Probablemente, si usted comparte la pertenencia a la generación del Baby Boom, recordará aquella locura fílmica del excepcional humorista Mel Brooks, “Blazing Saddles” (1974, con Gene Wilder y Cleavon Little), y sólo por ayudar a la memoria, cito una reseña:
On Feb. 7, 1974, Warner Bros. unleashed a 125-minute, R-rated Western from Mel Brooks, Blazing Saddles. The film, nominated for three Oscars at the 47th Academy Awards, has become a pop culture touchstone. The Hollywood Reporter’s original review is below: Mel Brooks has come up with his most outrageous comedy to date in the brilliantly funny Blazing Saddles, a Mel Brooks Film for Warner Bros. release, produced by Michael Hertzberg. // Siendo el 7 de febrero de 1974, Warner Bros. produjo un western de 125 minutos, censurado con una R, de Mel Brooks, Blazing Saddles (Sillas ardientes). El film, nominado con tres Oscar para los 47º Premios de la Academia, se ha convertido en una piedra de toque de la cultura pop. La reseña original de la Hollywood Reporter´s es la siguiente: Mel Brooks ha salido con esta más sorprendentemente desbordada y descocada comedia a la fecha, en la brillantemente curiosa Blazing Saddles, una edición por Mel Brooks Film de Warner Bros., producida por Michael Hertzberg.
La referencia viene a cuento por contraste con el “show” que ha tenido al filo de la butaca a prácticamente todo el electorado norteamericano, como testigo de un tragicómico Juicio político de Impeachment contra el presidente actual Donald Trump, sólo tercero en la historia de los Estados Unidos en ser encausado por este tipo de juicio senatorial. Formalmente, esta semana, ya fueron votados los dos Artículos elaborados en la Cámara de Representantes, bajo la presidencia demócrata de la implacable Nancy Pelosi.
Este miércoles, la Cámara de Representantes acordó someter al mandatario a un juicio político por abuso de poder y obstrucción al Congreso. Si es hallado culpable en ese futuro proceso, el presidente será destituido, aunque las probabilidades de que eso ocurra son reducidas. La Cámara dio luz verde al impeachment por 230 votos a favor y 197 en contra por abuso de poder; y por 229 a favor y 198 en contra por obstrucción. (Fuente: BBC News mundo / 19 diciembre, 2019. https://bit.ly/2tC6Kws).
Si me he atrevido a hacer esta aparentemente burda comparación, es en razón de lo que a mí me parece la excesivamente desbordada y descocada narrativa del ahora ultra alineado Partido Republicano, no en torno a una idea o ideal político-democrático, sino a un solo hombre: Donald Trump. Tope a donde tope y llegue a donde llegue, sin mediar en realidad argumentación o mejor dicho contra-argumentación verosímil frente y contra la comedida y persistente narrativa demócrata, que en esto ha llevado la carga de la prueba y meses enteros de una férrea construcción jurídico-política.
El tono supuestamente reivindicativo, lo ha impuesto el mismo presidente Trump, en uno de sus proverbiales y últimos Tweets: So after the Democrats gave me no Due Process in the House, no lawyers, no witnesses, no nothing, they now want to tell the Senate how to run their trial. Actually, they have zero proof of anything, they will never even show up. They want out. I want an immediate trial!. Like’s 184K. 6:16 PM – Dec 19, 2019. 72.8 K personas están hablando de ello. // Entonces, después de que los demócratas no me dieron el debido proceso en la Cámara, ni abogados, ni testigos, ni nada, ahora quieren decirle al Senado cómo llevar a cabo su juicio. En realidad, no tienen ninguna prueba de nada, ni siquiera aparecerán. Ellos quieren salir ¡Quiero un juicio inmediato! (Trad. Para Google. Cuya numeralia a la fecha es 41.1 mil Retweets, 187 mil Me gusta).
El efecto derivado de esta disputa es el siguiente: The top two Senate leaders failed to reach an agreement on the structure for the Senate trial, according to two senators and an aide, leaving the path for a bipartisan agreement in limbo as Congress breaks for the holidays. Senate Majority Leader Mitch McConnell and Democratic Leader Chuck Schumer met privately off the Senate floor for 20 minutes, but the initial talks stalled over a dispute over when the articles of impeachment should be transmitted to the Senate from the House. The two leaders differ on how they see any initial agreement coming together and that gap hasn’t yet narrowed. // Los dos líderes más altos del Senado fallaron en alcanzar un acuerdo sobre la estructura del juicio Senatorial, de acuerdo con dos senadores y un ayudante, dejando el camino abierto de un acuerdo bi-partidista en el limbo, en tanto el Congreso entra en receso por las festividades. El líder de la Mayoría Senatorial Mitch McConnell y el líder Demócrata Chuck Schumer se encontraron en privado fuera del recinto del Senado por veinte minutos, pero las conversaciones iniciales se estancaron acerca de una disputa acerca de cuándo los artículos del impeachment debieran ser transmitidos del Senado a la Casa de Representantes. Ambos líderes estuvieron en desacuerdo sobre cómo ven que puedan concurrir sobre cualquier acuerdo inicial, y dicha brecha no ha sido cerrada.
Estando así las cosas, opino que es de crucial importancia asomarnos a la narrativa partidista que está en confrontación y poder justipreciar los méritos y valores o contrariu sensu mentiras y falsedadades que pudiere haber detrás de los argumentos, supuestamente emitidos en pro del buen sentido político y, sobre todo, de impulso real a la vida democrática de un país, que ha sido históricamente o ha pretendido ser el baluarte de la democracia y las libertades individuales y colectivas del mundo contemporáneo.
A pesar de haber tomado varias horas el proceso de votación en la Cámara de Representantes, que implicó una breve motivación y explicación uninominal de aproximadamente un minuto, de ambas fracciones, la clara línea establecida por la bancada del Partido Republicano, fue reiterada por cada votante al cansancio, unívoca, idéntica, abiertamente dicotómica: anti-presidencial, y lo más falaz: insustanciada y de índole “partidista a ultranza” por parte de los demócratas. Una supuesta verdad palmaria argumentativa de la sinrazón y el consabido derroche de tiempo y dinero del contribuyente americano en una causa perdida y absurda.
En síntesis, los representantes del Partido Republicano, por su parte, afirmaron que los demócratas quieren sacar a Trump de la Casa Blanca desde el primer día de su gobierno y consideraron que la investigación del impeachment no había sido justa ni imparcial. De igual modo, afirmaron que no hay evidencias de que el mandatario haya incurrido en los cargos que se le imputan y que todo el proceso se basa en “rumores y conjeturas”.
Nancy Pelosi, impulsadora de la iniciativa. Expresó: “Durante siglos, estadounidenses lucharon y murieron para defender la democracia, pero tristemente ahora la visión de los padres fundadores de la república está bajo amenaza por las acciones de la Casa Blanca”, manifestó. “Si no actuamos ahora, estaremos abandonando nuestro deber. Es trágico que las osadas acciones del presidente vuelvan necesario el impeachment. No nos ha dado otra opción”.
En realidad, los argumentos que esgrimen los representantes republicanos son formalmente una falacia, por desplazamiento del asunto controversial al pasado. Implican una actitud recalcitrante de los demócratas contra la persona de Donald Trump, que adjudican a la base de su investidura como Presidente, y amplifican como odio cerval contra su persona. Sin embargo, los alegatos férreamente recolectados a lo largo de los meses y fuertemente sustanciados por las instituciones mismas de Inteligencia del Estado no son confrontados y debidamente respondidos. Se trata de trasladar el problema de fondo a una fuga del pasado; y, en todo caso, al muy manido argumento “ad hominem”. Implicando “a priori” el odio “partisano” supuestamente de los demócratas contra el Presidente de los EE.UU.AA. Lo cual suma como una falacia argumentativa, sin que se confronte el problema de fondo: los crímenes y malos comportamientos del presidente en funciones.
Por el contrario, los argumentos de los legisladores del Partido Demócrata insistieron en que Trump había puesto su interés político personal por encima del interés nacional, abusando del poder de su cargo para presionar indebidamente a Ucrania con el fin de hacer que interfiriera en la campaña presidencial -perjudicando a Biden con el anuncio de las investigaciones en su contra- y socavando de esta manera la democracia.
En realidad se trata de una invectiva, aún por suceder, es decir trasladándola hacia el próximo futuro de las elecciones federales para “reelección de la Presidencia”, pero sustanciada en el comportamiento de “abuso del poder” que el presidente Trump ha ejercido, en pro de su reelección en los comicios próximos; reteniendo una ayuda financiero-militar autorizada por el Congreso al gobierno de Ucrania, urgido de apoyo contra el avasallamiento del gobierno soviético del presidente Putin, y condicionada por Donald Trump a cambio (famoso quid pro quo), de hacer pública una investigación de corrupción contra el potencial rival electoral demócrata, exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter. Todo ello, argumento central, poniendo en riesgo la propia seguridad nacional de los Estados Unidos. Argumentos que nada tienen de ficticios y sí de gran peso retórico ante un presidente que ha querido burlar los pesos y contrapesos de las instituciones políticas internas.
Se concluye que la jornada de la votación cameral reflejó la profunda división entre ambos partidos y la votación terminó -como se esperaba- siendo aprobada por la mayoría del Partido Demócrata en la Cámara Baja. No obstante, se anticipa en el juicio senatorial, una exculpación del Presidente, no por falta de evidencia y pruebas delictivas, sino por una alineación acrítica –esa sí “riged”/pre-establecida de la mayoría republicana, que algún reportero de la cadena CNN ya calificó como “protectora de varias carreras políticas”. Dejando, obviamente, el juicio a las urnas electorales el martes 3 de noviembre 2020. Ah! Y de una argumentación manifiestamente maniquea –dicotómica- y cínica, a sabiendas de los hechos históricos.
Al final, ésta confrontación se allana en parte, mediante el acuerdo congresional de aprobar el Acuerdo comercial de América del Norte, el T-MEC. Condicionado a la resolución que emita en su momento el Senado sobre el famoso Impeachment. The House is now taking its last vote of the year on passage of Trump’s revised NAFTA plan, or the US Mexico Canada Agreement. The House will then adjourn until January, without a vote to formally advance and send the impeachment articles to the Senate. 4:27 p.m. ET, December 19, 2019.(https://cnn.it/2MkgzWl).