Estimado lector, el día de hoy reflexionaremos sobre la forma de amagar cada vez que se le antoja con castigos y amenazas que tiene el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de cómo eso ha sido una tónica que seguir de nuestros presidentes y la tibia respuesta que estamos dando ahora.
En días pasados, se dio la noticia de que México desplazaba del primer lugar a China como el país que más mercancías mandó a Estados Unidos. Esto no ocurría desde los inicios del Tratado de Libre Comercio, y al darse la noticia, lo primero que se piensa es que la guerra comercial con China que tiene Estados Unidos ya benefició a México, y que una vez firmándose el T-MEC, la relación comercial crecería mucho más.
De hecho el primer triunfo que tuvo Trump con Andrés Manuel fue el Tren Maya. Los chinos, los mejores para hacer trenes en el mundo, buscaban no sólo realizarlo, sino también financiarlo, el gobierno no tendría que hacer el desembolso tan grande como se pensaba de un golpe y Andrés Manuel podría decir que sus promesas de campaña se estaban logrando en tiempo y forma. Pero a los Estados Unidos no les gusta que los chinos hagan negocios con el gobierno de México, y Jared Kushner vino a México, habló y los chinos se quedaron sin el negocio.
Ahora, que México es el socio comercial más importante de Estados Unidos, Donald Trump anuncia que entraría en vigor un impuesto arancelario del 5% para TODOS los productos que salgan de México a Estados Unidos, y que gradualmente iría subiendo hasta el 25% en octubre a menos de que México frene el flujo migratorio centroamericano y el tráfico de drogas hacia el país del Norte. La respuesta de Andrés Manuel ha sido floja, busca una negociación pacífica y como él dice “abrazos no balazos”.
¿Por qué el cambio de Trump? La amenaza es real, pero también es interesante ver que el apoyo de los empresarios a Trump sobre este tema es raquítico, sino es que repudiado por muchos de ellos. Va en contra de toda la “realpolitik” estadounidense de hace décadas, sobre el comercio libre y benéfico para todos los que estén involucrados en el mismo. No parece lógico. ¿O sí?
Lo siguiente que mencionaré está en el plano meramente especulativo, de información tomada de uno u otro lado y que el autor que escribe ha ido tejiendo una “verdad” un poco imaginativa, pero muy realista.
La política de brazos abiertos que tiene Andrés Manuel hacia los centroamericanos que quieren “migrar” a Estados Unidos tiene un doble propósito, el primero, darle una oportunidad a aquellos que viven en condiciones de vida deplorables, pero el segundo es que muchos de estos centroamericanos pudieran quedarse en el país. Obtengan una residencia legal, y puedan tramitar su credencial para votar, entonces, automáticamente obtendría votos para su causa, ya que en agradecimiento no podrían defraudar a Morena y Andrés Manuel. Además, el mismo presidente y su gabinete ha dado a conocer sutilmente varias políticas que tienden a la izquierda socialista de las repúblicas bolivarianas. Cada vez más vemos leyes hechas a modo contra el que tiene dinero, y a favor de los que no tienen, afectando para esto a los primeros. La lucha de ricos y pobres es verdaderamente fuerte en la política mexicana. Por supuesto, esto no lo va a permitir Estados Unidos, sea el presidente Donald Trump o sea cualquier otro. Cometieron el error de dejar que Cuba se hiciera comunista y lo pagaron caro, por ningún motivo permitirán que su patio trasero se haga de izquierda. Es allí donde viene este tuit sobre los aranceles, es una llamada de atención, sobre las políticas que el gobierno está llevando a cabo. El hecho que de manera urgente Marcelo Ebrard vaya a Washington a tratar de negociar, es más bien el ir a que le lean las políticas que debe seguir México. Dependemos mutuamente tanto, que nuestras políticas, desde el siglo XIX han sido intervenidas de una u otra forma por este país.
Entonces, la “soberanía” de la cuarta transformación, está también sojuzgada a las políticas de Estados Unidos para bien o para mal. El gran reto de Andrés Manuel es poder hacer política de izquierda progresista, no de izquierda retrógrada que ya se vio claramente que no funcionó en ninguno de los países donde se quiso adoptar. El apoyo de Cuba en estos momentos, así como de Venezuela, no fue rechazado, pero tampoco aceptado con alegría por Andrés Manuel. Veremos en estos días a un presidente más cauto, y si es cierto lo escrito aquí, se verán también cambios importantes en el gobierno.
Al tiempo.
- Gracias a La Jornada Aguascalientes, ya son ocho años de esta columna, se dice rápido, pero es toda una vida de escritos. Gracias, Paco y equipo.
Felicidades por esos 8 años de continua excelencia, grandes aportes de una persona muy preparada, felicidades Profe