- Por medio de la asociación civil Deeetac, los internos pueden generar ganancias para su consumo dentro de los centros de reinserción o para apoyar a sus familias
- Alrededor de 50 mil pesos se han recaudado y pagado por la venta de productos hechos por internos
Andy Nancy Sánchez Navarro, titular de la Dirección General de Reinserción Social (DGRS) del estado de Aguascalientes, explica que en todos los centros de reinserción de la entidad se cuenta con capacitación para el trabajo: “Ya contamos con talleres en los cuales se les enseña un oficio a las personas privadas de su libertad”. Por ello, Francisco Javier Castillo Tangassi, presidente de la asociación Desarrollo Empresarial en Educación, Ecología y Tecnología (Deeetac), lidera el proyecto presentado Liberty Art Dreams, a finales de junio, el cual aprovecha los productos que se hacen en esos centros para el beneficio económico de los y las internas, así como para el de sus familias.
Anteriormente, las artesanías que hacían eran entregadas a sus familias y éstas buscaban venderlas para poderles depositar dinero. De ahí nació la iniciativa de Deeetac, la cual proporciona una espacio de exposición y de venta. Están a la venta los productos en el Hotel Aguascalientes y el Villa Manzanares, para este fin de semana se pretende llevar la exposición también a merenderos para comercializar aún más rápido todo lo que se crea. La DGRS comenzó a trabajar desde hace seis meses con la asociación para ver qué y cómo lo podían vender. Con esta actividad se pretende enseñar un oficio o profesión que los reclusos puedan hacer, después de cumplida su sentencia, para que no regresen a las incidencias delictivas, así como proteger su derecho humano al trabajo dentro de las penitenciarias.
Los productos más vendidos son los cuadros (pinturas) y las galletas artesanales, según indican los directores del proyecto. No obstante, también se hace repostería, carpintería, etcétera. Dada la calidad que se ha demostrado en los bienes, Francisco Javier Castillo Tangassi explica que se busca exportarlos ya sea nacional o internacionalmente, aunque todavía se debe de seguir trabajando en las capacitaciones.
En el mes que se tiene ya de venta y exposición, se han recaudado alrededor de 50 mil pesos de 100 internos e internas. Este dinero es recaudado por la asociación para que luego sea transferido a la DGRS; ahí se distribuye a quienes participan en el proyecto depositándoles el dinero en su tarjeta para consumo dentro del centro de reinserción. Con ese dinero los reclusos pueden comprar insumos, así como redireccionar dinero a sus familias. Cuando se decide que los recursos sean otorgados a los familiares, la DGRS hace el aviso y entrega en efectivo la cantidad que se le haya sido asignada.
La Deeetac es informada con un listado de todos los productores de todos los ceresos que están en el proyecto, cada quien valúa su producto y le pone el precio, la asociación sólo presta lugar, hace la venta y le da difusión a los trabajos. La dirección de reinserción hace el pago respectivo: “Lo que se vende es totalmente para ellos, esa es la idea”, explica el presidente de la asociación.
Con actividades como esta se promueve la capacitación de oficios y el derecho al trabajo, como parte de las garantías individuales de los internos, aunque estos estén privados de su libertad. Se pretende que al salir de los centros de reinserción social puedan fungir con lo aprendido y así evitar la reincidencia delictiva; los titulares explican que hay ya dos casos de éxito notorio de personas que salieron y con lo que aprendieron a hacer lograron emprender una empresa.