiar sus acciones de política monetaria, la Junta de Gobierno da seguimiento cercano a la evolución de la inflación respecto a lo previsto, considerando la postura monetaria adoptada y el horizonte en el que esta opera. En este proceso, utiliza la información disponible de los determinantes de la inflación, así como sus expectativas de mediano y largo plazos, incluyendo el balance de riesgos para estos. A su vez, la política monetaria debe actuar con prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía. En este contexto, tomando en cuenta los menores niveles que registra la inflación general, sus perspectivas en el horizonte en el que opera la política monetaria, así como la mayor amplitud de las condiciones de holgura de la economía y el comportamiento reciente de las curvas de rendimiento externas e internas, la Junta de Gobierno decidió por mayoría disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.25%. Un miembro votó por disminuir dicho objetivo a un nivel de 7.00%. Para consolidar una inflación baja y estable, en un entorno en el que la formación de precios y las condiciones de holgura en la economía están sujetas a riesgos, la Junta de Gobierno continuará dando seguimiento cercano a todos los factores y elementos de incertidumbre que inciden en el comportamiento de la inflación y sus perspectivas, y tomará las acciones que se requieran con base en la información adicional, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del Banco de México en el plazo en el que opera la política monetaria.
La Junta mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial, en el entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa en un contexto externo en el que persisten riesgos, así como a la evolución de las condiciones de holgura y presiones de costos en la economía. Ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia ordenada y sostenida de esta a su objetivo de 3%, así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que alcancen dicha meta.
Votación:
Alejandro Díaz de León Carrillo, Irene Espinosa Cantellano, Javier Eduardo Guzmán Calafell y Jonathan Ernest Heath Constable votaron a favor de reducir el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 25 puntos base a un nivel de 7.25%. Gerardo Esquivel Hernández votó a favor de reducir el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 50 puntos base a un nivel de 7.00%.
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