No ha sido el año de Netflix. Dos de los más importantes fenómenos culturales del 2019 (si no eres un poser que odia los productos gringos) pasaron fuera de la plataforma que daba de qué hablar cada mes durante los últimos años: Avengers Endgame y Game of Thrones. Netflix mismo lo reconoció en redes sociales, aludiendo a los hechos con publicaciones jocosas en redes sociales.
La estrategia, en un año caótico donde tres de los grandes estudios de cine ha anunciado sus propias plataformas de streaming (Disney+/Hulu, Peacock, HBO Max), ha sido enfocarse en mercados regionales donde aún quedan suscripciones por vender o mantener. Es decir, en Estados Unidos no pueden crecer más y eso se refleja en el número de cancelaciones de series que no han tenido una aceptación masiva en relación con su presupuesto. Piensa en Tuca & Bertie o Santa Clarita Diet. Por otro lado, ha aumentado la compra de producciones regionales y -esto es más importante- su promoción dentro de la app y en sus medios publicitarios.
Por ejemplo, queda claro que las cartas fuertes de agosto y septiembre fueron Élite y Monarca, con la primera incluso llegando a estar varias semanas en el cover de la cuenta oficial de Netflix para Estados Unidos. Quieren, junto a México, Centro y Sudamérica, a la comunidad latina en general. Sumemos a esto el lugar prominente (y su relativo empuje en popularidad) de la versión mexicana de Perfectos Desconocidos o Betty in NY, la novela/serie inspirada en Betty la Fea, pero de Telemundo con valores de producción altos para un producto del estilo.
Con la caída de popularidad de las series de Hombres Complicados (piensa en Breaking Bad, House of Cards y Billions, tramas valiosas pero con sensibilidades que no van con 2019), es realista pensar que Netflix en cuanto a lo gringo no pondrá tanto énfasis ahí, sino que irá a tramas más escandalosas y transgresoras sólo por serlo (por eso los contratos con Shonda Rhimes y Ryan Murphy). Su intento de ser la casa de los gee. La única apuesta al sueño guajiro de tener su propio GoT es The Witcher, su serie de tipo épico (e inspirada en una serie popular de videojuegos) con Henry Cavill como estelar. El resto va ser replicar La Casa de Papel, Club de Cuervos, Dark y hasta O Mecanismo.
Bocadillo: La otra tendencia para streaming va ser que Netflix tratará de recuperar el catálogo que pueda de series con éxito comprobado por parte de Viacom y Sony, las únicas casas productoras que no tienen una estrategia en marcha de streaming.
En Estados Unidos acaba de anunciar algo lunático, que en casi dos años (2021) Seinfeld llegará con sus 180 episodios a la plataforma. En México, Seinfeld no es tan popular ni querida o reconocida como Friends, siendo más bien un gusto de desvelados (como el que escribe) que veíamos Canal Sony. Es una gran oportunidad para que millones la aprecien, estando actualmente confinada a Prime Video, al igual que otras joyas como Mr Robot o The Boys, de las que pocos hablan sólo por -adivinaste- no estar en Netflix. Por cierto, que el caso Seinfeld no dista mucho de cómo el nicho geek-joven redescubrió Evangelion gracias a que por fin estuvo en la plataforma más popular.
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