En el mundo existen cientos de iniciativas locales que pueden contribuir a lograr cambios importantes para mejorar distintas condiciones en las ciudades, como reducir el uso del automóvil, mejorar la calidad del aire o gestionar los residuos sólidos. ¿Cuáles son algunas de esas iniciativas? Veamos.
En Nigeria, las ciudades enfrentan crisis importantes de acumulación de basura relacionada con la ausencia de sistemas eficientes de recolección. En la ciudad de Lagos, por ejemplo, la ciudad más poblada del país, con 21 millones de habitantes, únicamente se recolecta el 40 por ciento de los residuos y se recicla sólo el 13 por ciento. En algunas zonas de la ciudad los habitantes queman la basura como una manera de manejar de residuos, lo que contribuye gravemente a la contaminación. En ese contexto, una estudiante local inició Wecyclers, un programa de reciclaje utilizando bicicletas de carga que tiene el objetivo no sólo de reducir la contaminación sino también la pobreza.
Wecyclers es una empresa social que trabaja con hogares de escasos ingresos utilizando un esquema de incentivos para atender los problemas de basura de la ciudad. Los hogares se inscriben en el programa y separan sus artículos reciclables antes de la recolección semanal por parte del equipo de Wecyclers, que recorre la ciudad en bicicletas de carga. Los hogares participantes reciben puntos por cada kilogramo reciclado, que pueden canjear por artículos del hogar, cursos o dinero. Los residuos se venden a empresas de reciclaje que los procesan para elaborar productos como el relleno de los colchones. En comparación con otros vehículos, las bicicletas de carga pueden recorrer callejones estrechos a las que el servicio municipal de recolección no suele entrar.
En sus primeros dos años de operación, Wecyclers empleó a más de 80 personas, desde operadores de bicicletas hasta clasificadores de residuos, quienes, en ese periodo, recolectaron más de 525 toneladas de basura, mientras el programa logró conectar a más de 6,500 hogares al servicio. Este caso muestra cómo una iniciativa ciudadana puede contribuir a mejorar las condiciones de sanidad de la ciudad, especialmente en barrios marginados, creando los incentivos necesarios tanto para empleados como hogares afiliados, quienes además pueden obtener un apoyo económico.
En la India, hasta hace poco las bicicletas eran aún uno de los modos de transporte más comunes en muchas ciudades. En los últimos años, sin embargo, el aumento de motocicletas ha relegado a la bicicleta, de manera que las calles de muchas ciudades ahora se encuentran saturadas de vehículos motorizados. Lo anterior ha motivado a más de setenta ciudades a implementar el programa Domingo sin automóviles, en el que todos los domingos se cierra el tránsito vehicular en ciertas calles para permitir a los habitantes utilizar ese espacio para actividades como clases de baile, conciertos al aire libre, cursos de primeros auxilios, entre otras, con lo cual las personas puedan disfrutar su ciudad sin el caos de los vehículos motorizados.
La popularidad de ese programa ha animado a algunas ciudades del país, como Bhopal, una ciudad de 1.7 millones de habitantes, a construir infraestructura ciclista e introducir un sistema de bicicletas compartidas al que se sumaron 25 mil suscriptores en sus primeros cinco meses de operación. Esas ciudades están conscientes de que mayor infraestructura ciclista, en conjunto con otras medidas de seguridad vial, ayudarán a desacelerar la creciente congestión vehicular y mitigar los graves problemas de contaminación, al mismo tiempo en que se ofrece a los ciudadanos una alternativa de movilidad más eficiente. Igualmente, el éxito de los programas de días libres de automóviles demuestra cómo iniciativas locales de pequeña escala pueden constituir un primer paso para promover un cambio de mayor envergadura.
En Kuala Lumpur, Malasia, un diseñador local se propuso hace algunos años crear un mapa de la ciudad en bicicleta, lo que permitiría a las personas planificar rutas más seguras para moverse más fácilmente en ese modo de transporte. En conjunto con un grupo de voluntarios, elaboró durante dos años un minucioso mapa de Kuala Lumpur, en el que se identificaron las rutas más seguras en función de características viales más adecuadas para la bicicleta, como calles de tránsito lento o con poco flujo vehicular. En ese entonces, la ciudad no contaba con infraestructura ciclista, por lo cual los voluntarios mapearon las rutas más cómodas en función de su propia experiencia como ciclistas urbanos. En 2014, el equipo imprimió 10 mil copias de la primera edición del mapa y las distribuyó de manera gratuita en inglés, malayo y chino. Poco después, la ciudad contrató al diseñador como consultor para planificar e implementar la primera ciclovía de la ciudad, lo que muestra cómo el activismo local puede contribuir a crear cambios a nivel político e institucional.
Los casos anteriores ponen en evidencia que las iniciativas locales, de abajo hacia arriba, desde luego pueden contribuir a crear cambios positivos en las ciudades.
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