- Más del 55 por ciento de estos hechos se consuman en el hogar
- En más del 32 por ciento de los casos el homicidio se comete con arma blanca, y más del 19 por ciento son por asfixia
- Por arma de fuego hay más homicidios en hombres y mujeres, y se carece de una estrategia clara para su control
El comportamiento de homicidios en hombres y mujeres en el estado, de acuerdo a los datos que arrojan las bases del Instituto Nacional de Estadística y Geografía sobre defunciones por esta causa, cuando se contrasta Aguascalientes con otros estados de la República, indica que no se ha dado un fenómeno de explosión de la violencia con la magnitud como la que se vive en Veracruz, Tamaulipas, Estado de México y Guerrero, entre otros, señaló Estefanía Vela Barba, directora general de Intersecta.
No obstante, recalcó que esto no es plausible, no se puede levantar bandera blanca en el tema, ya que en 17 años tampoco se ha logrado reducir los homicidios ni los feminicidios, por lo cual es importante que se tomen acciones para prevenir estos hechos; puntualizó que en 2007, que es el último año del cual se tienen datos precisos al respecto, la tasa de homicidio en mujeres fue de una por cada 100 mil y de hombres fue 11.2 por cada 100 mil, por lo cual no se pueden dejar de lado la necesidad de una urgente atención en la materia.
La investigadora, dedicada a la docencia y activismo en torno a la igualdad, especificó que, conforme a estos datos, es lamentable que en Aguascalientes la información apunta que de manera desproporcionada es en casa donde mueren de esta manera la mayor parte de las mujeres; el 55.7 por ciento de las féminas son asesinadas en la vivienda y un 16.8 por ciento en la vía pública. En hombres la relación se invierte, el 54.7 por ciento son asesinados en la vía pública y el 19.9 por ciento en la casa: “También vemos en los modos de homicidio que por ejemplo en mujeres, desproporcionadamente son asfixiadas el 19.8 por ciento contra el 9.4 por ciento de los hombres; también vemos en mujeres que todo indica una presencia mucho más común de homicidio por arma blanca, el 32.1 por ciento, mientras que en hombres la forma más común de homicidio es el arma de fuego”.
Si bien la activista subrayó que hay otras diferencias, éstas indican que se necesita en la investigación de estos casos y en el desarrollo de políticas públicas para su atención, considerar que la violencia no sólo ocurre en la calle y con arma de fuego, los hechos se dan igual al interior del hogar.
Vela Barba, quien presentó en el Centro de Investigación y Docencia Económicas el seminario Claves para entender y prevenir los asesinatos de mujeres en México, recalcó que es necesario que se tomen en cuenta las diferencias de género y los espacios en que se contextualizan los homicidios para así poder garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Aguascalientes ocupa junto con Yucatán la estadística en donde menos violencia y homicidios se han suscitado en referencia al contexto nacional; según los datos de registro de defunciones por homicidio del Inegi, en donde no se consideran otras formas de violencia que pueden ser más altas, según explicó la directora de Intersecta, la tasa promedio de homicidios de hombres es de 5.4 y de 0.9 para mujeres entre 2000 y 2017, Yucatán aparece en este periodo como el menos violento y en segundo lugar aparece Aguascalientes.
La activista apuntó que en el ámbito nacional la explosión de los homicidios ha impactado desproporcionadamente en mujeres y hombres entre los 20 y 43 de años, aunque también hay menores y adultos mayores asesinados, no se puede dejar de ver a todas las víctimas de este fenómeno violento, pero que impacta aún más a la población productiva y económicamente activa.
“En los estados en los que vemos un aumento de los homicidios de hombres también vemos un aumento, casi en la misma proporción, de los homicidios de mujeres; en los estados donde vemos un aumento de homicidios en la vía pública contra hombres, vemos en la vía pública contra mujeres; donde hay en vía pública aumenta también incluso los homicidios en vivienda en hombres y en mujeres. Entonces digamos, contextos violentos generan, todo indica, más violencia”, consignó la directora de Intersecta.
Vela Barba insistió que se deben poner cartas en el asunto, pues hay otros temas que inciden que no se están abordando por los gobiernos, como es el control de armas para lo cual no hay una estrategia clara, siendo que en el ámbito nacional los homicidios por arma de fuego son los más comunes tanto en hombres como en mujeres; además dijo que es preocupante la apuesta que está haciendo el Gobierno Federal a la militarización con la implementación de la Guardia Nacional, estrategia que no ha rendido frutos; se deben evaluar también mecanismos específicos para las mujeres, como alertas de género, los centros de justicia para las mujeres, pues no han dado los resultados deseados: “Hay que entender en dónde radica el problema, sí hay medidas, simplemente hay que evaluar a detalle y a conciencia los distintos lugares, qué ha funcionado, qué no y lo que no ha funcionado cambiarlo, lo que sí ha funcionado ver por qué y replicarlo en la medida de lo posible”.