El presidente estadunidense, Donald Trump, ironizó este martes en Twitter sobre la activista ambiental Greta Thunberg al escribir que “parece una joven muy feliz”, a lo que la adolescente sueca respondió modificando su perfil en esa red social para burlarse del mandatario.
El lunes, el apasionado discurso de esta joven de 16 años fue el momento determinante de la cumbre sobre el clima en la ONU. Con los ojos llorosos y la voz temblorosa, Thunberg acusó a los líderes mundiales de traicionar a su generación y “robar” sus sueños por su inacción para limitar el calentamiento del planeta.
“Parece una joven muy feliz que mira hacia un futuro brillante y maravilloso. Qué lindo de ver!”, escribió Trump, un escéptico del cambio climático que retiró a su país del Acuerdo de París, en un tuit pasada la medianoche del lunes, adjuntando un video del discurso.
El tuit sobre Thunberg, que sufre del síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, levantó una polvareda en las redes sociales, con 16 mil respuestas en tres horas, muchas atacando al presidente estadunidense.
“Donald Trump metiéndose con una joven inocente es absolutamente asqueroso”, escribió un usuario. Pero otros se colocaron del lado del mandatario, acusando a la activista de haber sufrido “un lavado de cerebro”.
Más tarde Thunberg, el nuevo rostro de un movimiento mundial de jóvenes que exigen acciones urgentes contra el calentamiento global, cambió su biografía de Twitter retomando palabra a palabra lo que dijo el mandatario sobre ella: “Una feliz joven que espera un futuro brillante y maravilloso”.
“Cuando tu presidente troll es superado”, tuiteó al respecto empresario y columnista Jeff Yang, al lado de una imagen de la nueva biografía de Thunberg.
Thunberg y Trump se cruzaron brevemente durante la cumbre de la ONU sobre el clima en Nueva York, donde el mandatario estadounidense hizo una aparición sorpresa de unos minutos. Un video del instante donde se cruzan muestra a la joven fusilando a Trump con la mirada.
La lucha de Thunberg comenzó tranquilamente en agosto de 2018 cuando dejó de asistir a la escuela primero por tres semana, y después los viernes para pasar el día afuera del parlamento con un cartel que decía “Huelga de escuela por el clima”.
En agosto, cruzó el Atlántico en un viaje de dos semanas en una embarcación para acudir a la cumbre del clima en Nueva York. La chica se negó a volar por las emisiones de carbonó que generan los aviones.
Con información de La Jornada