Cronista del municipio de Aguascalientes
En Palo Alto, la capital municipal de El Llano, la casa grande de la antigua hacienda cuyo nombre pasó al del municipio, fue convertida en Presidencia Municipal. Enfrente está el templo parroquial de Nuestra Señora de la Luz. De seguro cuando el presidente municipal quiera escuchar misa en el estilo de los hacendados, le bastará asomarse al balcón del edificio municipal, y desde ahí atender los gestos del sacerdote.
Pero he aquí que recientemente fue agregada al paisaje urbano una nueva edificación, que claramente desentona con los edificios civil y eclesiástico. Me refiero a la pared que se observa a la derecha de la imagen, y que aprisiona en sus entrañas un reloj; un monolito que me recuerda aquel otro de la obra 2001: Odisea del Espacio, del excelso escritor británico Arthur C. Clarke.
¿Sería muy difícil que quien decide y ejecuta esta clase de obras se fije en el entorno y construya algo que de una u otra forma se integre al paisaje urbano? ¿Es demasiado pedir?
Semejante trinidad evoca para mí la imagen de una familia: papá y mamá con el carácter conservador que da la vida, y el hijo, la pura rebeldía… (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected]).