En estos días se celebra en el municipio de Asientos la fiesta del Señor del Tepozán, que rige los destinos de la gente de aquella demarcación desde su capillita, ubicada a unos 2.6 kilómetros al poniente de la cabecera municipal.
Escuché que la capilla forma parte de un antiguo convento jesuita, aunque no me consta, y se encuentra en el borde de la carretera que comunica a la capital de la minería estatal con Tepezalá, muy cerca de la mina de Santa Francisca.
La imagen es sacada del templo y llevada en peregrinación a Asientos, en un trayecto en que es acompañada con banda de música, rezos y cohetes lanzados a diestra y siniestra.
Al llegar la peregrinación a Asientos, da vuelta a la plaza y entra en la parroquia de Nuestra Señora de Belén -más cohetes-. Ahí permanece varios días, cobijado por el culto popular, y luego inicia un recorrido que durará prácticamente el resto del año, y que lo llevará a algunas comunidades de los alrededores, e incluso del estado de Zacatecas.
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