- La comunidad el Milagro perteneciente al Llano tendrá una casa de salud para emergencias, organizada y gestionada por un grupo de 33 aguascalentenses
- Ante la ausencia de las autoridades de todos los órdenes de gobierno, la ciudadanía organizada resuelve
Silvia Natalia Castro Gamboa, estudiante del sexto semestre de derecho en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) es la capitana del proyecto Casa de Salud el Milagro, cuyo fin es instalar un organismo pequeño que atienda aspectos generales de salud en la comunidad de El Milagro, en el municipio de El Llano, Aguascalientes.
El proyecto Casa de Salud el Milagro es un esquema sin fines de lucro en pro de los derechos humanos (el de la salud y asistencia médica, específicamente) conformado por 33 personas del estado de Aguascalientes; Natalia Castro, líder elegida de la iniciativa, explica que hay niños desde los doce años de edad, pasando por jóvenes universitarios y hasta adultos de 40 a 60 años. Estudiantes, emprendedores (estetas de belleza), profesionistas (contadores) empresarios, maestras entre otra clase de ciudadanos ayudaron a la organización del proyecto. Cabe destacar que no existen servidores públicos dentro de la Casa de Salud el Milagro. La idea surgió de un sentimiento altruista con respecto a los sectores más vulnerables del estado y se busca que trascienda socialmente para que sirva como ejemplo en la sociedad aguascalentense y así se puedan dar a la luz más labores de esta índole.
La estudiante de Derecho subrayó que la Casa de Salud el Milagro inició hace aproximadamente un mes, se estuvo en contacto con asociaciones y se buscó grupos sensibles y desprotegidos de la ciudad. Cecilia Torres es la encargada de la comunidad el Milagro (a ella se remiten todos en el pueblo), que pertenece al Llano como una de las comunidades más pequeñas, teniendo aproximadamente de 170 a 200 habitantes. Se decidió tomar partida en ese lugar, pues ellos no tienen a dónde acudir cuando se dan casos que atenten contra su salud. El único lugar cercano en donde pueden ser atendidos se encuentra hasta Palo Alto, y cuando ocurre algún percance tienen que dirigirse caminando, pues tampoco existe transporte.
Por parte del proyecto, el miércoles se presentará el primer avance; la entrega de la edificación ya terminada, la cual contará con un consultorio, baño y una sala de espera para emergencias. Natalia Castro explica que en este pequeño centro de salud no se tratarán cuestiones de gravedad o que requieran de un nivel especializado de tratamiento. La Casa de Salud el Milagro estará a cargo de una enfermera y se busca que alumnos de enfermería puedan hacer su servicio social ahí. El proyecto también pretende buscar un doctor que ayude.
La inauguración del trabajo altruista de estos 33 aguascalentenses es tentativa al fin de semana del 3 al 4 de agosto, aunque se está en expectativa de la respuesta de la comunidad para poder acordar un día específico. La iniciativa se llevó a cabo con recursos particulares de los mismos miembros del grupo, además de que algunas empresas del sector privado donaron cemento, piso, azulejo y también se tuvieron donaciones monetarias. Por parte del municipio de Aguascalientes se logró obtener el permiso para poner un “kilómetro de plata” cerca de la catedral del estado en la que se han recaudado aproximadamente 50,000 pesos, con los que se compró material y se le pagó al arquitecto que trabajó en el complejo. El kilómetro de plata para ayudar en el proyecto Casa de Salud el Milagro estará hasta el miércoles 31 de julio en la misma locación.
El terreno donde se terminó la casa de salud fue donado por ejidatarios locales, y se optó por este lugar puesto que las escrituras del mismo eran específicamente para una casa o centro de salud que nunca fue concluido. El Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (Issea) sí apoya con medicamentos e insumos anualmente, según comenta la comunidad, pero no se logró ninguna conexión entre dicho instituto y el proyecto. La líder de Casa de Salud el Milagro explica que este trabajo puede servir como parteaguas para lograr registrar una asociación civil que se encargue de tópicos similares en el estado.