Se cumplen los primeros seis meses de la actual administración federal, ante un desconecto ciudadano por parte de los actores que ya habían estado en el poder, por primera vez en la historia política del país, un partido que se autodenomina de “izquierda” ganaba la Presidencia de la República en las elecciones de julio del año pasado.
Las expectativas y los retos eran grandes, sobre todo por la aplastante victoria de Morena contra el resto de sus adversarios. A seis meses de ese día, se pueden observar algunos aciertos, pero sin duda, los errores comienzan a pesar. Sí, es verdad que en seis meses no habrá cambios significativos, pero lo preocupante es que pase el sexenio de la misma manera y después se utilice como argumento falaz, que en seis años no se iba a poder solucionar los problemas que por muchos años ha tenido el país.
Cuando Andrés Manuel López Obrador iba encaminado a la contienda electoral del 2006, ante el desafuero, en la Cámara de Diputados pronunció un discurso cuya frase textual decía “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que a ustedes y a mí, falta que nos juzgue la historia”. Hoy, a medio año de su gobierno, la historia ya lo está juzgando.
En materia de Seguridad Pública, su Gobierno ha pasado a la historia como el más violento de los últimos sexenios, se estima que al menos se han registrado 17 mil 500 asesinatos. Si la cifra de homicidios sigue comportándose de la misma tendencia, el 2019 puede convertirse en el más violento de las últimas dos décadas. Si bien la estrategia del Gobierno Federal fue la creación de la Guardia Nacional, al menos seis mil elementos de ésta se encuentran en la frontera sur, haciéndole el trabajo sucio a los Estados Unidos, violentando los derechos humanos.
En materia social, una de las decisiones más criticadas y más atacadas por parte de la oposición hacia el oficialismo fue la cancelación del Programa de Estancias Infantiles. Aunado esto, después de que la CNDH emitiera una recomendación sobre la violación de los derechos de las niñas y niños, la Secretaría de Bienestar decidió no acatar las recomendaciones, y acusó a esta institución de permanecer callada durante los tiempos neoliberales. El desabasto de medicamento, ha sido también otra complejidad que deja ver la falta de experiencia para gobernar, se estima que al menos 24 entidades federativas ya empezaron a tener problemas palpables por la falta de medicamentos y de personal médico. La situaciones más críticas se encuentran en los estados de Tamaulipas, Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Puebla, Ciudad de México, Baja California Sur, Tabasco, Querétaro, Chihuahua, Nayarit, Guerrero, Oaxaca, Baja California, Colima y Sonora.
Por otra parte, la poca o nula transparencia que el Gobierno Federal tiene en la implementación de sus programas sociales. De acuerdo a la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, los sujetos obligados deben de publicar y actualizar de manera trimestral el padrón de beneficiarios con nombre, programa, monto otorgado, dirección.
Las decisiones económicas de la actual administración también han sido de las más criticables, y es que aunque se haya declarado el fin del neoliberalismo, en pleno siglo XXI no se puede separar la variable micro y macroeconómica.
Desaparecieron el Consejo de Promoción Turística. Que se encargaba de coordinar, diseñar y operar las estrategias de promoción turística a nivel nacional e internacional, así como promocionar los destinos y actividades que ofrece el país ha desaparecido. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que la actividad turística en México representa cerca del 16% del Producto Interno Bruto. México se encuentra entre los países con mayores ingresos por turismo internacional. Tan solo en el 2017 en este sector, hubo una derrama económica de 21.3 mil millones de dólares. También, desaparecieron al Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). Este Instituto se encargaba de fomentar y apoyar a los emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas. El Inadem, de acuerdo a datos oficiales, apoyó a 4.5 millones de personas emprendedoras con 108 mil proyectos productivos. Los cuales, ayudaron a generar mayores empleos y a reactivar la economía, y por si esto no bastara, el IMSS hace unos días, reportó que en mayo sólo se crearon tres mil 983 empleos, una caída del 88% con relación al mismo periodo de tiempo en el 2018.
El Plan Nacional de Desarrollo aprobado hace poco por la Cámara de Diputados establece como objetivo económico el crecimiento de un 4% al menos desde el segundo año de la actual administración, sin embargo, ese objetivo se ve bastante lejos de alcanzar, el Banco de México bajó su estimación de crecimiento económico, de tal forma que estaremos creciendo entre el 0.8% y el 1.8%. Además, de acuerdo con el Inegi, esta administración es la que menos ha crecido económicamente en términos reales desde el año 2000.
A todo esto hay que agregar la falta de pericia por parte del gabinete y la fragmentación interna que se empieza a ver al interior del oficialismo. El presidente de la Jucopo en el Senado de la República ha declarado que el gabinete ha dejado solo y desprotegido al Gobierno, pero la realidad es que esta cuarta transformación está dejando mucho que desear. En el olvido quedó el discurso de luchar contra los que ejercían el poder político desde una cúpula denominada mafia del poder, ahora hasta los hacen partícipes de los negocios de este nuevo gobierno ¿no me cree?, la CFE que dirige Manuel Bartlett, exsecretario de Gobierno y principal sospechoso de la caída del sistema en la elección del 88, acaba de otorgar contratos a Industrias Unidas (IUSA), empresa que dirige Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari, el innombrable y jefe de la mafia del poder que dicen los oficialistas.