Es necesario poner atención a las circunstancias que habrá de sortear Aguascalientes en el inminente 2020. La cuarta transformación está empeñada en un modelo de desarrollo centralizado y con una visión de subordinación de los Estados y Municipios a los designios de la Federación en materia presupuestal, situación que de manera directa incidirá en la gestión y desempeño de las administraciones públicas locales, en un necesario detrimento en la atención de sus responsabilidades y atribuciones legales ante sus gobernados. En este momento, la habilidad, destreza, pericia y experiencia de los gobiernos serán cualidades vitales para mantener los estándares de calidad de vida, convivencia y seguridad que la población espera para el futuro inmediato.
Según los datos tanto del Inegi, así como del Consejo Nacional de Población, Aguascalientes como estado, inició el 2019 con una población que ronda 1,405,608 habitantes. De ellos, según análisis de nuestro amigo y especialista Eugenio Herrera Nuño, 934,334, esto es, el 66.4%, serán vecinos de la capital. De este total, alrededor de 930 mil aguascalentenses, estarán en el rango de edad de entre los 15 y los 64 años, esto es un grupo de presión fuerte para demandar un empleo. Asimismo, tendremos alrededor de 390 mil niños menores a los 14 años, que requerirán atención de salud y educación básica accesible y de aceptable calidad. Finalmente, alrededor de 85 mil aguascalentenses rebasarán los 65 años, con el consabido requerimiento de esquemas de atención específicos en materia de atención de salud y ocupación digna.
Habría que hacer uno de esos ejercicios sociodemográficos de Herrera Nuño hace con toda puntualidad y precisión, para tener un mapa completo de la población del Estado para el 2020, sin embargo, conformémonos con lo anterior para entender las dificultades que Estado y Municipios enfrentarán en el año fiscal que iniciará el 1 de enero siguiente, sobre todo por la erráticas políticas hacendaria y presupuestal que está tejiendo el Gobierno Federal para el año que está por comenzar, son sabidas las confrontaciones que en ambas materias han protagonizado las Cámaras de Diputados y Senadores, por diversos temas, así como las protestas a las puertas de San Lázaro por diversas agrupaciones campesinas que presumen un año negativo en apoyos para los productores del campo mexicano; y que han postergado la autorización de la Ley de Ingresos y el Presupuesto para el miércoles 20 venidero.
De vuelta a Aguascalientes, el pasado 13 de noviembre, el aún Secretario de Finanzas del Estado, el contador público Jaime González, presentó a los diputados del Congreso de Aguascalientes el proyecto de presupuesto del Gobierno para el año que viene, y que asciende a poco más de 27 mil millones de pesos, mismo que representa una disminución del 1.27% respecto al del 2019, a pesar que las exigencias sociales se incrementaron prácticamente por el mero crecimiento natural de la población, esto es, las demandas de más y mejores servicios de salud, educación, vivienda, infraestructura, seguridad, empleo, estarán presentes cada día con mayor fuerza ante el gobernador Martín Orozco. A ello, habría que agregar, las nuevas disposiciones del Gobierno Federal de disminuir las participaciones a los estados y municipios, y que, a grosso modo, representarían una disminución de poco más de 200 mdp, por razones que sólo la cuarta transformación justifica y entiende, aunque podemos entender en la lógica de la precaria situación económica en la que las políticas públicas morenistas en materia de crecimiento y desarrollo tienen con relación a la economía nacional, y que la tiene postrada a un crecimiento del 0%, y con una tendencia marcadamente negativa, en todos los ámbitos macroeconómicos.
Por su parte, el Municipio capital, en manos de su secretario de Finanzas, Ing. Alfredo Martín Cervantes y el secretario del Ayuntamiento y director general de Gobierno, Jaime Durán, entre una comisión de diputados de la 64 Legislatura, hicieron entrega de su propuesta de Ley de Ingresos municipales para el 2020, a nombre de la alcaldesa Tere Jiménez, mismo que contempla 3 mil 706 millones de pesos en recaudación, esto es, un 4.5% más respecto al año en curso, específicamente, explica el proyecto, para subsanar los efectos de la inflación entre un año y otro.
El proyecto de aplicación de los recursos municipales, estará orientado a la proporción de los servicios públicos que requiere el casi millón de habitantes de la capital, poniendo especial énfasis en la prestación del servicio de la seguridad pública, tan sentida por toda la población de la capital.
Todo parece indicar que el 2020 se avizora como un año complicado para el país en materia presupuestal, particularmente para Aguascalientes, considerando que hasta la fecha la entidad se ha destacado a nivel nacional por sus finanzas sanas, y por la calidad de vida y productividad de su economía, misma que puede verse comprometida si no se realiza una administración pública eficiente y honesta durante todos y cada uno de los días venideros. En esto, la sociedad toda, pero la ciudadanía en particular, deben aplicarse al acompañamiento y supervisión de los gobiernos. Ser corresponsables en el buen ejercicio de los recursos públicos de manera proactiva y permanente.
A manera de corolario, el morenista gobierno de México, en estos días nos obsequió con las ya tradicionales preocupaciones y avatares de la semana. 1. Tuvo a bien recibir al expresidente boliviano Evo Morales, bajo un precario argumento de humanidad por la forma en que fue despachado de su tierra, y que hoy tienen al Gobierno Federal bajo la lupa de sus patrones norteamericanos, lo que afecta al país en su conjunto. 2. Pemex, para variar, sigue siendo el dolor de cabeza de la 4T, está en el hoyo, y sigue cavando. 3. La designación desaseada de la ombudsperson de Rosario Piedra, por los fraudes en su elección, y por mentir deliberadamente a la autoridad; y, 4. La desaparición del Seguro Popular y la creación del Insabi, dejando en el limbo a 53 millones de mexicanos, entre ellos a miles de aguascalentenses.
