- Estos mecanismos deben de democratizarse mucho más y evitar que se consoliden algunas pocas instancias: directora del Conacyt
- No se debe permitir que se corporativice esta necesidad de comunicación en materia de ciencia y tecnología al pueblo y al gobierno de México
“Hay un cambio estratégico en la visión de la política de ciencia y tecnología” en el presente Gobierno, expuso en primera instancia Beatriz Paredes Rangel, tras la comparecencia ante la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República -que ella misma preside- de la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces.
“Nos tenemos que hacer cargo de ese hecho porque de no hacerlo habrá una discusión sin sentido entre las prácticas y estrategias del pasado reciente y las contemporáneas”, definió la legisladora priista y en seguida expuso una duda.
“Me pregunto, porque no lo tengo claro, si hay un cambio estratégico en la relación con los órganos consultivos que se han creado en el sector, así como en la vinculación con las academias de expertos, con los consejos temáticos y con las asociaciones de especialistas”.
La doctora Álvarez-Buylla Roces expuso que los órganos de deliberación y de consulta son un muy importante puente informativo entre la sociedad, las cámaras y el propio Conacyt. “Lo que creemos es que estos mecanismos deben de democratizarse mucho más y evitar que se consoliden algunas pocas instancias.
“No podemos permitir en este país que se corporativice esta necesidad de comunicación en materia de ciencia y tecnología al pueblo y al Gobierno de México, de cuáles son las prioridades y de cómo debemos de influir desde la ciencia y tecnología hacia la sociedad, y de regreso”, enfatizó la funcionaria.
Previo a este señalamiento de la directora de Conacyt, la senadora Nadia Navarro Acevedo, de Acción Nacional, refirió que el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) hizo llegar un escrito al Senado de la República sobre los recortes y ajuste presupuestarios en la materia y que podrían poner en riesgo la estabilidad del sistema nacional de ciencia y tecnología. Ante ello pidió un informe que aclarara lo que tanto han dado de qué hablar en los medios.
“De acuerdo a la ley, el FCCyT tiene el mandato de asesorar al gobierno a través del Conacyt. Desgraciadamente, no se nos consultó acerca del nombramiento de la coordinadora. Sin embargo, no tenía yo ninguna razón para impedirlo. Esto ha contribuido a la distorsión y al manejo confuso de la información en los medios y de cara a la sociedad científica.
“El FCCyT ha estado emitiendo comunicados convocando a la comunidad científica sin previo acuerdo y sin actualización de los avances de los programas de ciencia y tecnología y es su obligación por ley. Esperamos que esto se rectifique y ayude a que ustedes y la ciudadanía no sigan acumulando esta suerte de preocupaciones y confusiones acerca de lo que está sucediendo”, puntualizó en su respuesta la directora general del Conacyt.
Al respecto, la senadora Paredes Rangel dijo que para la Comisión que preside es útil el proceso de retroalimentación entre consejos consultivos, académicos prestigiados y demás especialistas con la institución Conacyt.
“Nos parece que forma parte de este esfuerzo de enriquecimiento y de apertura del sector central de la administración y nos importaría que no se desapareciera o limitara esta estrategia.
“Nuestra experiencia con el FCCyT ha sido muy positiva y creo que sería muy oportuno que si ha habido desgastes que se puedan dialogar. Nos parece que es una institución mixta que puede coadyuvar en la generación de opiniones y consensos, e incluso de construcción de debates que esperamos que siempre se den dentro de la objetividad”, exhortó la legisladora.
En atención a lo anterior, la doctora Álvarez-Byulla Roces mencionó: “Ya nos reunimos con las sociedades de científicos, con todas las academias y hemos invitado a sus miembros a varias convocatorias con bolsas de recursos muy importantes”.
Informó que tuvieron una reunión con el Consejo Consultivo de Ciencia con el que se suscribió un acuerdo para constituirlos como un órgano de consulta permanente para el gobierno federal y las cámaras, en coordinación y concordancias con el propio Conacyt.
“También creemos que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior debe ser parte de la junta de gobierno del Conacyt, y lo propongo porque no está planteado en la ley de ciencia y tecnología que está en discusión”, evidenció la directora general del Consejo.