Se imagina, estimado lector, a Enrique Peña Nieto como presidente de la República contestando todas las críticas o haciendo berrinche por los miles de memes que se generaban a diario sobre su actuar como el primer burócrata de la nación e incluso hacia su persona, todas esas sátiras mediáticas durante su sexenio, tomando en cuenta que le llovieron por minuto rechiflas del respetable, incluyendo claro está las del opositor de izquierda radical que ahora gobierna desde Palacio Nacional, perdón, es mucho decir que gobierna, en fin, de por sí fueron seis años muy difíciles para nuestro México querido, la última administración priista, neoliberal como dijera aquel, llena de inconsistencias y falta de brújula, como ahora, yo no sé por qué tanto drama arma don Andrés cuando se comparan las administraciones, hasta el momento ambas incompetentes para conducir las riendas del país. Está claro que no es el tiempo que lleva al frente este mandatario novato, ni los seis de Peña, y los otros seis de Felipe y más atrás de don Vicente, Zedillo, Carlitos y ahí le paramos porque fácil llegamos con este recuento hasta Cárdenas del Río y el panorama es igual de gris, es la suma de todos los gobiernos fallidos que hemos tenido, cuál es la diferencia. Andrés Manuel no es ni será la solución a los problemas históricos de México y tampoco las cosas se solucionarán con una estrategia plagada de ocurrencias y evidente inexperiencia. La diferencia, estimado lector, es la conducta, la manera en que se conduce este personaje, las constantes justificaciones para no asumir la responsabilidad de los hechos fallidos que están ocurriendo día a día, pero, sobre todo, lo que realmente existe detrás de esto.
Lo dijo Nicolás Maduro después de la pelea del Canelo, “es un knock out el segundo frente que se levanta en América Latina con el frente progresista encabezado por dos líderes que van a jugar un papel determinante en los próximos años, el presidente de México López Obrador y el presidente electo de Argentina Alberto Fernández, un frente progresista, de avanzada, antineoliberal”. La América Latina como la de Bolivia con Evo Morales perpetrado en el poder y los conflictos sociales que esto conlleva, los gobiernos de izquierda fallidos de Brasil, en 2018 esta nación dejó 15 años de este régimen político para regresar a un gobierno derechista conservador, los acontecimientos en Chile; la nueva izquierda latinoamericana (si es que se le pudiera llamar así) qué pretende, hacia dónde camina, qué rumbo lleva, por lo menos en México hoy por hoy podemos decir que va directo hacia un estado autoritario, mentiroso, con fallas en su ejecución, pero sobre todo con la tendencia de ser un gobierno de un presidente que controla todo. ¿Una dictadura? Con la renuncia del ministro Mediana Mora el presidente ya tiene el poder de la Corte, en el Congreso de la Unión Morena y los partidos satélites dominan, este gobierno es de un solo hombre, y mire que si bien fue la decisión de la mayoría del pueblo hacer ganar a este personaje por el hartazgo y enojo por el fallido gobierno de Peña Nieto y su pandilla, la inercia logró que las dos cámaras, y muchos gobiernos estatales y municipales de tiñeran con los colores de Morena, logrando así el control absoluto y garantizado el poder en un solo hombre, sin duda el presidente más poderoso de México en mucho tiempo, desafortunadamente con un actuar que nos deja leer entre líneas el nacimiento de una dictadura al más puro estilo latinoamericano.
Con la bandera de un político simplón, populista, arrebatado, con ese estandarte nos hemos comido mil y una sarta de mentiras que a simple vista no deberían cuajar, no haré un recuento de los hechos ni un parte de guerra porque me llevaría más dos planas de este respetable diario, pero sería justo y derecho decirle de frente a los papás de los niños con cáncer que no es verdad que haya desabasto de medicamentos porque el señor presidente tiene otros datos, es extremadamente delicado no aceptar las cifras del Inegi, del Banco Mundial y de muchas otras instituciones que afirman con números fríos que la economía mexicana está pasando por momentos ríspidos, consecuencia de tener el poder en un solo hombre. Qué me dice de los focos rojos que se han encendido en la opinión pública por los sucesos de Culiacán y el pleito abierto y franco con los medios de comunicación, a tal grado de citar la frase de Madero “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”, pero no conforme con la riña en la rueda de prensa de aquella mañana, al día siguiente no ofreció una disculpa, sino aclaró el tema diciendo que él respetaba a los perros…
Y de ahí, los pleitos mañaneros con los medios de comunicación son prioridad cuando las decisiones verdaderamente importantes se toman según el estado de ánimo que se encuentre el señor presidente, mire las cosas han llegado a extremos superlativos nunca antes vistos, por qué sacar el tema del golpe de estado, porque se estaba comparando con el presidente Madero, tal vez, porque quería jugar el papel del víctima ante las declaraciones del General Carlos Gaitán Ochoa, para qué tocarlo en el ámbito nacional, mundial de hecho, no creo que nadie en este país quiera un golpe de Estado, o bueno, tal vez sí haya una persona que lo está deseando y es el mismísimo que despacha desde Palacio Nacional. Tiempo perdido con esa discusión o tal vez alguien compró tiempo para diseñar y estructurar las próximas fechorías de la 4T.
La Familia LeBarón, apenas el martes pasado, el descontento generalizado, Gael García Bernal por citar un ejemplo, después de que dejó patente el apoyo a Andrés Manuel, apenas esta semana mostró su sentir hacia el presidente y aunque Andrés Manuel tenga otros datos, Gael se fue a la yugular.
Las aguas andas muy turbias, más de lo normal, se percibe en el ambiente un tufo algo extraño, el humo que sube de Latinoamérica nos debería poner en alerta, o qué, ¿está usted dispuesto a dejar que las cosas se rompan como en aquellas latitudes del continente?
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