Cronista del municipio de Aguascalientes
Ni modo… No tenemos una cultura museística… Todavía. En términos generales no vamos a los museos por iniciativa propia, como lo hacemos con el cine, la misa dominical, o la vuelta a los lugares de moda, esto pese a los esfuerzos que se han desarrollado en los últimos 15 años, a través de los programas de iniciación artística en las escuelas.
Sin embargo, esto no significa, también en términos generales, que seamos insensibles a las manifestaciones artísticas. Las exposiciones escultóricas que se han llevado a cabo en años recientes -que yo me enteré van cinco en total-, fuera de los recintos tradicionales, han dado cuenta de esta sensibilidad.
Las personas se acercan con curiosidad, y en particular los niños, que pronto se apropian de estos objetos fantásticos, y por lo que se ve lo hacen de manera desprejuiciada; libre. Los tocan, los rodean, se suben en ellos y finalmente posan con ellos para la obligada foto con teléfono móvil.
Por desgracia prácticamente es éste el único formato que admite semejante tratamiento. Para la pintura y el grabado, por ejemplo, no queda de otra que asistir al museo.
Así como para fomentar el aprecio por el museo, es decir, la casa de las musas, es decir, la casa de la belleza -¿alguna musa no lo es?- en esta temporada veraniega el ICA ofrece su programa Paseo por el Museo, que comenzará el próximo martes, preparado para niños de seis a once años, una edad inmejorable para sembrar esta semilla de civilización.
Por cierto que en estos días se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo, en Primo Verdad y Morelos, una parte de la obra de la pintora Elva Garma; una exposición imperdible. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected]