- Debemos estar dispuestos a modificar nuestro estilo de vida para incorporarlos a un entorno familiar, social y comunitario
- Se debe evitar tratarlos como humanos, es inadecuado y hasta cierto punto irrespetuoso. A un perro o gato se le debe dar su lugar como tal, respetar su calidad de animal
Cuando las personas adquieren un animales de compañía deben estar dispuestos a modificar su estilo de vida para incorporarlos a un entorno familiar, social y comunitario, además de considerar que pueden vivir 14 años o más, afirmó Ylenia Márquez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
La compra compulsiva de un perro o gato puede generar problemas en el corto plazo, pues cuando ya no los quieren en casa la gente tiende a abandonarlos, y “con ello no sólo afectan al animal, sino al entorno, pues hay muchos en situación de calle que depositan su excremento en la vía pública, y al secarse forman parte de las partículas que respiramos. Debemos pensar cuál será el impacto de tener un animal de compañía, si estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos y conscientes de los cuidados y responsabilidades que implica”.
Tenencia responsable
El humano siempre ha necesitado de la compañía de animales, y por ello los ha domesticado, no para comerlos, sino para convivir: “Desde entonces la tenencia conlleva responsabilidades como el aseo, ocuparse de su alimentación y agua, de su cuidado”, expuso la integrante de la Clínica de Pequeñas Especies de la FMVZ.
La desparasitación, esterilización y vacunación también son parte de esta responsabilidad, “es lo que llamamos medicina preventiva y curativa”. Con la vacunación, detalló, desarrollan mecanismos inmunológicos para enfrentar enfermedades.
En cuanto a la desparasitación, indicó que es importante para eliminar parásitos que pudieran afectar tanto a los animales como a los dueños. La esterilización tiene beneficios, pues además de evitar la reproducción indeseada, incide en la disminución del número de animales abandonados, reduce algunos riesgos de cáncer e incrementa la expectativa de vida: “Como parte de este concepto de tenencia responsable, también debemos evitar tratarlos como humanos, es inadecuado y hasta cierto punto irrespetuoso. A un perro o gato se le debe dar su lugar como tal, respetar su calidad de animal, lo que implica mordisquear, rascar o arañar; es su comportamiento nato”.
Cuando una persona tiene un animal de compañía debe darse la oportunidad de cuidar de él en todo momento, incluso los difíciles: “Deben hacerse responsables porque en ese camino encontrarán entendimiento y amor”.
Con información de la UNAM