Índice de Ciudades Prósperas, el caso metropolitano / El apunte - LJA Aguascalientes
21/11/2024

El City Prosperity Index (CPI) de ONU Hábitat, es el resultado de un trabajo amplio y profundo para 305 Municipios de México. Los datos que reúne permiten promover entornos urbanos más prósperos y sostenibles, con mejores oportunidades laborales, acceso a servicios de salud e instituciones educativas. El estudio también identifica las ventajas comparativas de cada ciudad y, en consecuencia, incentiva su desarrollo como parte de un sistema integral.

El CPI quiere incidir en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mediante tres líneas de acción:

*El diagnóstico e incidencia de en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus 169 metas.

*El desarrollo de datos y evidencia a través del cálculo del Índice de las Ciudades Prósperas (CPI) en los 305 municipios donde se concentra el 90 % de la población urbana del país, y en las tres principales aglomeraciones de México.

*La propuesta de alineación institucional para el logro de los ODS y la Agenda 2030.

El CPI articula diferentes niveles de información sectorial en 6 dimensiones, 22 sub-dimensiones y 40 indicadores que aglutinan los temas de mayor impacto en el desarrollo de las ciudades.

Según el cálculo del CPI, El municipio de Aguascalientes tiene un índice de prosperidad moderadamente débil (52.27), lo que implica fortalecer las políticas públicas en los ámbitos donde se reportan resultados menos favorables y, al mismo tiempo, consolidar los que presentan los mejores resultados. Este valor se encuentra por debajo de la media nacional del CPI básico (53.74/100).

Gobernanza y Legislación Urbana. El resultado promedio de los indicadores que miden la participación y rendición de cuentas, la capacidad institucional y finanzas municipales y la gobernanza de la urbanización es relativamente bajo en su capacidad de dirigir y guiar el modelo de crecimiento de la superficie urbanizada. En ciudades donde el resultado de esta dimensión es bajo, no se generan las condiciones de gobernanza e institucionalidad necesarias para mejorar el resto de las dimensiones del CPI.

 


Escalas de prosperidad urbana y niveles de intervención

Fuente: ONU Hábitat

 

Lo anterior implica, en el nivel de intervención, la necesidad de fortalecer políticas urbanas hasta su consolidación.

Según el cálculo del CPI, Jesús María tiene una prosperidad diez puntos más alta, y por lo tanto, moderadamente más sólida (62.96), lo que implica fortalecer las políticas públicas en las dimensiones donde se reportan resultados menos favorables y, al mismo tiempo, consolidar los que presentan los mejores resultados. Este valor se encuentra por encima de la media nacional del CPI básico (53.74/100).

Jesús María se ha caracterizado por tener un crecimiento poblacional y habitacional muy rápido, influenciado en gran medida por su condición metropolitana. Sin embargo, presenta una considerable proporción de población ocupada que gana menos de dos veces el salario mínimo, lo cual es importante considerar para la interpretación del CPI municipal y de la aglomeración urbana de la cual forma parte.

Al Igual que Aguascalientes, en cuanto al nivel de intervención, Jesús María presenta la necesidad de fortalecer políticas urbanas hasta consolidarlas, pero en el caso de San Francisco de los Romo los factores del estado de prosperidad son aún débiles y hay que empezar por priorizar las políticas urbanas, para luego fortalecerlas.

El resultado para el municipio de Jesús María alcanzó un valor de 66.37. Esto significa que los factores productivos de la economía municipal son moderadamente sólidos y tienen un impacto relativamente positivo en la prosperidad urbana.

La dimensión de equidad e inclusión social es superior en San Francisco de los Romo que en el municipio capital 72.67 y 72.49 respectivamente. La dimensión se integra por tres sub-dimensiones y cinco indicadores. El resultado para el municipio de Jesús María alcanzó un valor superior 73.72. Esto significa que el nivel de equidad en el acceso a oportunidades es más sólido en este municipio que en el resto de la Zona Metropolitana.

La dimensión de Sostenibilidad Ambiental se compone de tres sub-dimensiones y seis indicadores. El resultado para el municipio de Jesús María alcanzó un valor por 69.97, cantidad superior al doble del de Aguascalientes capital (34.77) y dejando hasta el final a San Francisco de los Romo calculado en 30.70. Esto significa que la calidad del aire, el manejo de residuos y/o la generación de energía renovable es de baja a moderadamente sólida y tiene un impacto apenas positivo en la prosperidad urbana.

Las condiciones de La Zona Metropolitana de Aguascalientes en materia de gobernanza y legislación urbana, integrada por tres sub-dimensiones y cinco indicadores, presenta resultados preocupantes: el municipio de Aguascalientes alcanzó un valor de 29.10 y San Francisco de los Romo un 29.81. contra un 56.84 de Jesús María. Esto significa que la participación ciudadana, la capacidad institucional y/o la gobernanza de la urbanización son muy débiles.

 

Índice de Gobernanza y Legislación Urbana

 

Para ONU Hábitat, hay evidencias de que existe una cantidad respetable de casos de éxito en México relativos a acciones, programas o políticas de desarrollo urbano que algunos gobiernos u organizaciones civiles han llevado a la práctica. Estos casos vinculados a los resultados CPI, abren posibilidades de nuevas rutas a seguir para mejorar las condiciones de vida de las personas.

En la dimensión de Productividad, las buenas prácticas que se han desarrollado en el país se relacionan con proyectos productivos de pymes, de clústeres y, en general, de reactivación de puntos estratégicos comerciales y de servicios a favor de la productividad y la competitividad de diversos sectores económicos de las ciudades.

En la dimensión de Infraestructura de Desarrollo, destacan algunas buenas prácticas relacionadas con el tratamiento, cuidado y recuperación del agua, así como las relacionadas con la vivienda.

En cuanto a la dimensión de Calidad de Vida, las buenas prácticas urbanas corresponden a algunas acciones de rehabilitación de espacios públicos. Existen diversos programas educativos que atienden fenómenos relacionados con la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, como becas, programas de alfabetización, profesionalización de maestros, entre otros, cuyo impacto en el desarrollo de la cultura cívica puede ser muy amplio. No ocurre lo mismo con buenas prácticas para enfrentar los problemas de seguridad comunitaria que presentan muchas ciudades mexicanas, ya que son muy escasas las implementadas con éxito.

En la dimensión de Equidad e Inclusión Social, resaltan buenas prácticas orientadas a la superación de la pobreza, desde los programas de asistencia social para la población en condiciones de marginación hasta programas y proyectos en beneficio del desarrollo sostenible.

En la dimensión de Sustentabilidad Ambiental, se distinguen experiencias innovadoras en el tratamiento de aguas residuales y en el manejo de residuos sólidos; también en la generación de energías renovables, aunque de manera muy limitada en proporción a las necesidades y las posibilidades que ofrecen las ciudades.

Finalmente, en la dimensión de Gobernanza y Legislación Urbana, existen algunas experiencias de gobiernos municipales que han incorporado la participación ciudadana y aplicado de manera adecuada la planeación urbana sostenible, aunque persisten vacíos en el tema de transparencia y rendición de cuentas, así como en la generación de ingresos locales.

 


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