Apropiación cultural: una amenaza de la globalización y una consecuencia de la colonización - LJA Aguascalientes
26/06/2024

Recuerdo que hace dos o tres años mientras navegaba por internet me encontré con un video titulado ¿Apropiación cultural o inspiración?, el término era completamente desconocido para mí en ese momento, por lo que me dio curiosidad. Después de ver el video, mi percepción sobre los valores de la sociedad capitalista en la que vivimos cambió. Comprendí que la apropiación cultural es un fenómeno derivado de la globalización, un fenómeno que amenaza las identidades y los patrimonios culturales de muchas sociedades del mundo, más importante, me di cuenta de que es un fenómeno ignorado, desconocido y subestimado.

La apropiación cultural se da cuando una cultura dominante se apropia de algunos rasgos estéticos de una cultura dominada y los usa para obtener algún tipo de beneficio. Numerosos ejemplos se pueden encontrar fácilmente. En la industria de la moda, por ejemplo, son varios los diseñadores, diseñadoras y marcas que han plagiado diseños de comunidades indígenas o minorías para presentarlos como propios y así obtener ganancias. Por otro lado, en la industria del entretenimiento continuamente se hacen representaciones que pretenden imitar a cierto grupo en su vestimenta, su acento o sus festividades. Otros ejemplos se pueden encontrar en la música, la danza o incluso en el arte culinario. 

En realidad, querer imitar o apreciar estos códigos no es per se una práctica maligna. La apropiación cultural resulta cuando esto se hace sin algún tipo de contexto o conocimiento sobre el significado que tienen tales prácticas y/o símbolos para el grupo que los creó. Sin una mínima relación, estas imitaciones se vuelven una forma de diversión irrespetuosa y, en algunos casos, ofensiva. 

Creo que la apropiación cultural es un producto de la globalización, pues los avances tecnológicos han permitido que se comparta información de manera casi instantánea y que las distancias sean menores. Lo anterior le ha facilitado el camino a la apropiación cultural, ya que hoy en día casi cualquiera tiene la posibilidad de ver imágenes, videos o cualquier tipo de manifiesto de una cultura para posteriormente imitarla. 

Asimismo, creo que la apropiación cultural es un reflejo de los rezagos de la colonización, pues después de tantos años de independencias y luchas, parece que algunas comunidades siguen sufriendo abusos de comunidades privilegiadas que tienen un mayor poder. La apropiación cultural sigue los mismos patrones de una relación de injusticia, los actores ya no son colonizadores sino abusadores y los colonizados ahora son los abusados. Los abusadores son usualmente habitantes de los mismos territorios colonizadores que hoy en día ocupan los países con mayor poder, tal es el caso de Europa, cuyo poder nunca se acabó. Lo mismo se podría decir de las razas blancas que habitan en casi cualquier rincón del planeta. Los abusados siguen siendo las minorías oprimidas, como las comunidades indígenas cuyos antepasados debieron enfrentarse a la colonización en algún punto de la historia. 

Los agravios que ha provocado la apropiación cultural ya han tenido fuertes repercusiones. Ejemplo de ello es la denuncia que presentó una organización de mujeres indígenas de Aguacatenango en Chiapas contra la marca española Zara por el plagio de sus diseños bordados. De igual forma, la diseñadora francesa Isabel Marant tuvo que enfrentarse a acusaciones por el plagio de un huipil indígena de Santa María de Tlahuitoltepec; las noticias referentes leían: “Isabel Marant se apropia de un patrimonio biocultural”. 

Otro ejemplo interesante es el que involucra a la compañía Disney, la cual quiso registrar el nombre de “Día de Muertos” para una de sus películas, haciendo referencia a la festividad mexicana. 

Dada la situación, en 2017 un comité de la ONU conformado por grupos indígenas de varias partes del mundo pidió que la apropiación cultural se hiciera ilegal para proteger de esta manera los diseños, bailes, idiomas y medicinas tradicionales. 

Si bien éste pareciera ser un problema exclusivo de grandes industrias, marcas y diseñadores, el problema está mucho más cercano de lo que parece. ¿Cuántos de nosotros no hemos comprado algún producto imitación de una cultura?, ¿cuántos nos hemos disfrazado o caracterizado de una minoría oprimida?, ¿cuántos no hemos festejado alguna celebración ajena sin entender o interesarnos por su simbolismo? La apropiación cultural es más común de lo que parece y todos podríamos ser perpetradores del problema.   


La apropiación cultural es un problema que no debería ser minimizado, pues representa una amenaza real para el patrimonio, la historia y la identidad cultural de muchos países y sus comunidades. Espero que los diseñadores y autores de obras se actúen menos por sus propios intereses y encuentren el equilibrio entre apreciación que apropiación. Y espero también que como sociedad tomemos más conciencia del problema, pensemos profundamente sobre lo que consumimos y optemos por consumir las alternativas más éticas y justas.

 

Referencias:

https://bit.ly/2rkDF7E

https://bit.ly/2qtOa8N 

https://bit.ly/2KMfsho 

https://bit.ly/37zIquy 

 


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