Palacio del Elíseo, París, Francia. 21 de octubre de 2019. Durante su entrevista con el semanario británico, The Economist, el fotogénico presidente de Francia, Emmanuel Macron, declara tajantemente: “Lo que estamos experimentando actualmente es la muerte cerebral de la OTAN”. Sin eufemismos, el mandatario galo agrega: “Europa está al borde del precipicio”, para el político francés, Europa necesita pensar de manera estratégica, como una potencia geopolítica porque, de no ser así, el Viejo Continente “no estará más en control de su destino”.
Inmediatamente, como impulsados por resortes, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, salen a defender a la Alianza Atlántica. Para los precitados políticos europeos, los dichos de Macron son un anatema y le “hacen el caldo gordo” al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Las escenas arriba descritas sirven como prólogo al presente artículo el cual pretende hacer un recuento histórico y analizar los dichos del presidente francés, Emmanuel Macron, en relación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El 4 de abril de 1949, un grupo de países europeos y norteamericanos se reunieron en Washington D.C. para fundar la Alianza Atlántica. El objetivo exotérico era proteger a Europa Occidental de la Rusia soviética. El objetivo esotérico era, en las palabras de su primer secretario general, el diplomático y militar británico, Lord Hastings Ismay: “Mantener a los rusos afuera, a los estadounidenses adentro, y a los alemanes abajo”.
Durante los siguientes cuarenta años, la Alianza Atlántica se preparó para librar, en el centro de Europa, una guerra convencional para detener una hipotética invasión soviética. Sin embargo, la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, modificó el escenario estratégico. Asimismo, los aliados atlánticos, en especial Alemania y los Estados Unidos, le prometieron, en febrero de 1990, al cándido líder soviético, Mijaíl Gorbachov, que la OTAN no se movería “ni una pulgada al Este”. Por último, la desaparición de la Unión Soviética, en diciembre de 1991, dejaron a la OTAN sin un rival a quien combatir.
Entonces, la contención de la Rusia soviética fue reemplazada con la expansión de la OTAN en Europa Central y Oriental. Esto fue percibido por Moscú como una amenaza a la soberanía e integridad territorial de la Federación Rusa. Más aún, la intervención de la Alianza Atlántica en la antigua ex Yugoslavia poco contribuyó a crear un clima de entendimiento entre Rusia y los Estados Unidos.
Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la Alianza Atlántica invocó, por primera vez, el artículo V de su Carta, el cual dice al calce: “Un ataque contra un miembro debe ser considerado como un ataque contra todos”. A continuación, los aliados atlánticos se hicieron caso de la seguridad en Afganistán. Por último, hubo intervenciones en el Golfo de Adén y Libia.
La OTAN recibió una descarga eléctrica cuando, en febrero de 2014, Rusia se anexó la península de Crimea e intervino en la guerra civil en Ucrania. A continuación, siguió el despliegue estelar de las tropas rusas en Siria. De esta manera, Vladimir Putin envió un mensaje claro: “El poderío militar era, es y permanecerá por el futuro previsible como uno de los más importantes pilares en los cuales descansa el poder nacional de Rusia”1.
El mensaje fue recibido en la Unión Americana: el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Joseph Dunford, declaró al Congreso que: “Si ustedes quieren hablar acerca de una nación que podría ser una amenaza existencial para los Estados Unidos, yo apuntaría a Rusia”2. Las declaraciones del infante de marina fueron secundadas por el comandante general de la OTAN, general Philip Breedlove, quien agregó que Rusia era “buscaba reescribir las reglas acordadas del orden internacional…porque había elegido ser nuestro adversario y supone una amenaza existencial de largo plazo para los Estados Unidos”3.
Otro hecho que provocó una fisura en la Alianza Atlántica fue el fallido golpe de Estado en Turquía, en julio de 2016. El presidente Recep Tayyip Erdogan culpó a los servicios secretos estadounidenses de utilizar las bases militares que tienen en su país para urdir el intento golpista. A partir de entonces, Turquía adoptó una posición más afín a las oberturas diplomáticas de Rusia.
Sin embargo, la mayor amenaza a la continuidad de la OTAN no provendría de Rusia sino, irónicamente, desde los Estados Unidos: tras su elección como mandatario, Donald Trump cuestionó, en mayo de 2017, la permanencia de su país en la Alianza Atlántica. Para Trump, los europeos debían de aportar más dinero para la defensa del Viejo Continente.
La idea de Trump de retirarse de la OTAN resurgió con mayor intensidad en los años 2018 y 2019. Esto prendió las alarmas en el Departamento de Estado y el Pentágono. Un marino estadounidense de alto rango, James G. Stavridis, habló por muchos cuando declaró que la retirada estadounidense de la Alianza Atlántica sería “un error geopolítico de proporciones épicas” pues “sería el regalo del siglo para Vladimir Putin”.
El escribano concluye: sin el liderazgo de los Estados Unidos, la OTAN dejaría de existir y en Europa volverían a resurgir las rivalidades geopolíticas de los siglos XVIII, XIX y XX. Esta desunión sería aprovechada por una Rusia resurgente, la cual, junto con China, asumiría un rol todavía más preponderante en la arquitectura de seguridad del siglo XXI. Esto es precisamente de lo que Emmanuel Macron, disminuido políticamente por la rebelión de los “chalecos amarillos”, advierte cuando habla de la “muerte cerebral” de la OTAN.
Aide-Mémoire. No debemos de olvidar que hay 10 mil mexicanos viviendo en Bolivia, los cuales demandan la protección de nuestras autoridades consulares.
- Martyanov, Andrei. Losing Military Supremacy: The Myopia of American Strategic Planning. Atlanta: Clarity Press, 2018, p. 19
- Russia is top threat to national security, US general says: https://bbc.in/2QC8FL0
- NATO commander: Russia poses “existential threat” to West: https://bit.ly/37kMZsB