- En el Pleno del Senado fue aprobada por mayoría el dictamen que reforma la revocación de mandato y la consulta popular
- En la Cámara Nacional de Comercio de Aguascalientes consideran que la revocación de mandato, como se maneja en la iniciativa, podría ser contraproducente en la gobernabilidad del estado o la nación
El 15 de octubre fue aprobado por parte del Pleno del Senado el decreto que reforma disposiciones en la revocación de mandato y de consulta popular de la Constitución. Con información del Senado de México, la iniciativa tuvo 98 votos a favor, 22 en contra y una abstención, logrando así que ahora regrese a la Cámara de Diputados.
Con la reforma se le da la facultad a la ciudadanía para solicitar la revocación de mandato de sus gobernantes (presidente de la República, gobernadores y jefe de gobierno de la Ciudad de México); ni los poderes del estado, los organismos autónomos o demás instituciones podrán pedir la misma. Para esta discusión en el Pleno del Senado, fue el Partido Acción Nacional (PAN) quien, como lo ha venido haciendo esta administración, se postró como “oposición”, siendo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) los que se mostraron mayormente a favor.
En el dictamen se entiende la revocación de mandato como “el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo a partir de la pérdida de confianza”. Será el Instituto Nacional Electoral quien actúe y medie la revocación de mandato; se podrá seguir con el proceso si los solicitantes representan más del 3 por ciento de la lista nominal.
Al respecto, Humberto Martínez Guerra, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Aguascalientes, comentó que tal reforma podría generar una sensación de división en el país, y aseguró que no es conveniente aplicar esa clase de ley. Destacó que actualmente no sólo se está viviendo un ambiente económico que no es favorable para México, sino que también la materia de seguridad se ha visto afectada, por ello señaló: “Es preocupante que, en lo fundamental, en lo delicado, no estemos trabajando con eficiencia, digo, como gobierno. Entonces, yo creo que debemos de invitar a nuestras autoridades a que hagan valer la ley, por un lado, y que manden mensajes claros y transparentes a la ciudadanía”.
Desde la Canaco se cree que es contraproducente la revocación de mandato como se está manejando en la iniciativa, pues afectaría la gobernabilidad, poniendo en riesgo a titulares del Ejecutivo que sean inocentes, o, en su defecto, que se apoye a algunos que antes fueron culpables: “Son decisiones confusas”, señaló Humberto Martínez Guerra. A México le urge estabilidad, no sólo económica sino política, y con esta decisión de darle partida a la revocación de mandato se está dividiendo al país, complementó.
Si bien la figura de la revocación del mandato puede ser benéfica para la democracia, hay que revisar que en efecto sus especificaciones sigan esa línea y que no se trate de otra iniciativa de índole popular que busque seguir asegurando adeptos, recordando que la propuesta viene por parte de Andrés Manuel López Obrador con Morena.
La revocación de mandato, como se discutió en el Pleno del Senado, da a entender dos cosas; si el dirigente que se quiere remover no está bien posicionado políticamente (sin mayoría), será fácil aplicarle la revocación de mandato y colocar a alguien más. En cambio, si está bien posicionado (con mayoría), como lo es el caso del actual presidente de México, resulta inútil, y es ahí cuando no se vería beneficiada la democracia, sino al contrario, se vería afectada. La figura podría ayudar a seguir con la lucha de una mejor rendición de cuentas por parte de los gobernantes, pero habría que seguir trabajando sobre la reforma para no caer en ambigüedades.