- Si la empresa tiene de 15 a 50 trabajadores sólo se tendrá que hacer el diagnóstico de la identificación y análisis de los factores de riesgo sicosocial
- Si es de 50 o más también tendrá que hacer la evaluación del entorno organizacional favorable
Hace unas semanas, Jesús Enrique Ramírez Pérez, líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), aseguraba que no se le estaba haciendo el debido caso a la NOM-035 la cual tiene como premisa “Establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo”.
A casi un mes de distancia de que entre en vigor la norma (23 de octubre), la implementación de ésta atiende a los riesgos de los trabajadores tanto físicos como mentales mediante un diagnóstico que definirá los riesgos que el trabajador tiene en su labor del día. “La CROM da un paso adelante y ya comenzamos programas y actividades relativas al bienestar y la salud mental de los trabajadores afiliados a esta central obrera”, señala el cromista.
“Antes era suficiente cumplir con normativas de materia de seguridad e higiene, y ahora esta NOM-035 también incluye la salud mental de los trabajadores. Por ello, estamos trabajando en un esquema de promoción de actividades recreativas y deportivas”, indica el titular de la CROM, justo antes de firmar simbólicamente un convenio con un gimnasio que se encargará de gestionar esas actividades. Lo anterior con el fin de prevenir no sólo enfermedades como diabetes o hipertensión, sino también como ansiedad y depresión, que, si se traduce a autoprivación de la vida, son factores importantes de riesgo.
Lo que se tiene que hacer
Para identificar los factores de riesgo sicosocial (aquellos que puedan provocar ansiedad, depresión como consecuencia de la naturaleza del trabajo realizado) es necesario por parte del patrón: disponer de una política de prevención de riesgo sicosocial, adoptar las medidas para prevenir y controlar los factores de riesgo sicosocial, identificar a los trabajadores que fueron sujetos a acontecimientos traumáticos severos y canalizarlos para su atención, así como difundir información respecto a todas la políticas implementadas.
Antes que realizar las actividades en pro de la recreación lúdica de los obreros, es necesario acatar las evaluaciones diagnósticas que propone la propia NOM-035, en la que se divide si la empresa tiene de 15 a 50 trabajadores, o de 50 o más. En ambos casos se tendrá que hacer la identificación y análisis de los factores de riesgo psicosocial, la cual contempla: condiciones en el ambiente de trabajo, cargas de trabajo, falta de control sobre el trabajo, exceso en las jornadas laborales, interferencia en relación trabajo y familia, violencia laboral, entre otros atenuantes.
En el caso particular de las de más de 50 empleados también se requerirá hacer la evaluación del entorno organizacional favorable, que se comprende de los siguientes puntos: sentido de pertenencia, definición precisa de responsabilidades, participación y comunicación con y por parte del patrón, distribución adecuada de trabajo, evaluación y reconocimiento del desempeño.
No sólo la CROM tiene que implementar estas evaluaciones y diagnósticos, sino todas las empresas y confederaciones, después de realizarlas se propone realizar cambios internos para una mejor salud laboral. La NOM-035 fue emitida por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, y es obligación de todos cumplirla.
Aniversario luctuoso
Con motivo del cuarto aniversario luctuoso de Jesús Enrique Ramírez Ramírez, antiguo líder sindical de CROM y padre de Jesús Enrique Ramírez Pérez, se creará el 11 de septiembre, la fundación Jesús Enrique Ramírez Ramírez para el Desarrollo: “Éste es un digno homenaje para una persona que impulsó la promoción de los valores sociales, el respeto y la justicia, no sólo laboral, sino en lo social”, explica el actual dirigente de la Confederación. Por esta razón, la fundación no sólo está dirigida a trabajadores sino también a otros grupos sociales que estén en desamparo.