- Teatro comunitario para hacer conciencia de la violencia de género
- La obra tiene una adaptación conceptual de la pieza El túnel de Ernesto Sabato, enfocada en la violencia contra las mujeres
Como parte del programa del Sexto Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano que se ha estado llevando a cabo a partir del 29 de agosto y que terminará el 6 de septiembre, gestionado por el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, el 4 de septiembre fue presentada la obra Un hombre de infinitas palabras por parte de la compañía La Rosa Teatro, de la provincia Jujuy, Argentina, en el Café Coyoacán.
Al respecto, Germán Romano, fundador de Entepola en Argentina, explica que esta puesta en escena es un trabajo unipersonal de una adaptación que hizo desde hace 20 años, basada en la novela de Ernesto Sabato, El túnel: “Tiene un tinte contemporáneo por todo el levantamiento del feminismo, de la reivindicación de la lucha de las mujeres, todo lo que está sucediendo con poder denunciar violencia de género y que haya como más circuitos del estado para que ello se detecte y se proteja”, comenta el también actor, productor y director de la obra.
Considera que transformó la pieza de Ernesto Sabato (cuyo eje es la introspección con tintes policiacos), para dirigirlo a la sensibilización de la violencia de género: “Eso, de por sí, tiene una connotación distinta de cuando se escribió, porque, en su momento, era considerado un policial de un crimen pasional y hoy es claramente una situación de avasallamiento de los derechos de la mujer sobre las relaciones que quieran tener”.
“En lo que tiene que ver con lo humano, nadie puede tomar justicia por creer que es dueño de esa persona”, explica Germán Romano. La adaptación gira en torno a un personaje que tiene la particularidad de un entendimiento de la sociedad que le permite incrustarse fácilmente en ella. Luego, ya estando dentro y gracias a sus diálogos, comienzan a salir los sentimientos pasionales y de celos que lo llevan a cometer actos cínicos tanto físicos como mentales.
El fundador del Entepola en Argentina indica que esta pieza ha sido presentada en más de 500 ocasiones en colegios de secundaria de cinco países; hoy se presentará en el Bachillerato de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Bachuaa) a las 11:00 am.
Señala que la finalidad del teatro comunitario viene precisamente de la comuna: “No es un teatro impuesto”. No trata de dogmatizar, sino que más bien es una construcción humana de horizontalidad que en vez de tratar de evangelizar, se rige por la edificación igualitaria de la sensibilización de todas las identidades.
Germán Romano está seguro que el teatro, a través del arte, sí es una herramienta de cambio que puede abogar por el amor, la igualdad, el conocimiento y la conciencia; “El teatro cura, el teatro educa, el teatro es trabajo”, subraya.
Por lo anterior, a lo largo del encuentro de teatro en Aguascalientes, se han presentado obras que tocan temas como el de lo sucedido en Ayotzinapa, tópicos de educación ambiental o de violencia de género, no para pervertir el pensar que todo es incorrecto y está perdido, sino al contrario, para buscar opciones de salida.
Un hombre de infinitas palabras es llevado a un público joven para contar una historia de violencia de género con la facultad de concientizar que a esas edades resulta fácil percibir pasiones desmedidas de admiración o amor, y que se sepa que es una realidad latente en la sociedad actual.