Montar espectáculos. Eso es lo que le gusta al Congreso del Estado de Aguascalientes en lugar de trabajar por la ciudadanía. El Congreso es un show que presenta a diputados vestidos de una falsa piel de honorabilidad, de botas, trajes y corbatas de un extraño verde, con vestidos de alta couture para abrir la función, raros personajes con más de dos manos para abarcar los dineros que tienen a su cargo, que gritan en algún idioma inteligible lo que ellos creen que es la justicia, que enseñan los dientes y las garras como bestias para defender a su partido o sus intereses. Un show donde se observa que los extremos se tocan como uróboro, esa serpiente que se come la cola, en un lado están los “conservadores” y del otro los “liberales” o la “izquierda” y la “derecha” pero con ideas tan iguales que por eso no se sabe dónde inicia uno y termina el otro. Como las propuestas de Morena y del PAN.
Una nota de Claudia Rodríguez para LJA.MX, titulada “Trabajan iniciativa para sancionar abandono a embarazadas en Aguascalientes”, rescató las declaraciones de Natzielly Rodríguez Calzada, diputada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sobre la iniciativa que promueve junto a la panista Paloma Amézquita Carreón, presidente de la Comisión de la Familia, para modificar la legislación e incluir sanciones contra los hombres que traten de evadir su responsabilidad de paternidad y abandonen a las mujeres que embarazan. En la nota se lee también que “son muchos los hombres que embarazan a las mujeres y las dejan a la deriva, lo que hace que pasen solas ese proceso sin el respaldo del padre y es ahí donde muchas toman la decisión de abortar”, así como que “esta y otras propuestas como la legalización del aborto y la defensa de la ‘vida’, podrían buscar la opinión de la ciudadanía a través de una consulta”. Esta propuesta, que al parecer le ha endulzado el oído a la población interesada en promover los derechos humanos de las mujeres, no ahonda en el problema estructural que nos afecta y que tiene, por completo, una postura conservadora.
Al parecer, la diputada morenista no sabe que con la punición, es decir, el castigo, siempre se prioriza la criminalización de los involucrados a través de sanciones, dígase multas o encarcelamiento, pero también se deja de observar otros problemas, los graves y de raíz, en este caso a las mujeres que quedan embarazadas sin desearlo y a las mujeres que crían solas a sus hijos. Es más fácil pensar en el castigo que en la solución del problema, o el confundir venganza con justicia sin pensar siquiera en la reparación del daño, por eso mismo, el Congreso decide optar por leyes castigadoras como única y primera opción en su deficiente trabajo legislativo y de investigación en el tema.
Por ejemplo, eso de “obligar a pagar pensión” es una ilusión. Suena bonito en teoría, y sin embargo, uno de los graves pendiente que tiene el Poder Judicial es la resolución de los juicios de pago de las pensiones alimenticias por parte de los padres ausentes, pues por los vacíos legales no se ha podido obligar, ni con la cárcel en muchas ocasiones, a que se cumpla el pago, lo que deriva en la falta de protección de las mujeres e hijos. ¿Qué significa “evadir su responsabilidad de paternidad”? ¿Responder como machos “si la embarazas, te casas”? ¿Preservar el modelo de familia “tradicional”, la honra de la mujer? Al final, qué pasa cuando el padre acepta pagar la manutención de su hijo pero no tiene responsabilidades afectivas con él, no se hace cargo de la crianza ni de la educación, ¿pensaron que eso también vulnera los derechos de la infancia? Así, las mujeres todavía se ven obligadas a dobles jornadas de trabajo y a hacerse cargo de la crianza ellas solas. Un dato proporcionado por la organización civil Mamás en Acción en el 2018 ha revelado que 8 de cada 10 deudores alimenticios no cumplen con el pago de la pensión alimenticia en el país. Con estas cifras, ¿de verdad creen que se obligará a los hombres a “responderle” a la mujer embarazada y al hijo de ambos?
Para muchas personas será suficiente el castigo a los infractores. Dejan de lado que este sistema cultural en el que vivimos genera un control a través del castigo, en este caso a los hombres y su abandono, podrán tener miedo de pisar la cárcel por no cumplir con la manutención, pero no atenderán la responsabilidad emocional y sexual de su masculinidad, y de nuevo el castigo aterrizará en el cuerpo de las mujeres al ser objeto de señalamientos como que son ellas las responsables de quedar embarazadas por no “cerrar las piernas” y andarse metiendo con el novio.
El punitivismo todavía es usado como instrumento de represión, como un control para las normas morales y de decencia que impera en el estado y su sociedad, y fortalece la estigmatización del problema, en este caso, el embarazo “fuera del matrimonio”, que tiene otras raíces más complejas, como que en este Aguascalientes entre los primeros lugares de embarazos adolescentes, no se promueve la educación sexual desde las instituciones, de salud o de gobierno, y lo poco que se retoma es, otra vez, hacia el cuerpo de las jóvenes y de las mujeres, no a los varones y su involucramiento en métodos anticonceptivos y las responsabilidades incluidas.
Dice la diputada de Morena que “son muchos los hombres que embarazan a las mujeres y las dejan a la deriva […], es ahí donde muchas toman la decisión de abortar”. Y tache, Natzielly Rodríguez todavía no tiene en su radar que las mujeres van a abortar con o sin novio o marido. Su nula perspectiva de género se observa cuando todavía dice que esta propuesta ayudará a buscar la opinión de la ciudadanía a través de una consulta sobre la legalización del aborto o la “defensa de la vida desde la concepción”, se equivoca rotundamente. Los derechos humanos, ninguno, están bajo consulta, como en el caso de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Este año hemos visto que su partido, Morena, se ha encargado de realizar consultas públicas a modo, en beneficio de su agenda política antes que las necesidades de la sociedad. Prueba de ello es el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto de Santa Lucía. Su mismo líder de partido, Andrés Manuel López Obrador, ha hablado de resolver la legalización del aborto con una consulta pública. En Aguascalientes, el tema del aborto seguro y legal fue presentado en asuntos generales por otra diputada del mismo partido, sin que se vean avances hasta el momento del mismo. Ni lo tendrá. No lo dejarán subir a pleno. Es urgente la discusión desde el Congreso de este tema con una perspectiva científica y laica, algo que ha sido imposible de realizar por la presencia de diputados como Paloma Amézquita, promotora también junto con la de Morena de esta iniciativa sancionadora y partidaria del Frente Nacional por la Familia.
Esta iniciativa reduccionista que se cuelga de la perspectiva de género, sin tenerla, no abona en lo absoluto a pensar de los problemas de fondo, no los comunica porque no los conoce, no los estudia; los diputados no legislan después de un amplio trabajo de análisis con estrategias que impliquen un cambio social en cuestiones de estereotipo sexuales, de feminidades y masculinidades. Las niñas se convierten en jovencitas y luego en mujeres en una sociedad que les implanta las ideas estúpidas de que el amor es ciego y romántico, que lo mejor en la vida es ser madres, con conductas impulsivas que las llevan a alejarse de la familia e irse con el primer patán que les baje la luna y las estrellas, con la creencia de que para presionar a un hombre a casarse con ellas quedar embarazadas es una opción.
Ser uno de los estados con más adolescentes embarazadas en el país es un indicio de la carencia de acciones y leyes en campañas de educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos, como la vasectomía, a la que tanto miedo por ignorancia le tienen los hombres, de la falta comunicación familiar, de que niñas, niños y adolescentes no están preparados emocionalmente para no ser víctimas de violencias físicas y emocionales a manos de su pareja ni de nadie. Esa misma educación sexual responsable los salvaría de embarazos no deseados a cualquier edad y así no tener que cargar con maternidades impuestas. El Congreso, el Gobierno del Estado y han dejado expuestas, vulnerables y solas a las mujeres embarazadas, y a los hombres, complacidos con el permiso para faltar a su compromiso y continuar con su abuso.
Esta iniciativa de Natzielly Rodríguez y Paloma Amézquita se limita a ser un “show punitivista”: más castigos, penas mayores, propuestas “ruidosas” que pretenden hacer parecer que desde el Congreso “se hace algo” y que atiende las demandas de las mujeres y del feminismo. Montar espectáculos. Eso es lo que le gusta a los diputados cuando aparecen con bolsillos gordos, cuando en tribuna gritan mostrando sus fauces, una bestia de circo para el mejor postor, un show que se viste multicolor pero no aprueba el matrimonio igualitario ni la reasignación sexogenérica, una mujer con dos cabezas: una habla de paridad de género, la otra de criminalización del aborto, un espectáculo donde izquierda y derecha es un uróboro, no se sabe dónde inicia ni termina la serpiente que se muerde su cola, la que define la eterna lucha, el esfuerzo inútil. Monstruosos.
@negramagallanes