Qué rico es sentirse ya relajado, descansado, sin presiones de trabajo y estudio, las vacaciones de verano son esperadas por las familias y es cuando se tiene tiempo para ir a escuchar un concierto, pasear en los jardines, ir al cine y por supuesto al teatro. La cartelera en este arte es atractiva y vasta, ya que por la cantidad de egresados de las dos licenciaturas de teatro, aunado por los grupos independientes y grupos escolares se tiene un abanico de posibilidades.
Haré la crónica de algunas de las obras que tuve la oportunidad de verlas en los distintos espacios: Inició con El despojamiento de Griselda Gámbaro, dirección Luis Colín con su grupo Punto y Coma, el cual es una fusión de artistas de las ciudades de Guanajuato y de Aguascalientes. Interesante propuesta de la historia de una mujer que a raíz de una profunda depresión a causa de varios aspectos que se suscitan en su vida, inicia un autoconocimiento y por resultado un despojamiento del cual el espectador se siente identificado. Excelentes actuaciones tuvieron Elena Bernal como La negra e Ismael Rodríguez como El empleado. Esta puesta se estrenó en 1994 en esta ciudad y coincide la misma actriz, reconoce que éste es su momento y lo considera un gran regalo en su carrera.
Princesas desesperadas, del maestro Tomás Urtusástegui, dirigida por José Claro Padilla, grupo Al Trote que se dio a la tarea titánica de llevar la puesta al Teatro Aguascalientes; un espacio en el cual se presentan compañías por lo regular foráneas, un gran reto de llenar 1,650 butacas y ¡lo lograron!, con una campaña fuerte de difusión en redes y medios por parte de sus integrantes. Esta obra ya se había presentado en el Teatro Morelos en el aniversario del grupo y decidieron programar otra función en un teatro con mayor capacidad. Las cuatro actrices con experiencia dieron vida a las princesas de los cuentos de Disney, Yanetzi Serna (Bella), Ivonne Gallegos (Aurora), Marisol Paredes (Blanca Nieves) y Anayeli Campos (Cenicienta). La obra ya había sido montada hace más de una década y sigue vigente en el gusto del público.
Las funciones de fin de cursos no se hicieron esperar y en lo personal yo no conocía el trabajo escénico que se ha venido realizado por parte del Colegio Lincoln, el elenco estuvo integrado por alumnos de los diferentes talleres artísticos, y exalumnos y eso dio como resultado un trabajo de calidad. El musical Aladinn fue la propuesta de este año, y la dirección y producción estuvo a cargo de Melisa Ayala, escenografía de Alan Paniagua y como actor principal Javier Barragán. Fue una conjunción de comedia musical, teatro, hip hop y baile. Todo un espectáculo digno de una clausura de cursos y la propuesta que yo les dejo es abrir algunas funciones al público, creo que les resultaría y valdría la pena por tanto esfuerzo realizado.
Mujer terrestre, con una temporada de dos meses y va para más por la respuesta favorable de los espectadores. Un monólogo que pretende ser después una producción de gran formato. Escrito, dirigido y actuado por Marcela Morán, quien ya con más de 25 años de trayectoria se ha distinguido por su calidad histriónica en diversos proyectos teatrales. Vale la pena ir a ver este trabajo, que me pareció orgánico, de mucha introspección y no fácil para algunos de digerir ya que rompe con lo establecido de un guión determinado y se da una catarsis en algún momento en el interior de los espectadores. La temporada casi está por concluir en el espacio de Teatro Café.
Por último, La vida es meme, un espectáculo, unipersonal de Álvaro Raudel, tipo stand-up y Cabaret, del cual se dieron tres funciones en un espacio alternativo, Aquelarre, que por cierto ya, es un lugar ya conocido por varios grupos, los cuales han presentado propuestas diversas En este caso, Álvaro tiene la idea de realizar una historia en la que jóvenes gays o no, se sientan identificados en sus actividades cotidianas. El actor presenta situaciones según la generación, aquellos que tienen 20, 30, o más de 40 años. Simpáticas sus actuaciones e improvisaciones, buen manejo del público, sin embargo, considero que el espectáculo es largo (por el intermedio) y falta más ritmo a cada escena, las cuales se mezclan con música en vivo y multimedia. De cualquier manera, es una propuesta diferente, fresca, sólo es cuestión de pulirla un poco más.
Con esto doy por finalizado este recorrido teatral y ¡que sigan las vacaciones de verano!