Nuevos tiempos, está cambiando todo. Desde esta cocina admiramos asombrados a la nueva sociedad, los nuevas y rapidísimos medios de comunicación, la nueva manera de relacionarse románticamente, ¡Qué digo románticamente!, de relacionarse en pareja y punto.
Son muchos y rápidos los cambios a que nos obliga esta nueva etapa de organización humana, entre ellos la nueva forma de protestar y organizarse que tienen los ciudadanos ante los nuevos gobiernos que, también son producto de esta sociedad de lo vacuo, lo material, lo inmediato y lo mediático.
Hoy se convoca a marchas de ciudadanos a través de las redes de comunicación social, como Whatsapp, Twitter, Instagram o Facebook; basta un grupo pequeño de personas que compartan una misma inquietud, para que se publique una sencilla convocatoria que contiene lugar, día y hora de la concentración. De manera casi mágica aparecen “por los cuatro costados” personas que llegan en solitario y que de a poco van sumando cantidades que han llegado a ser impactantes, como en las “marchas de blanco” que personas clasemedieras acostumbran en los últimos tres sexenios: contra la inseguridad; exigiendo justicia por alguna víctima de la delincuencia en particular; en contra de la legalización del aborto; en contra de derechos de minorías y en contra de gobiernos populistas.
Aguascalientes no se queda atrás en la era de la convocatoria electrónica a la resistencia civil o simplemente a la organización social.
En el último año, creció de manera importante un “chat” o grupo de Whatsapp llamado “Círculo Rojo”. En su origen fue creado y administrado sólo por el joven intelectual Alan Capetillo; abogado electoral, orador y polemista, que por su casi imposible lealtad a ideas preestablecidas e imposible afiliación leal algún partido en particular -aun cuando se jura priista-; convive con muchos liderazgos empresariales, sociales y políticos. Más tarde se incorporaron el periodista Luigi Rivera y la mítica Nora Ruvalcaba, a la administración.
Con pocos integrantes identificados con la izquierda y el vanguardismo local; Círculo Rojo funciona como colectivo, lo que es contrario a la formación de la mayoría de sus miembros: líderes de antaño, contemporáneos o en formación, acostumbrados a los niveles de mando y el verticalismo en sus empresas u organizaciones. La razón de ese funcionamiento comunitario está en quienes administran el grupo; Nora, “Capetillo” y Luigi demuestran en la conducción su convicción democrática, no imponen; sólo reúnen y son factor de unidad.
Le platico todo esto, querida lectora y estimado lector; porque está por llevarse a cabo una gran reunión en vivo, directo y a todo color de esta tertulia virtual. Antes hubo ya intentonas de convivencia que salieron bien, aunque fueron reducidas. Así que recomiendo estar pendientes de qué tan grata será la convivencia frente a frente; qué tan educados se comportarán los y las que ya traen rencillas personales por asuntos particulares y, qué tanto rebasará esta comunidad la convivencia social, y encontrará alguna forma de trascender el poder de la solidaridad entre líderes en beneficio de la sociedad de Agüitas.
En la próxima, le tendré la reseña de tan esperado evento, una comida que se celebrará el día de hoy. Ya le pasaré a Usted los detalles generales, especiales y espectaculares de esta tarde, en que su amiga cocinera política fue incluida, “por andar de jacaleta, en todos los grupos”, Matías Lozano dixit.
Termino anticipando la influencia de otros grupos, que ya se “cocinan” en redes sociales, que pueden salir de lo virtual a lo real y que “pintan” para ser el origen de importantes movimientos sociales. La era del individuo sentado tras una computadora o con celular en mano, puede y debe llevarnos a enfrentar fenómenos y gobiernos que parecen imposibles de abatir; pasar del “me gusta” o el “like” o retuit al ¿Dónde nos vemos? Será algún día la historia de las antiguas conspiraciones que llevaron a grandes revoluciones.
Le mando a Usted mucho afecto y la promesa que aquí continuaremos dando testimonio, del Aguascalientes que tanto amamos. ¡Nos vemos en la próxima!