- Un aproximado de 15 mil trabajadores de Teléfonos de México podrían verse afectados en caso de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones divida la empresa para dejar entrar a otras al mercado
- Se está buscando que no se desprotejan los derechos laborales de los trabajadores, en Aguascalientes podrían ser 300 los telefonistas perjudicados
El coordinador del comité ejecutivo nacional del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) en Aguascalientes, Jesús García Arreguín, explicó que el gremio de trabajadores del sindicato está en una situación complicada debido a la intención del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), de separar a Teléfonos de México (Telmex) en dos. Las medidas que está tomando el organismo regulador de las telecomunicaciones se basa en que de esa manera se podría abrir un mercado más competitivo.
“Nos dimos a la tarea, desde que surgió la reforma de telecomunicaciones, como sindicato, a investigar en el mundo, cómo es el sector. Nos encontramos que las separaciones funcionales, pues no funcionan. Todo lo contrario, lo que hacen es frenar la inversión, es reducir la probabilidad de que los mexicanos, en este caso, tengan internet en todos los rincones”, detalló García Arreguín.
La molestia por parte de los agremiados al STRM se deriva de la idea que separar a la empresa no solamente va afectar al país, sino también a los trabajadores. El IFT está pidiendo que sea una nueva empresa, con un nuevo contrato independiente y separado de Telmex (agente económico preponderante de las telecomunicaciones en el país), la que opere con la mitad de sus trabajadores, así como con su infraestructura. El dirigente comentó que eso sin duda violaría los derechos laborales de los trabajadores y señaló que “no es facultad del IFT meterse en el terreno laboral”.
Entre activos y jubilados son alrededor de 60 mil trabajadores telefonistas en México; 30 mil son los activos, y en caso de que sí se divida la empresa, el Instituto Federal de Telecomunicaciones daría el 50 por ciento -15 mil- de esos trabajadores a la nueva empresa, la cual tendría que negociar los derechos de los trabajadores para que no se vean afectados temas como lo son la antigüedad, aguinaldos, etc.
El representante del comité ejecutivo nacional del sindicato de telefonistas recordó que esta es una reforma que viene desde el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, en el sexenio pasado. Dentro de la reforma aprobada en el 2014 se contempla un organismo regulador (IFT) para vigilar la competencia del mercado. Explicó que la mecánica del instituto ha sido “freno al gigante en lo que los demás se ponen a su nivel, y ya cuando todo estén al nivel, pues arrancan parejos. Digo, en estricta teoría se oye bonito, pero en la práctica no funciona de esa manera. Lejos de que se emparejaran en la cancha, pues depredaron, fue depredatorio el modelo”.
Por instrucciones del actual Gobierno Federal se creó una mesa intersecretarial que arrancó esta semana, en donde se encuentra la Secretaría de Gobernación, la del Trabajo, Comunicaciones y Transportes, el IFT, el STRM y la empresa Telmex. Ahí se buscará encontrar una balanza entre la autonomía del órgano regulador y sus facultades, Telmex y los derechos de los trabajadores que podrían verse afectados.
Si la división ocurriera, en Aguascalientes serían alrededor de 300 telefonistas, pues hay un aproximado de 600 trabajadores de la empresa en el estado. La pluralidad de mercado sí resulta atractivo para los consumidores, no obstante, el IFT, así como las autoridades pertinentes, no pueden desproteger a los trabajadores que podrían verse afectados.