Un sueño sobre América y su redescubrimiento / Sobre hombros de gigantes - LJA Aguascalientes
22/11/2024

El 12 de octubre se recordó un aniversario más del “descubrimiento de América”, o la llegada de Cristóbal Colón a nuestro continente en el año de 1492. La historia que se nos ha enseñado nos dice que Colón, apoyado por los Reyes Católicos españoles, partió del puerto de Palos en búsqueda de una ruta diversa hacia la India. Supuestamente Colón creía haber llegado al continente asiático y morirá sin saber que había descubierto un nuevo continente.

Alguna vez leí que la historia la hacen los historiadores, no los que viven la historia, y resulta que desde hace tiempo se está rescribiendo la historia, y nuevas investigaciones muestran que Colón re-descubrió América, pues ya otras culturas habían tenido contacto con nuestro continente.

En los restos de la momia de Ramsés II, tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto, que gobernó del 1279 al 1213 a. c., se encontraron rastros de nicotina en las plantas utilizadas para el proceso de momificación.  Lo mismo ocurre en la momia de la reina Henoubtaoui, de la Dinastía XXI, entre 1085 y 950 a. c., donde se encuentran rastros de nicotina y cocaína. El tabaco (cinco mil y tres mil años a. c.) y la coca son plantas originarias de América, que supuestamente fueron conocidas por los europeos gracias al descubrimiento de Colón. Es decir, los egipcios, desde 1200 a. c., tuvieron acceso a plantas originarias de América, cuando aparentemente aún no se descubría. 

Si tomamos en cuenta que los Incas empleaban la coca con fines rituales y medicinales desde el Siglo II a. c., y que los Egipcios conocieron esa planta desde 1200 a. c., no nos sorprenderán las coincidencias en denominaciones religiosas: los nombres Wari, de la cultura Inca, y Uasri, el Osiris de los egipcios, que también fue llamado Unti, parecido a Inti, como llamaban los Incas al sol. Otro nombre de Osiris, Ati, parecido al volcán Misti (Perú), en el sentido de que en ambos dialectos se traduce en príncipe violento y enojado.

También existen datos de una piedra encontrada en Brasil, en 1872, con grabados Fenicios, que dan cuenta de su llegada al continente, unos dos mil años antes del “descubrimiento de América”. Y no podemos dejar a un lado a los Vikingos, que llegaron a América del Norte en el año 1000 d. c.; en dos textos vikingos del siglo XIII, se encuentran las primeras citas europeas en donde se habla de América, concretamente Groenland, Huelluland, Makland y Vinland. Es decir, este contacto vikingo con América, ocurrió 500 años antes del descubrimiento oficial en la historia.

Diversas investigaciones, entre ellas alguna de investigadores de la UNAM, constatan que los orientales tuvieron contacto con América antes que Cristóbal Colón. Existen datos de que la corriente negra trasladó artilleros cantoneses a nuestro continente, un poco más de dos mil quinientos años antes de la fecha oficial del descubrimiento de América, y se han encontrado jades y piedras verdes originarias de Asia, restos de pollos cuyos cromosomas son similares a las aves de la polinesia, y deidades, ritos, caracteres lingüísticos y fisonomía que coincide con la cultura oriental; Quetzalcóatl, es un ejemplo del dragón chino, ambos simbolismos de la dualidad de los opuestos que se complementan.

Los olmecas podrían tener orígenes orientales por una colonización de la Dinastía Shang de China. Podemos observar esculturas olmecas con caracteres orientales, además de que algunas palabras son iguales a las usadas en la Dinastía Shang; inclusive, la mayor parte de los caracteres de escritura usados por los olmecas son los mismos usados en la escritura china primitiva. Un hacha encontrada en “La Venta”, en México, contiene grabados los nombres de ancestros de los Shang y de los últimos doce emperadores que gobernaron en su Dinastía. Inclusive, ya en siglos después de Cristo, los chinos nuevamente llegaron a costas americanas, 70 años antes que Colón, en 1421.

Finalmente, existe una versión de que los Caballeros Templarios también tuvieron contacto con América, gracias a sus travesías por el Océano Atlántico; aparentemente de desconocidos reinos del poniente, extrajeron el oro y la plata que les dio riqueza. Se dice que Cristóbal Colón perteneció a la Orden de Cristo, una sociedad portuguesa que continuó con las enseñanzas de los Caballeros Templarios (hay que observar los navíos, que en sus velas portaban la cruz de los Templarios), por lo que se especula que dispuso de mapas y cartas marinas, como el de Piri Reis, que le indicaron la existencia del continente y por ello pudo llegar a América (por lo que siempre supo a dónde viajaba y a dónde llegó). Esta hipótesis de mapas marinos antiguos de América, templarios y orientales, se maneja en la tercera entrega de la saga fílmica de Piratas del Caribe, cuando al final Sparrow se va en búsqueda del “Aqua de vida”, que se haya en mares del continente Americano.

La información está ahí, esperándonos en archivos históricos, bibliotecas, tradición oral, internet, todo a nuestro alcance. Así, la nueva historia podría decirnos en un sueño, que Cristóbal Colón re-descubrió América el 12 de octubre de 1492.



Show Full Content
Previous Benéfico para el trabajador, extender a 2 años el pago de salarios caídos 
Next Inteligencia y gobernabilidad / Memoria de espejos rotos
Close

NEXT STORY

Close

Regreso a clases en Aguascalientes: la pandemia por COVID-19 sí afecta salud de menores

17/08/2021
Close